Un equipo de locura

La Real juega al fútbol como los ángeles. Ayer hizo cuatro buenos goles y pudo hacer más de media docena. Pero no sabe lo que es el 'otro fútbol', ese fútbol que los equipos como el Sevilla por ejemplo dominan, y que da puntos. Muchos puntos.

Veamos. Minuto 44,30 de la primera parte. La Real gana 0-3 y tiene el balón su portero. En ese instante, en ese momento del partido no hay sistema de juego que valga. Hay que jugar con cabeza y mandar la pelota en largo al otro campo, mantener la posición y, si hace falta, defender con orden un minuto. Pero no. La Real quiso jugar el balón, lo perdió y el árbitro convirtió una falta de Ávila en contra. Gol. No es la primera vez que pasa.

Sigamos. Minuto 91 de partido. 3-4 en el marcador. Falta a Zaldua. El Sevilla hubiera sacado esa falta en el minuto 93. Nosotros no. Zaldua se levanta y sacamos rápido en busca de... en busca de no sé qué. Pero hay más. Todavía en el minuto 91 hay otra falta al propio Zaldua. Se vuelve a levantar y volvemos a sacar rápido, antes de que se cumpla el minuto 92... Hay que saber jugar el otro fútbol, porque de verdad que también da puntos.

Pero vayamos a lo bueno, a la exhibición blanquiazul, que seguramente ha sido la mejor media hora de fútbol de un equipo en esta Liga. Fueron tres goles, que de no mediar esa falta de cabeza debían haber resuelto el partido, pero pudieron ser más de no mediar la actuación del mejor jugador de Osasuna, su portero Herrera. La Real, de la mano de un excepcional Odegaard, encontró autopistas por dentro, en donde otros solo ven defensas rivales, para romper en pedazos a Osasuna y amenazar con una goleada de escándalo. Los de Imanol incluso forzaron los errores inusuales del equipo de Arrasate, en una media hora de ensueño, culminada con la falta del noruego, que en nada tiene que envidiar a las mejores de Messi.

En esta primera parte los blanquiazules demostraron las virtudes que le han llevado a estar hoy en quinta posición cuando solo falta una jornada para que termine la primera vuelta. Y eso que van diez partidos fuera y solo ocho en el Reale Arena, en donde sin duda los de Imanol se van a jugar las opciones europeas, que ahora mismo son muchas.

Mi felicitación y grande a Imanol por cómo tiene al equipo y mi felicitación a los realistas, que tanto nos están haciendo disfrutar. Eso sí, hay algunos problemas, el más evidente la posición de Llorente, que hay urgencia por resolver. Feliz año a todos.