Mercado de fichajes - Real Sociedad
Comprar parte de su pase, opción con Sergio GómezLa Real puede utilizar para fichar al futbolista del Manchester City la misma fórmula que en su día empleó para traer a Vela, Llorente, Isak o Kubo
La de Sergio Gómez es la principal negociación que tiene abierta la Real en estos momentos. El jugador lleva tiempo en el radar del ... club, desde su época en el Huesca hace cuatro temporadas, y ahora que ha visto la oportunidad se ha lanzado a por él. Sin embargo, sacar a un futbolista de un equipo tan importante en el panorama mundial como el Manchester City no es tarea sencilla.
Cuenta a favor que al catalán le gusta el proyecto txuri-urdin y eso es un punto de partida importante al afrontar una operación de este calado. Sabe que la Real ya le ha sondeado con anterioridad y ese interés que viene de lejos le halaga, principalmente porque es consciente del crecimiento que ha experimentado en los últimos años la entidad de Anoeta. Públicamente ha manifestado más de una vez que el blanquiazul es un equipo por el que siente admiración.
Eso no significa que no esté contento ni agradecido al Manchester City, ya que a pesar de no haber jugado demasiado en sus dos temporadas allí ha disfrutado en un club grande a las órdenes de Pep Guardiola, un entrenador que siempre marca a los jugadores que tiene bajo sus órdenes. Pero a sus 23 años entiende que necesita de un destino que le ofrezca jugar con regularidad para dar un paso adelante en su carrera profesional.
Al club txuri-urdin le facilitaría atender ahora las demandas económicas del City por el futbolista
El conjunto inglés se beneficiaría a futuro de su revalorización al guardarse un porcentaje de su venta
En este punto, y a pesar de que también tiene otros pretendientes, sus intereses concluyen con los de la Real. Lo que hace falta ahora es que el tercer implicado, el City, también salga beneficiado de la operación. Es ahí donde hay que tener altura de miras e imaginación para que todas las partes salgan contentas.
En los últimos años han demostrado tenerlas en Anoeta para traer futbolistas de algunos de los clubes más importantes. La cesión ha sido una de las fórmulas más utilizadas, como ocurrió el verano pasado con Tierney (Arsenal) y André Silva (Leipzig), o con Rafinha (PSG) y Sorloth (Leipzig) unos años atrás. Se trataba de un perfil de jugador de entre 27 y 30 años, en su mejor edad deportiva y que venía a aportar un rendimiento inmediato. No parece que sea el caso de Sergio Gómez, un chaval de la misma generación de Olasagasti o Roberto López, por poner dos ejemplos cercanos, y que teniendo un presente importante también representa una apuesta a medio y largo plazo. Mikel Merino llegó con una edad similar también desde la Premier en 2018.
Por este motivo no parece que la Real vaya a apostar por un préstamo para traer al de Badalona sin garantizarse que después pueda aprovecharse de una explosión posterior. Si dispone de una de las plantillas más valiosas es porque se hace con jugadores con recorrido por delante capaces de progresar individualmente y, a su vez, añadir riqueza al colectivo. Eso en un año es imposible de conseguir, por lo que cabe pensar en un traspaso.
En la época de Aperribay, el club ya ha demostrado más de una vez su habilidad para solventar contrataciones que se adivinaban complejas mediante la compra de un porcentaje de los derechos del futbolista, una fórmula que consigue satisfacer a todas las partes.
De Vela a Take Kubo
El primer caso sonado fue el de Carlos Vela en 2012, cuando logró traerle del Arsenal en una economía de guerra por el concurso de acreedores. Después de estar un año cedido compró la mitad de su pase por tres millones de euros y dos años después adquirió el resto por once más para un total de 14 millones. El conjunto londinense obtuvo rédito de la operación porque le había costado tres millones sacarlo de México con 16 años y logró un retorno muy superior, mientras que la Real se hizo con una pieza que fue básica en la consolidación en Primera División con Philippe Montanier y en tres clasificaciones europeas en 2013, 2014 y 2017.
En verano de 2017, precisamente, repitió el mismo esquema para fichar a Diego Llorente del Real Madrid, pagando 6 millones por el 50% de sus derechos. Jugó tres temporadas a buen nivel, acudió a la selección y en 2020 recaló en el Leeds United de Marcelo Bielsa a cambio de 21 millones. De esa cantidad, 14 millones se quedaron en Donostia y los siete restantes fueron a parar a Madrid, que ingresó un total de 13 millones por un central con el que no contaba. De nuevo, todos salieron ganando.
En el mercado de 2019 puso sus ojos en un entonces desconocido Alexander Isak, del Borussia Dortmund, al que compró el 70% de su propiedad por 7 millones, adquiriendo el 30% restante dos años después por tres millones. De esa manera consiguió que los 70 millones que hace dos veranos pagó el Newcastle por el sueco recayeran íntegramente en sus arcas, aunque el beneficio final de la operación fuera en torno a 45 millones una vez descontados los 10 millones invertidos en su fichaje, el contrato del sueco en los tres años que estuvo en Donostia y comisiones por las operaciones que se realizaron en ese periodo de tiempo. Aunque no tanto como con Vela y Llorente, el Borussia también recibió más dinero que el que le había costado fichar a Isak del AIK Solna.
El último caso fue el de Kubo en verano de 2022, fichado del Real Madrid por 6,5 millones, que se guardó también el 50% de una futura venta. Ahora su valor de mercado es de 50 millones, casi diez veces más, pero lógicamente el conjunto blanco obtendría un rédito importante en el caso de una venta futura.
Esta fórmula de comprar una parte de la propiedad de Sergio Gómez podría servir para facilitar la operación con el Manchester City y la adquisición en propiedad del catalán. A la Real le permitiría acceder a las peticiones inglesas y en Manchester se beneficiarían de una revalorización futura del jugador.
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