Amaiur Sarriegi: «Cuando una es feliz, se nota sobre el terreno de juego, y yo lo soy ahora»
Jugadora de la Real Sociedad ·
La donostiarra no pone límites a esta Real antes de medirse al Atlético y en lo individual se nota «más suelta» en su segundo año en PrimeraEn cuanto el fútbol que siempre ha llevado dentro se ha adaptado a la Primera División, su rendimiento ha explotado. Hace año y medio jugaba ... en Segunda y hoy se exhibe en la mejor Real de los últimos años y en la selección absoluta. Rápida, desequilibrante, rematadora y con la cabeza en su sitio, a sus 20 años no parece fácil adivinar su techo individual. Ella prefiere hablar de lo colectivo. Pasado mañana a las 12.00 horas el equipo txuri-urdin, segundo en la tabla, visita al Atlético de Madrid, tercero. Partido en la cumbre. Ideal para estrellas emergentes.
– No es un duelo cualquiera el del sábado.
– El Atlético va a ser un rival directo durante toda la liga, y el duelo todavía tiene más valor jugando fuera. Estos partidos son importantes y muchas veces determinan dónde vas a estar al final de temporada. El equipo está con ilusión. Quiere ir allí a ganar. Venimos de una victoria contundente (4-0 al Betis) y eso nos refuerza.
– ¿Es el día idóneo para dar un golpe encima de la mesa?
– Yo diría que ganar sería dar un golpe más encima de la mesa. Creo que ya venimos haciendo méritos. El choque del sábado puede ser otra oportunidad para demostrar, no a nosotras mismas porque ya lo sabemos pero sí al resto, lo que podemos ser capaces de hacer esta temporada.
Amaiur Sarriegi
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Nacida en Donostia el 13 de diciembre de 2000.
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Posición y cualidades. Delantera desequilibrante, con visión de juego y buen remate.
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Trayectoria. Añorga (2014-2017), Athletic B (2017-2020) y Real Sociedad (desde 2020).
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Números. 13 goles la pasada temporada y 5 este curso con la Real. 9 goles en 5 partidos con la selección absoluta.
– ¿Qué es eso de lo que cree que son capaces?
– No nos ponemos ningún límite. Tenemos mucha ilusión y ganas de hacer cosas grandes esta temporada. Creo que podemos seguir con esta buena dinámica. Hemos tenido dos baches, sobre todo el del Levante en casa porque en Barcelona era difícil, pero estamos ilusionadas para pelear por los puestos de arriba.
– Por de pronto, ¿están disfrutando más que el año pasado?
– No sé si la palabra es disfrutar. Estamos siendo más regulares, más capaces de sacar adelante los partidos. Un ejemplo fue San Mamés. Un derbi que no estás dominando, donde no haces el juego combinativo que pretendes y no estás siendo la dueña. Vas y ganas contra una rival directa y en semejante escenario. Manejamos mejor los pequeños detalles que nos están haciendo ganar, somos más eficaces. Pero claro que disfrutamos, entrenando y compitiendo. Si no, no tendría sentido.
– La que sí disfruta más que la pasada temporada es usted.
– Yo siempre he disfrutado. No entiendo el fútbol sin el disfrute. Cuando se pierde o empata también hay que saber disfrutar. De los entrenamientos también hay que disfrutar. Me gusta el día a día. Me gusta esto, venir aquí todos los días, competir, jugar contra gente mejor que yo... Disfruto con lo que hago.
– ¿Se siente en el mejor momento de su carrera? Aunque con 20 años sea aún corta.
– Debuté en Primera el año pasado y cuando salía a jugar apenas tenía experiencia. Ahora es diferente. Sé lo que es salir de inicio, jugar contra según qué rivales... El año pasado todo era nuevo: las dinámicas de Primera, los entrenamientos... Ahora estoy a un buen nivel y, en consecuencia, el rendimiento está siendo bueno.
– Sería inexperta la pasada temporada pero marcó 13 goles. Este curso lleva 5. ¿Hasta dónde se va a ir?
– No me pongo límites. El objetivo no tiene que ser meter un número determinado de goles, entre otras cosas porque no es algo que dependa exclusivamente de ti. En todo caso, será consecuencia del trabajo que vayas a hacer. Se trata de hacer lo que está en tus manos, porque será lo que te lleve a hacer goles o a ayudar al equipo. Hay que centrarse en lo que una misma puede hacer y lo otro será una consecuencia.
«Partidos como el del sábado contra el Atlético determinan muchas veces dónde vas a estar al final de la temporada»
– Natalia Arroyo ha llegado a comentar que le podían las ganas y que necesitaba asentarse en la categoría para demostrar su verdadero potencial. ¿Está de acuerdo?
