Cuatro argumentos para levantar el vuelo
La presión avanzada, el impacto de Aguerd y Sucic, el trabajo de Sadiq y la mejoría atrás hacen de la visita a Palma una oportunidad
El peligro que tiene perder seis puntos en los dos primeros partidos de Anoeta ante sendos aspirantes a la permanencia como Rayo y Alavés es ... que te van a lastrar durante un buen tramo de campeonato, porque para remontar el vuelo se necesitan resultados extraordinarios que son difíciles de conseguir hasta que la maquinaria esté bien engrasada. La victoria en Cornellá y el empate en Getafe entran dentro de lo razonable pero ante el Real Madrid se perdió como suele ocurrir bastante a menudo, por lo que cuantitativamente la Real sigue igual de pobre que el viernes.
Sin embargo, y a diferencia de lo que transmitió en otros partidos, esta vez sus sensaciones fueron más positivas y eso siempre es un punto de apoyo importante para levantarse. Mañana visita a un Mallorca que mantiene el bloque del año pasado y que tiene en el banquillo a un Arrasate que le conoce mejor que nadie. Lo que toca es dar continuidad a los muchos aspectos positivos que dejó el choque ante el Real Madrid, entre los que destacaron los siguientes.
Presionar para atacar mejor. La Real de los últimos años ha ido modelándose y variando su libreto para permanecer durante tanto tiempo en los puestos de arriba. Pero una de las facetas que le han caracterizado ha sido la presión ofensiva en campo contrario, no entendida solo como una manera de retrasar el avance rival sino concebida como recurso importante para nutrir el ataque. Aquella primera línea de cuatro para ir alto de la temporada 19/20 con Portu, Odegaard, Isak y Oyarzabal marcó una tendencia que se ha mantenido hasta ahora de una manera u otra. Pero en las cuatro jornadas anteriores esa presión no se había visto por ningún lado, lo que hacía de la Real un equipo que solo jugaba a una velocidad, no recuperaba en posiciones peligrosas y era incapaz de contragolpear.
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El sábado Imanol demostró tener bien estudiado al Real Madrid y orientó los ataques blancos en zona de iniciación hacia Rüdiger, consciente de que su salida a pierna cambiada deja mucho que desear. Ahí tocó a rebato para tapar las líneas de pase y generar una importante bolsa de recuperaciones. Dos balones robados por Kubo y Aramburu acabaron estrellándose en la madera por medio de Sucic y Becker con Courtois batido.
La Real de las cuatro primeras jornadas jugaba al mismo ritmo en defensa y en ataque pero ante el Madrid recuperó la chispa
La Real, con mucha gente que jugaba junta por primera vez, generó hasta cinco oportunidades clarísimas en la primera hora de partido, bastante más que en la última visita del cuadro merengue el 26 de abril y eso que entonces los de Imanol formaron con su once de gala, entre ellos Le Normand y Merino, y el rival se presentó arriba sin Vinicius, Rodrygo y Mbappé, que aún estaba en el PSG.
La importancia de un 'nueve'. Sadiq fue el elegido por el oriotarra para formar arriba dado el esguince de tobillo de Oyarzabal, que Óskarsson acaba de llegar y que el nigeriano se había entrenado las dos semanas de parón a pleno rendimiento en Zubieta. Y la apuesta le salió bien porque generó mucho para el equipo y la Real atacó mejor que nunca.
Hace tres meses, en su repaso a la temporada anterior, Olabe admitió que no había aportado continuidad en el rendimiento, también seguramente influido por la grave lesión de rodilla que sufrió nada más llegar en 2022, pero que era un delantero diferente y eso era lo que buscaban cuando fueron a ficharlo. También recordó que había participado de algunos de los mejores partidos del equipo el año pasado. Y así es, porque fue titular en las goleadas al Getafe y Athletic en Anoeta y en la conseguida en Villarreal, en el triunfo contra el Sevilla en casa con un golazo desde fuera del área, en la victoria en Granada o en el empate sin goles en San Siro ante el Inter. Y eso reconociendo que su rendimiento está lejos de los 20 millones invertidos en su fichaje.
