Naumaquia realista en el Coliseo

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No hace muchas temporadas que la Real encadenó, si la memoria no me falla, ocho expulsiones consecutivas en alguno de sus rivales. Parecía cosa de magia, pero equipo al que se enfrentaba, equipo que veía una tarjeta roja. Ahora los blanquiazules atesoran otro récord. Es negativo y está minado las opciones de los realistas para hacerse con un puesto europeo. Siete penaltis en las últimas siete jornadas. Si además el lanzador es Jaime Mata, la cosa se complica. El delantero madrileño ha marcado sus últimos 25 penaltis: 14 en Segunda, 7 en Primera, 2 en Copa, uno en UEFA y otro en Segunda B.

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El penalti cometido sobre Hugo Duro está cogido por los pelos, sí. De eso no cabe duda alguna. El canterano del Getafe bien podría haber visto la segunda tarjeta amarilla por el pisotón sobre Le Normand. O Cordero Vega pudo mostrarle la roja directa por un terrible codazo sobre Zaldua. Más allá de estas situaciones adversas, existe un problema aún mayor: la falta de pólvora y chispa en la zona de tres cuartos txuri-urdin. De nada sirve quejarse, protestar y soltar alguna lágrima de impotencia si hasta el minuto 54 los de Imanol no dispara a puerta. Los realistas suman 14 tiros desde el reinicio de la Liga.

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Nadie ha dudado nunca de él, pero Mikel Oyarzabal venía sumando actuaciones poco brillantes. Como Odegaard. El eibartarra, al igual que sus diez compañeros sobre el verde del Coliseum Alfonso Pérez, cuajó unos primeros 45 minutos para llorar, pero esa dinámica cambió con la entrada de Portu en el campo. El '10'realista asistió a Januzaj en el 1-1 y se asoció a las mil maravillas con el de Beniel en jugadas que bien pudieron traducirse en el 1-2. Además, Oyarzabal cortó una contra muy peligrosa del Getafe gracias a un descarado agarrón sobre Etebo. El equipo le necesita. Anoche asomó el gran Mikel Oyarzabal.

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Tampoco les están funcionando las jugadas a balón parado a los realistas. Dispuso de cinco saques de esquina y más de uno terminó en peligrosas contras para los azulones. Imanol y su staff plantearon jugadas realmente enrevesadas que llevaron más peligró al área de Remiro que a la de David Soria. Tampoco dieron con la tecla en las faltas lejanas. Balones demasiado llovidos que no encontraron portería rival. Le Normand, Aritz y Merino son grandes cabeceadores, pero dentro del área del Getafe resultó imposible. Sin remates a puerta y sin la pericia del balón parado, es inviable ganar un partido.