– Claro. Es así. Y cada año que pase estaré más suelta. La pasada temporada había clubes contra los que no había jugado nunca y campos que no había pisado. Tampoco estaba habituada al ritmo de Primera. Me costó, tuve mi tiempo de adaptación. Entrenando lo llevaba bien, daba un buen rendimiento, pero compitiendo me costaba un poco más.
– En menos de año y medio ha pasado de jugar en Segunda a tener un rol protagonista en una Real que está arriba en Primera.
– Es un rol más protagonista porque el fútbol hace que sea más protagonista. Las de arriba siempre nos llevamos los titulares. Es algo que llevo con naturalidad. Yo sigo haciendo lo mismo que el año pasado. Siempre vas mejorando diferentes aspectos, pero las ganas y el trabajo diario no cambian. Eso tiene que ser lo que una jugadora debe hacer: seguir trabajando esté donde esté, ir asimilando las cosas con naturalidad.
– ¿Cuál ha sido la clave de su progresión?
– El trabajo diario. La oportunidad me llegó el año pasado pero estoy segura de que sin el esfuerzo previo de tantos años no hubiera estado preparada. Sin ese trabajo no estaría donde estoy ahora.
– ¿De quién o con quién ha aprendido más?
– Desde que empecé en la ikastola, en Axular, jugar con los compañeros me hizo mejor. Luego he tenido muy buenos entrenadores: Ion Zabaleta en Añorga, Txus en el Athletic B, Iraia en el Athletic... Son gente que te hace mejorar y madurar. Sin su ayuda no estaría aquí.
– Su fútbol está recibiendo elogios y, sin embargo, se quedó en el banquillo en la última jornada contra el Betis. ¿Un toque de atención de la competencia que hay en la plantilla?
– Como te decía antes, hay decisiones y circunstancias que no están en mis manos. Hay una persona encargada de decidir la alineación cada jornada y esa no soy yo. Mi foco nunca va a estar ahí, va a estar en las cosas que puedo hacer yo para dar un buen nivel de manera que el staff considere que tengo que jugar. A partir de ahí, hay cosas que no son de mi competencia.
«No entiendo el fútbol sin el disfrute; cuando se pierde o empata también hay que saber disfrutar, y disfrutar con los entrenos»
– También ha debutado con la selección y ha marcado 9 goles en 5 partidos.
– Meter goles te da mucho reconocimiento, pero sobre todo estoy contenta por el nivel que he dado. Llevo tres convocatorias, una al final de la pasada temporada y dos esta, y la evolución ha sido muy positiva. Me quedo con eso. Estoy contenta por el nivel ofrecido tanto en los entrenamientos como en la competición. Los goles pueden ser una consecuencia de hacerlo bien, pero estoy contenta porque me estoy ajustando a las jugadoras de allí. Sobre todo las del Barça tienen muchos automatismos y es difícil entrar ahí. Es lo que estoy consiguiendo.
– ¿Guarda el balón con el que marcó cuatro a Islas Feroe?
– Así es. Me lo llevé, pedí a todas las compañeras de la selección que me lo firmaran y lo tengo en casa a buen recaudo.
– Hay Mundial en 2023
– Está lejos. Todas las que vamos ahora convocadas pensamos en la Eurocopa de este verano. Es una motivación, pero no como para hacer cosas diferentes a las que vienes haciendo.
– ¿Le han empezado a llegar cantos de sirena de grandes clubes?
– Estoy muy tranquila porque tengo contrato con la Real hasta 2023. Me encuentro muy a gusto y muy contenta aquí. No se me pasa por la cabeza nada sobre otros sitios que no sean Zubieta y el Z7.
«Meter goles te da mucho reconocimiento, pero estoy contenta por la evolución y por ir ajustándome al nivel de sus jugadoras»
– Si sigue con esta progresión, ¿hay alguna opción de que le sigamos viendo de txuri-urdin más allá de 2023?
– Sí claro, por qué no. Todas las opciones son válidas. Cuando llegue el momento decidiré, pero es muy pronto. Es algo que no me he planteado.
– ¿Cómo fue marcharse al Athletic con 17 años?
– Parece que Bilbao está cerca, pero al irte allí sales de casa y dejas a tus padres, hermanos y amigos. Te cambia la vida. El primer año iba y venía todos los días. Me llevaban mis padres. Luego ya, en la universidad, me quedé en una residencia. Dejas tu vida anterior y todo por el fútbol. Entonces, cuando en el fútbol las cosas no te van muy bien, cuesta llevarlo. A veces se me hizo bastante duro.
– ¿Tras esa vivencia valora más lo que está pasando ahora?
– Claro que sí. Ahora estoy muy bien, muy contenta. Feliz. Creo que eso tiene su reflejo sobre el terreno de juego. Cuando una jugadora está bien, se nota sobre el campo y yo soy feliz ahora.
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