Pero una cosa es eso y otra negarle el pan y la sal. Sadiq nunca va a tener la elegante galopada de Isak con el balón cosido al pie ni la pegada de Sorloth en el remate porque es distinto. Siempre lo ha sido. Él es el típico delantero que es un incordio para los centrales, que los fija para que los compañeros de segunda línea lleguen mejor y que hace un buen trabajo en la presión, algo que destacó Olabe de él en aquella comparecencia.
El sábado fue el que saltó a Rüdiger, el elegido para provocar las pérdidas al Real Madrid, orientándole bien hacia afuera para que tuviese que jugar más incómodo con su pierna mala. Esa labor pasa desapercibida pero fue realmente importante. Como seguramente tampoco se percibió que un saque de banda que sujetó en el corazón del área para abrir después a Sergio Gómez para que centrara fue clave en las dos ocasiones consecutivas de Sucic y de Kubo que no entraron de milagro. Sí que tuvo más visibilidad la combinación con el croata que acabó en el poste en la primera jugada de la segunda parte. Jugar con un 'nueve' es importante para que la Real recupere presencia en ataque.
Buena pinta de los nuevos. La presentación en sociedad de Sucic y Aguerd no pudo ser mejor. El central marroquí demostró carácter y personalidad en su debut como txuri-urdin. Imanol lo confirmó en sala de prensa cuando dijo que «en el primer entrenamiento le escuché hablar más que a alguno en cinco años». Aunque aún tiene que acoplarse al colectivo, destacó en varios duelos individuales contra Mbappé y generó dos buenos cabezazos en ataque a balón parado que llevaron peligro sobre la portería de Courtois.
El impacto del estreno de Sucic fue aún mayor. El croata apenas había jugado siete minutos ante el Rayo, pero le ha bastado un partido para demostrar que puede ser un hombre muy importante. Con 22 años firmó dos remates al palo contra el Real Madrid como quien no quiere la cosa y juega en el salón de su casa. Le dio igual tener delante a una leyenda de su país como Luka Modric. Exhibió presencia física, zancada, buena visión de juego y llegada, algo importante para un centrocampista ofensivo. Se ve que dará muchas alegrías en cuanto juegue con continuidad.
Aunque Jon Mikel Aramburu no es nuevo, sí lo es el rol que tendrá que desempeñar tras la lesión de Traoré. Hasta ahora había sido una alternativa y ahora se puede convertir en uno de los titulares si progresa como lo ha hecho hasta ahora. No es fácil hacer semejante marcaje a Vinicius condicionado por la mirada de un Martínez Munuera con ganas de expulsarte. Y salió vivo del trance. También secó en mayo pasado a Yamal en Montjuic. Debe pulir muchas cosas, pero la Real puede haber encontrado al lateral derecho de esta temporada.
Mejores prestaciones atrás. Aunque en las visitas a Espanyol y Getafe el comportamiento defensivo fue bastante aceptable, es en casa donde un equipo mide su fiabilidad atrás cuando tiene que compaginar la responsabilidad de atacar con la de defender.
Después de que ante el Rayo y el Alavés estuviese dubitativa atrás, el sábado dejó buenas sensaciones en un partido de tú a tú
Frente al Rayo hizo concesiones impropias de un equipo de Primera, ya que además de los dos goles que regaló, Remiro ya tuvo que salvar dos situaciones comprometidas con empate a cero. Frente al Alavés, por mucho que influyó la expulsión de Oyarzabal, sucedió tres cuartos de lo mismo. En la primera parte los córners en contra se convirtieron en un calvario y en la segunda Zubeldia lo pasó fatal para frenar a Toni Martínez.
El sábado, teniendo delante a Rodrygo, Mbappé y Vinicius, la Real mostró la firmeza requerida en estas ocasiones. Es cierto que el francés se sacó dos buenas jugadas de encima, algo que fue más mérito suyo que demérito blanquiazul, y Rüdiger tuvo una clara ocasión a balón parado. Pero los goles blancos llegaron en sendos penaltis, el segundo inexistente, en una demostración de la solvencia de la Real para correr hacia arriba pero también hacia atrás.
Ahora de lo que se trata es de confirmar la mejoría en todos estos aspectos del juego mañana en Mallorca y el sábado contra el Valladolid, dos partidos en los que el cuadro realista necesita recuperar parte de los puntos que dejó escapar ante Rayo y Alavés en casa.
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