«El dinero de Isak ayudó a planificar el futuro y a apuntalar el equipo»

El curso anterior fue el primero, tras los tres precedentes, que no resultó afectado por lel covid, aunque la Liga vio mermados sus ingresos por derechos de retransmisión, que en el caso de la Real bajaron de los 75 millones que recibió en la 21/22 a los 65. Aperribay ha explicado que se debió al efecto que tuvo la pandemia en la hostelería, que paga una buena cantidad por ofrecer los partidos a sus clientes, y a la renegociación a la baja del contrato de televisión en China.

Sin embargo, el traspaso de Isak tuvo un impacto positivo en las cuentas de 46,7 millones, como ha explicado la consejera Nerea Aramburu, por eso el capítulo de la venta de inmovilizado inmaterial ascendió a 48,6 millones. El resto son partidas cobradas por Ryan, Portu, Sagnan, Juanmi, Bautista y Karrikaburu.

Aunque el resultado final del pasado ejercicio arrojó solo un superávit de 5,7 millones teniendo en cuenta el montante recibido por Isak, el EBIDTA –resultado del negocio sin considerar el efecto de los intereses, las depreciaciones y las amortizaciones– fue de 32,8 millones.

El club utilizó gran parte de ese dinero para aumentar las inversiones, tanto en Zubieta como en la plantilla deportiva. Aperribay explicó que el dinero obtenido por Isak sirvió «para planificar el presente y el futuro del club al invertir mucho en las renovaciones de los más jóvenes como Urko, Pacheco, Turrientes, Marrero y Olasagasti, así como apuntar el equipo con los fichajes de Brais, Cho, Kubo y Sadiq, la cesión de Sorloth y las renovaciones de hombres claves como Remiro, Oyarzabal, Zubeldia, Aritz, Le Normand y Zubimendi».

El presupuesto de esta temporada es capaz de aguantar el mismo nivel de gasto gracias a los ingresos procedentes de la Champions, cifrados en una estimación más que prudente de 44 millones contando con el cobro del Bono Europa. Sin embargo esa cantidad se quedará pequeña por la buena trayectoria del equipo.

Jugar la Champions también conlleva un aumento de los gastos variables en 34 millones en concepto de primas, sueldos, viajes y demás. Los contratos en el fútbol de hoy van ligados a objetivos, y la Real remunerará a sus jugadores como corresponde a su rendimiento. Por eso los gastos de personal suben de 94,4 a 98,9 millones. Eso sí, los ingresos de televisión vuelven a los 75 millones y se contempla un millón más por socios y abonados por el aumento de las cuotas.

El mandatario txuri-urdin señaló que si el resultado de la campaña actual vuelve a ser mejor al esperado se invertirá el dinero en mejorar el equipo. «La experiencia que hemos vivido con otros clubes nos dice que cuando salgamos de Europa lo haremos con déficit, pero eso queremos variabilizar los gastos de la cuenta de explotación para no tener sustos después».

Aperribay subrayó la «solidez económica del club» y su «sostenibilidad cara al futuro» al explicar el balance de situación del club. Aquí se congratuló de que los fondos propios son de 62 millones y recordó que «cuando entramos eran negativos en 40 millones». Señaló que el objetivo de la Real «no es obtener benficios sino representar a su sociedad, formar y acompañar a los más jóvenes, y entretener y apasionar a la afición. Pero tener beneficios cada año nos ha ayudado a afrontar retos importantes como salir del concurso de acreedores, acometer la reforma del estadio o tener un equipo competitivo que desde 2013 ha estado siete veces en competición europea».

Cifró el patrimonio neto en 75 millones y el patrimonio neto a efectos de disolución con el préstamo participativo de la Liga es de 149 millones, «lo que significa que tenemos unas cuentas sólidas». En este punto indicó que el balance de la entidad está bien estructurado y que la aportación de 100 millones del fondo CVC que corresponden a la Real como consecuencia del Plan Impulso de la LaLiga se recogen en el pasivo no corriente, dentro de la deuda a largo plazo, en forma de préstamos participativos, por lo que no implica un desembolso de dinero. Su retorno se produce por la explotación de un parte de los derechos comerciales y de televisión de LaLiga que CVC tiene en los próximos 50 años.

La deuda que debe pagar el club es de 29 millones. Seis corresponden a tres créditos que se solicitaron a entidades financieras –Kutxabank y Banco Sabadell–, dos que vencen en 2025 y se pidieron durante la pandemia, y un tercero en 2027. Los 23 millones restantes corresponen a cantidades pendientes de abonar a otros clubes por fichajes. En sentido contrario, la Real tiene pendiente de cobrar 35 millones por traspasos.

El presidente destacó que «en el inmovilizado intangible deportivo el valor que se recoge de la plantilla es de 63 millones mientras que el de Transfermarkt es de 395 sin contar Tierney y André Silva. Esto quiere decir que el dinero de la Real está bien invertido y la juventud de la plantilla nos indica que la solidez de las cuentas es alta».