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Después de un derbi soso, malo y en el que la Real no estuvo al nivel que requería la cita, la mejor noticia de todas ... es que durante toda la semana se ha visto a un punto de posiciones europeas. No vamos a engañar a nadie, el equipo de Imanol necesita sumar como mínimo siete si quiere tener opciones de jugar el año que viene en Europa. Cada partido que resta otorga lógicamente tres puntos, pero los más sencillos de lograr son claramente los seis de casa ante Celta, rival directo, y Girona. Eso implica que la Real debe rascar alguno en una de las dos salidas que le quedan al Metropolitano y al Bernabéu.
Lo verbalizó ayer Traoré en una entrevista con este periódico y también dio a entender que el vestuario confía en ese mismo plan. Ninguno de sus rivales va sobrado y si se consiguen ganar los dos partidos de casa y al menos un empate, la Real sumaría 50 puntos que podrían ser suficientes. Estaría al límite porque el resto de equipos también juegan y lo peor de todo es que con hipotéticos empates a puntos los realistas siempre saldrían perdiendo con todos. De momento, con el Celta, también tendría que remontarle el martes el 2-0 que recibió en Vigo.
Ganar al Atlético de Madrid en el Metropolitano sería dar la campanada. Los de Simeone se hacen fuertes en su feudo y si bien se han dejado puntos en las últimas semanas fuera de casa ante Getafe, Espanyol, Las Palmas y Alavés, en el Metropolitano siguen manteniendo el ritmo. Para calibrar lo complicado que es ganar como visitante allí no hay más que echar un vistazo a los datos.
En los últimos 18 partidos disputados en tierras madrileñas la Real solo ha conseguido ganar una vez. Imposible borrar de la memoria aquel gol de Xabi Prieto al contragolpe superando a Courtois por bajo en la temporada 12/13. Desde el curso 02/03 la Real solo ha sumado cuatro empates, mientras también se ha vuelto a casa con trece derrotas. Robar puntos en el Metropolitano, y más tal y como está el equipo, no parece tarea sencilla.
Para ganar, indudablemente, hay jugadores que tienen que dar pasos adelante. Desde la última victoria liguera de la Real, de la que ya ha pasado casi un mes cuando superó 1-3 a la UD Las Palmas, solo Oyarzabal ha conseguido perforar la red rival en liga. El capitán hizo un doblete en La Cerámica. El problema es que nadie acompaña al '10' en ese sentido. La Real cayó 0-2 ante el Mallorca, 1-0 ante el Alavés y el reciente 0-0 ante el Athletic. Nadie hace goles. El último tanto liguero de Kubo, por ejemplo, se produjo a comienzos de febrero ante el Leganés (marcó el segundo del 3-0 final). Más allá de eso, el nipón, estrella indiscutible de este equipo, no ha dado ni una sola asistencia en este campeonato. No son buenos números los del asiático.
Otro de los que tiene que recuperar su nivel es Martin Zubimendi, que ante el Athletic cuajó de los peores 45 minutos que se le recuerdan con la zamarra blanquiazul. En un estadio tan complicado como el Metropolitano, además de generar juego, también hay que correr mucho y abarcar campo y ahí hay pocos mejores que Zubimendi. ¿Pero qué Martin veremos?
Con Zubeldia ya recuperado para la causa, la principal duda de Imanol reside en saber cuál será la pareja de centrales. El oriotarra reconoció ayer que el azkoitiarra está en condiciones de ser titular pero viendo el rendimiento de Jon Martín, de lo mejor el último mes, podría mantenerse en el once inicial. Aramburu podría ganarle la partida a Traoré siendo un choque más físico mientras que Aihen estaría por delante de López. Zubimendi es fijo y Brais y Sucic podrían volver a estar juntos en los interiores. Imanol confesó que hay algunos jugadores «con dolores» y si se trata del croata no se puede descartar a Marín, uno de sus hombres de confianza. Barrenetxea y Gómez pugnan por el extremo.
En el Atlético se esperan cambios porque el Cholo ha ensayado dos días seguidos sin dos puntas, como le suele gustar, al estar Julián Álvarez sancionado. Sorloth será titular mientras que el argentino podría abandonar su clásico 1-4-4-2 para poblar el centro del campo con una especie de 1-4-5-1. Koke, Barrios y De Paul serían los interiores, con Lino en banda izquierda y Simeone en banda derecha. Juegue quien juegue, el Atlético siempre es competitivo y una roca difícil de superar. No fallar y acertar, las clásicas claves.
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