«Todavía no he podido hacer el duelo por mi padre»
El fallecimiento repentino de su aita pocos días antes del comienzo del Mundial le ha hecho necesitar un apoyo necesario
Irene Paredes no ha estado sola en Australia y Nueva Zelanda durante la disputa del Mundial. La legazpiarra, acostumbrada a viajar por toda Europa, en ... las temporadas donde ha estado en el París Saint Germain y del Barcelona, se encontraba a más de 30 horas de diferencia de su casa. Además, el fallecimiento repentino de su aita pocos días antes del comienzo del Mundial le ha hecho necesitar un apoyo necesario.
- No sé si le da más épica al título que se haya conseguido en las Antípodas, a más de un día de diferencia de casa.
- Es lo que ha tocado y no puedes hacer nada al respecto. La verdad es que era a lo que íbamos: competir y si podía ser a ganar. Si que es cierto que nos daba bastante pena que estuviera tan lejos porque si llega ser más cerca, hubiéramos tenido a más gente de casa aquí. La Federación si que ha ayudado a que tuviéramos compañía pero siendo el Mundial en Australia y Nueva Zelanda, no ha sido muy sencillo.
Noticia Relacionada
«Jenni es la víctima y entre todas hemos intentado arroparle»
- Da un poco de rabia, ¿no?
- Bueno, tampoco le hemos dado muchas vueltas. Te amoldas a lo que tienes y ya está.
- ¿Qué compañía ha tenido allí?
- Mi pareja (Lucía) y nuestro hijo (Mateo) estuvieron todo el rato. Vinieron para la parte final mi hermano con su pareja pero con la dificultad que tiene que no puedes pegarte un viaje a Australia para dos días, porque entre lo que tardas y el jet lag, tienes que estar varios días en el país.
- Estuvo arropada, entonces.
- Sí es de agradecer que cuando acaba todo tienes ahí las caras de felicidad de la familia.
- Puede que mucha gente no sepa que su aita falleció repentinamente poco antes del Mundial ¿Cómo o ha llevado?
- Fue muy duro, terrible. Ir así a competir me ha costado mucho esfuerzo, mucho trabajo y es algo que va para largo. Seguimos estando en shock, quiero estar con la familia, ir al pueblo y hacer el duelo porque todavía no lo hemos hecho.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión