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Natalia Arroyo ha reconocido que el partido de este domingo (14.00) contra el Barcelona en un Zubieta lleno viene en una semana especial, entre ... los dos duelos de la semifinal de Copa contra el Atlético, aunque ha asegurado que «estamos siempre obligadas a competir. El del domingo viene muy pegado al último partido, con el desgaste que tuvo, y también está cerca del siguiente (el miércoles será el partido de vuelta en Anoeta). La posibilidad de una final de Copa es un reto importante y nuestra batalla en la liga no es la del Barça, pero el domingo es una oportunidad para enganchar a nuestra gente y siempre estamos obligadas a competir al máximo».
Es consciente del desafío de medirse a un Barcelona intratable. «Es tan difícil jugarles a ellas que muchas veces deseas que pase ya. Depende de qué día tengan te pueden golear. A veces depende de dónde te pilla. Siempre es muy difícil. Pero nunca molesta jugar». Tampoco cree que lo que pueda pasar este domingo influya en una hipotética final de Copa contra el mismo rival. «No sé cómo llegarían ellas o cómo nosotras. La historia de la final de Copa de la Real dice que nadie daba un duro por ellas y ganaron. Ya veremos».
Respecto al hecho de que la semifinal del miércoles se juege en el Reale Arena, la entrenadora ha señalado que «sería fantástico que hubiera un gran ambiente. En Alcalá ya hubo un grupito que nos ayudó mucho. Ojalá podamos hacer un buen partido este domingo y que la gente se enganche».
No será por falta de ganas. «Las que no han jugado el miércoles quieren jugar. Si lo hacen bien estarán más cerca de ser elegidas para el miércoles. Veo al equipo con ilusión de que estamos haciendo las cosas bien». La racha además es favorable y el equipo no pierde desde 18 de noviembre. «Nos está ayudando a edificarnos desde la confianza de los resultados. Cuando ganas, validas cosas. Si pierdes parace que no. Esa racha nos está dando tranquilidad y está dando alas a las jugadoras».
La racha incluye rivales de entidad como Levante y Atlético. «Lo que mejor cuerpo me deja es que el equipo más o menos juegue seguro, entendiendo que no siempre tiene balón. Entender que el equipo defiende bien y que si toca defender, puede estar más cómodo ahí».
Siendo 8 M, Natalia Arroyo ha sido preguntada sobre la evolución del fútbol femenino. «Está mejor que hace 20 años. En algunas cosas mejor que el año pasado y en otras, conviene no relajarse. Hay clubes que apuestan decididos, hay que aprovechar ese empujón. Todavía hay camino».
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