Dos días para pintar un rombo
Imanol debe decidir, entre este viernes y sábado, los futbolistas que elige para salir de inicio el domingo en Cádiz en una línea medular en la que no entran todos los jugones
Primera comparecencia de Imanol este viernes en la sala de prensa de Zubieta. Seguro que emerge la cuestión. «Míster, ¿apuesta usted este año por el ... rombo?». Pregunta retórica. No habrá un 'sí' o un 'no' por respuesta. El dibujo de cuatro centrocampistas es, comentará a lo sumo el entrenador, «una alternativa más». Y como la obstinación periodística va más allá en esto del fútbol, el siguiente interrogante reclamará nombres. «¿Por qué jugadores apuesta para esos cuatro puestos?». Ahí el míster tiene coartada para la respuesta por elevación. Hasta nueve futbolistas tiene disponibles para alinear en la medular: Zubimendi, Merino, Illarramendi, Guevara, Turrientes, Brais, Navarro, Silva y Kubo, a los que se añadiría Oyarzabal cuando se recupere. Es la ecuación a despejar entre este viernes y sábado, con sendas sesiones de trabajo programadas. Debe decantarse por cuatro, si es que se confirma que opta por la figura geométrica de cuatro lados.
Los dos entrenamientos que restan para llegar al primer compromiso liguero del curso servirán al míster para resolver el dilema. Primero porque serán jornadas donde poder confirmar la mejoría física de jugadores que han estado tocados como Martín Zubimendi y David Silva. Segundo, porque ante las dudas –si es que las tiene–, la intensidad y el punto de finura que puedan demostrar unos y otros terminarán de convencer al staff técnico.
Al elevado número de efectivos disponibles para esas demarcaciones se une su polivalencia, lo que multiplica las posibles combinaciones. Los ocho futbolistas mencionados pueden jugar en distintas alturas del centro del campo, el escenario deseado para el oriotarra y el más difícil para quienes tratan de pronosticar un once. No entran todos en una alineación, por mucho que se sacrifiquen los extremos para poblar los espacios por dentro. Por ello, Imanol está en la tesitura de tener que prescindir de alguno de sus jugones en el equipo que diseñe para enfrentarse al Cádiz.
Elegir es renunciar
Merino parte con el cartel del 'mejor jugador de la Liga' que le puso su míster. Illarramendi ha vuelto a nacer futbolísticamente tras una odisea de lesiones. Zubimendi ha alcanzado el mejor punto de madurez de su carrera. Silva sigue teniendo magia. Brais atesora clase como para pagar por él 14 millones. Robert Navarro está que se sale. Kubo aporta electricidad allá donde se le coloca, también en la zona de enganche. Tal vez Turrientes, por su inexperiencia, y Guevara, por el discreto papel desempeñado el último curso, parten con algo menos de opciones. Imanol tendrá que elegir, o lo que es lo mismo, renunciar. Los primeros seleccionados y descartados se conocerán el domingo.
El perfil de los delanteros blanquiazules también favorece la utilización del rombo, ya que Isak y Carlos Fernández escapan del cliché del nueve de referencia y son puntas combinativos y con movilidad. El dibujo, por tanto, cobra credibilidad –con el recurso siempre valioso de la sorpresa guardada en la recámara–, pero ahora queda lo más delicado. Pintar el rombo. El míster tiene dos días para hacerlo.
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