Que comience la década txuri-urdin

Esa balanza inicialmente inclinada hacia Bilbao ha ido equilibrándose con el paso de las temporadas hasta el punto de tener a una Real campeona de Copa y que se ha encontrado varias veces en disposición de romper el monopolio del Athletic. 28.367 aficionados también sintieron esa esperanza el día que se reunieron en Anoeta el 13 de octubre de 2019 en uno de los derbis más igualados de todos los tiempos. Pero tampoco se pudo.

Ha tenido que llegar el 2021 y la nueva década para que la Real por fin rompa con su juego, con una victoria y con la ventaja que ya tiene sobre el Athletic en la clasificación una barrera más en su ambicioso proyecto de seguir creciendo sin ningún límite en el horizonte. Queda mucho para la conclusión de la Liga, pero a las puertas de la decimoquinta jornada la Real aventaja en doce puntos a las vizcaínas, que atraviesan una racha negativa histórica al acumular nueve encuentros sin ganar.

El de ayer pareció otro partido en el que la ansiada victoria no iba a llegar. Después de un buen inicio visitante, metiendo a la Real en su propio campo, las jugadoras de Natalia Arroyo tomaron el mando del partido. La primera ocasión de gol fue txuri-urdin, con una volea de Nerea Eizagirre que terminó estrellándose en el palo derecho de la portería después de una gran parada de Andrea De la Nava. La Real tenía la posesión y las intenciones en su cabeza, pero no lograba plasmarlas sobre el césped. Al equipo, quizás por miedo de excederse en su ímpetu, le costaba avanzar metros y tuvo una consecuencia que no tuvo arreglo hasta el descanso: la prudencia de las cuatro defensas e Itxaso contrastaba con el ánimo de Franssi, Nahikari, Gemma, Bárbara Latorre y Eizagirre de tirar hacia arriba, teniendo el resultado de un equipo partido en dos y sin centro del campo.

El Athletic aprovechó esta circunstancia, dio la vuelta al guion y dominó el último cuarto de hora de la primera mitad, con ocasiones de Lucía García que obligaron a esforzarse mucho a Nanclares, que afianzó ayer su titularidad después de la baja no informada de Mariasun Quiñones.

La reanudación sirvió para que el equipo se convenciera de su superioridad sobre el rival y los segundos 45 minutos fueron un dominio sin réplica de la Real. Conectando y encontrando los espacios como no lo hicieron en la primera parte, las ocasiones de gol empezaron a caer. En el minuto 55 un excelente pase de Bárbara Latorre dejó a Nahikari sola ante la portera, pero la delantera de Urnieta no acertó y disparó desviado. Dos minutos después, otra vez Latorre, logró meterse en el área y centró raso, pero Franssi no pudo llegar a tiempo.

Unos minutos extraños, en los que la Real no terminó varias jugadas, dieron vida al Athletic y a punto estuvo de adelantarse, pero la asistente de banda señaló un fuera de juego que desde la grada dio la impresión de ser muy muy justo. Con el susto en el cuerpo y varios cambios realizados por Arroyo, en los que mostró sus intenciones de seguir yendo a por el partido dando entrada a Palacios y Maitane, las guipuzcoanas lograron el ansiado gol prácticamente en la siguiente jugada. Eizagirre botó un córner desde la izquierda y Bárbara Latorre, la mejor del partido junto a Ana Tejada, se adelantó al primer palo y cabeceó para que el balón entrase por encima de la portera.

Un tiro de Gemma, un taconazo de Eizagirre, un palo de la tolosarra... El gol dio alas a la Real y terminó el partido atacando y sin sufrir en defensa, dejando la sensación de que el 0-1 era un resultado corto después de la superioridad que transmitió en la segunda mitad.