La realidad de la conversación de Mikel Oyarzabal con la afición de la Real en Mendizorrotza

La Real Sociedad cayó derrotada ante el Alavés en Gasteiz sin disparar a puerta, algo que obviamente no gustó a los aficionados desplazados y a todos los que siguieron el partido por la televisión. Con el pitido final de Busquets Ferrer la inmensa mayoría de jugadores se acercó al córner donde estaban ubicados los más de 300 realistas desplazados, momento en el que ocurrió el desencuentro con solo un implicado. Un aficionado, ubicado en una zona alta de la grada visitante, profirió insultos y diferentes gestos a Mikel Oyarzabal, que, como todos los futbolistas, se acercó a dar las gracias por el esfuerzo en la animación porque lo cierto es que los realzales se dejaron notar en Mendizorrotza pese a estar en minoría.

El problema surge cuando este aficionado, que fue solo uno, insultó a un Oyarzabal que se aproximó hasta la valla publicitaria para invitar a este hincha a que bajara a entablar conversación con él. Con el claro gesto de «hablar» realizado con la mano, el capitán le gritó desde la distancia para que le escuchara. El aficionado no acudió a la cita y se marchó del lugar sin charlar con el '10' realista, algo que sí que hicieron miembros de Bultzada ubicados en las primeras filas. «¡No sabéis defender el escudo!» o «¡Hay que echarle más cojones»!, fueron algunos de los improperios lanzados por el 'realzale' a Oyarzabal.

Varios realistas pidieron al capitán que el grupo de futbolistas se acercara a la zona visitante para agradecer el esfuerzo, mientras que Oyarzabal respondió a los mismos diciendo que en estos malos momentos lo mejor que le puede pasar a la Real es que todos estén unidos. La conversación duró dos o tres minutos y estos aficionados y el propio eibartarra hablaron de buenas maneras intercambiando diferentes opiniones. No hubo desencuentro con el grupo de animación, más bien todo lo contrario. Junto a Oyarzabal estaban Aihen, Kubo, Turrientes y Pacheco, que regaló su camiseta y saludó a algunos aficionados ubicados en la primera fila.

Fue entonces cuando se empezó a escuchar el cántico habitual de «Mikel, Mikel, Oyarzabal» antes de que los futbolistas abandonaran el lugar para marcharse a la ducha. El propio Imanol confirmó esta versión de los hechos. «No ha pasado nada y no creo que hubiese esa tensión. Un aficionado le ha hecho malos gestos, pero éste se marchó del lugar. Con el resto de aficionados ha hablado con tranquilidad y no ha pasado nada», sentenció el de Orio en la sala de prensa de Mendizorrotza.

La Real no está pasando por su mejor momento, ni en resultados ni en lo anímico, por eso mismo Oyarzabal agradeció y pidió estar juntos para salir de bache y tratar de quedar entre los ocho primeros en este tramo final de la temporada. El capitán volvió a hablar en zona mixta mientras que se marchó de Mendizorrotza tranquilo y hablando con Guevara antes de subirse al autobús para regresar a casa. 

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