Los cuatro centrales del 'muro' txuri-urdin
Robin Le Normand, Igor Zubeldia, Jon Pacheco y Aritz Elustondo componen el núcleo de la zaga realista
Robin Le Normand
Una roca cuyo salto a la selección le ha colocado en el escaparate
Robin Le Normand (Pabu, 1996) se ha asentado como uno de los pilares del equipo titular de Imanol. Robusto, contundente y expeditivo, lo juega todo ... si no media lesión. Con 27 años se encuentra en plena madurez deportiva y ha acumulado experiencia suficiente en las últimas cinco temporadas, en Liga y en Europa, como para adquirir la sabiduría que se le requiere a un central. Semejante nivel ha acreditado en la Real que Luis de la Fuente le instó a que lograra la nacionalidad española para abrirle las puertas de la selección absoluta. Esta circunstancia le ha terminado por colocar en un lugar destacado del escaparate del mercado. Y aún no se ha jugado la Eurocopa. Pulido por Imanol desde en Sanse, el '24' es ya sinónimo de solvencia y garantía de lucha.
El Atlético de Madrid pretende al bretón, aunque no es el único equipo que quisiera hacerse con sus servicios. Su cláusula asciende a 60 millones y su valor de mercado ronda los 40, por lo que muy pocos clubes pueden permitírselo. La Real no está por la labor de descapitalizar su defensa, aunque siempre ha sostenido que cada futbolista debe jugar donde quiera. Si algún proyecto logra seducir al central realista, se vería abocada a encauzar una negociación en los términos más satisfactorios posibles para sus intereses.
Igor Zubeldia
Futbolista integral que ha bordado su especialización como central
Se mire por los números o por las sensaciones, el rendimiento de Igor Zubeldia (Azkoitia, 1997) resulta extraordinario. Ha disputado 42 partidos como titular en una temporada en la que ha culminado un proceso de especialización como central que pasará a la historia. Siempre fue un futbolista integral, por visión de juego y trato de balón, pero la contundencia que ha adquirido en el eje de la zaga, además de su capacidad de concentración y su disciplina táctica, completan un elenco de virtudes que, según su entrenador, le hacen también merecedor de ser convocado por la selección absoluta. Al de Azkoitia no le hace falta tener 1,90 de estatura y espaldas de nadador para ganar duelos. Ha tenido a raya a algunos de los atacantes más peligrosos de la Champions. Igual que Le Normand, ha alcanzado la plena madurez como deportista. Está en lo más alto. Y su compromiso con los colores que deseó desde que era un niño llega a paliar los mínimos bajones físicos.
Capítulo aparte merece su calidad técnica cuando se trata de jugar el balón, cualidad que se valora especialmente en un fútbol basado en el pase y la combinación. Por todo ello, Zubeldia marca el techo de nivel en el eje de la zaga. Un diamante autóctono que explica gran parte del ciclo exitoso de esta Real.
Jon Pacheco
Contundencia y elegancia al alza para liderar una nueva generación
Se veía venir y ha llegado. Jon Pacheco (Elizondo, 2001) ha confirmado esta temporada las maneras que apuntaba. Ha roto el cascarón del primer equipo, a pesar de contar con la competencia de Aritz, Le Normand y Zubeldia, y su escalada no tiene marcha atrás. Sus participaciones -22 partidos y 15 titularidades- han confirmado su sello de garantía y su juventud vaticina que lo mejor está por llegar. A su habitual seguridad en los duelos aéreos -favorecida por un físico privilegiado- y su característica de buen marcador, ha sumado en la última temporada una agresividad que le coloca en una clasificación top de centrales. Ha ganado en contundencia. Por si fuera poco, el golpeo de zurda le convierte en un valioso recurso para armar ataques desde atrás con una elegancia innata y su envergadura le permite sumarse al remate en acciones de balón parado.
El baztandarra está llamado a ser el líder de una nueva generación de jugadores nacidos en el siglo XXI y en la presente temporada ha experimentado el salto cualitativo que ha llevado a la Real a contar con tres centrales titulares, un lujo al alcance de pocos clubes europeos. Es el único zurdo natural en esa demarcación, lo que también le otorga un valor añadido para actuar desde el flanco izquierdo.
Aritz Elustondo
Casta y pundonor sobre el césped, una institución en el vestuario
Proporciona en dosis elevadas aquello que tantas veces requiere la afición y que tan necesario resulta en el deporte: energía, casta, pundonor, amor propio, orgullo... Además, lo contagia. Aritz Elustondo (Beasain, 1994) es la competitividad en persona y esa virtud le ha servido para sobrevivir una década en la élite siendo siempre una baza de la confianza de Imanol. Su intensidad y agresividad han anulado a muchos delanteros. Responde al perfil de defensa de corte clásico, cuyo primer mandamiento consiste en no permitir el avance rival, y el estado de forma físico que ha atravesado en cada momento le ha concedido el margen para mayores o menores despliegues a la hora de prestar ayudas o incorporarse al ataque. Las lesiones han interrumpido varias veces su trayectoria pero en la continuidad se ha erigido en una pieza de rendimiento seguro. En la faceta ofensiva, y pese a no destacar por su altura, ha generado numerosas acciones de peligro en jugadas de estrategia, dominando distintos registros.
Pero el valor del beasaindarra no se agota en lo estrictamente futbolístico. Su condición de experto le confiere cierta autoridad ante los jóvenes y sus habilidades personales le convierten en una institución en el vestuario.
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