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Klára Cahynová posa para DV en la grada del remodelado Estadio Zubieta. Arizmendi

Klára Cahynová

Jugadora de la Real Sociedad

«El momento más duro fue dejar mi hogar a los 16 años por el fútbol»

La centrocampista habla de sus primeros años en el fútbol, de los sacrificios que ha hecho para crecer en la élite y define el inicio liguero como «perfecto»

Viernes, 3 de octubre 2025, 06:57

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Desde pequeña, Klára Cahynová (Zlín, República Checa. 31 años) respiró fútbol en un hogar donde padre, entrenador, y hermano, jugador, marcaron el camino. Sin equipo femenino en su ciudad, su primer balón lo compartió con chicos durante una década. Su trayectoria le ha llevado a varios países, donde ha superado dificultades personales y deportivas para llegar a la élite y a la Real hace un año.

– Nació en Zlín (República Checa), ¿cómo se vive allí el fútbol?

– Es diferente a España, pero también es el deporte más popular. Allí jugamos a fútbol o a baloncesto, aunque el del balompié tiene más tradición. Tenemos un equipo masculino en Primera División y las chicas en Segunda, pero cada vez se ven más niñas.

– ¿Cuándo empezó a dar sus primeras patadas a un balón?

– Mi hermano jugaba, mi padre también fue jugador y luego entrenador. En casa solo se hablaba de fútbol. Jamás probé otro deporte porque desde el principio me encantó. Como no había equipo femenino, jugué con chicos hasta los quince años.

– Ha comentado que nace en una familia con mucha tradición futbolera.

– Mi padre no se pierde ningún partido. Incluso suele venir mucho aquí y después de los partidos es la primera persona con la que hablo. Mi madre, aunque entiende menos, siempre intenta verme. Para mí lo son todo. Siempre han estado apoyándome.

– Debutó en 2013 con la selección checa. ¿Qué significó para usted?

– Fue un recuerdo precioso, de los mejores. Representar a tu país es un sueño cumplido. Ahora, además, soy la capitana y eso lo hace incluso más especial. Mi familia está muy orgullosa.

– Ha jugado en República Checa, en Alemania, en Sevilla y ahora en Donostia desde el año pasado. ¿Hay diferencias de un país a otro?

– Bastantes. En Alemania la gente es más fría, lo contrario que aquí. En España me sentí muy acogida desde el principio, aunque el idioma me costó. El estilo de juego también es distinto: en Alemania es más físico, se corre y se lucha mucho, pero prefiero España por la calidad que hay en el campo y su cultura.

– Entre Sevilla y Donostia, se queda con...

– Me gustó Sevilla por el clima, salvo en verano que es demasiado caluroso. Pero estoy muy feliz en San Sebastián, con unas compañeras estupendas.

LOS INICIOS

«Como no había suficientes chicas, tuve que jugar 10 años con los chicos, hasta que hubo equipo femenino»

– ¿Cuál fue el cambio más duro en su carrera?

– Más que cambiar de país, la salida de mi casa a los 16 años para irme a Praga fue duro. Dejar a la familia con esa edad fue lo más difícil. Aprendí a madurar allí.

– ¿Qué le han aportado tantas experiencias en diferentes ligas?

– Aprender idiomas, hacer amigas para siempre, buscarte la vida sola... son experiencias que te forman mucho como persona. Hablo checo, inglés, alemán y ahora castellano, y eso también me será útil el día que deje el fútbol.

– El valor esencial para mantenerse en la élite es...

– La constancia, confiar en una misma y cuidar los detalles: descansar, comer bien, entrenar. Todo eso ahora lo valoro mucho más que cuando era pequeña.

– Su juego se caracteriza por la intensidad. ¿De dónde nace esa mentalidad competitiva?

– De la selección checa. Allí no siempre tenemos jugadoras tan técnicas como en España, pero siempre damos el máximo, competimos y corremos más que nunca. Creo que eso me ayuda a ofrecer un perfil diferente aquí.

– Su momento más complicado como profesional fue...

– Mis primeros meses en Alemania, seguro. No jugué nada, el equipo era muy fuerte y me sentía sola. Fue duro, pero también un gran aprendizaje: aprendí a esperar y valorar más las oportunidades cuando surgen.

– ¿Qué consejos daría a las niñas que empiezan en el fútbol?

– Que trabajen siempre, incluso en los momentos duros. Porque esos llegarán, es normal. No hay que rendirse ni dejar de entrenar. Después, cuando juegas, lo disfrutas aún más.

– Han empezado la temporada como un tiro y mañana reciben al Tenerife. ¿Cómo está viviendo el vestuario este inicio de campaña?

– Con mucha ilusión. Es la definición perfecta. Tenemos un vestuario muy sano, cargado de buen ambiente, y un entrenador que nos transmite confianza. Todos nos sentimos importantes, y esa es la clave. Merecemos estar donde estamos, pero la competición es larga.

– Además es la primera temporada de Arturo Ruiz como técnico txuri-urdin

– Es muy bueno. Tiene experiencia, sabe ganar y además es una persona cercana. Habla con todas, nos corrige pero confía mucho en nosotras. Eso da seguridad y se nota en el campo.

– Ahora juegan en el remodelado Estadio Zubieta.

– Es algo muy especial, un campo precioso que no muchos equipos tienen. Tener unas instalaciones así nos motiva más pero también nos obliga a dar lo mejor para demostrar que lo merecemos.

– ¿Cómo se siente a nivel personal en el equipo, rodeada de tanta juventud?

– Una abuela (ríe). Intento ayudar a las más jóvenes y aconsejarles con mi experiencia. Hay mucho talento y eso es fruto del trabajo de la Real, que siempre logra subir grandes jugadoras al primer equipo.

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