Un castigo que fue excesivo
Impotencia. ·
Una Real que no anda fina colecciona buenas ocasiones pero no acierta y el Real Madrid gana en la única llegada que tieneEs el problema que tiene no ganar cuando debes y regalas dos puntos al Almería. Que cuando te enfrentas a los grandes pierdes casi por ... inercia aunque juegues mejor. Ellos dominan los argumentos principales y dejan los detalles secundarios para el resto de los mortales. Por eso, aunque la Real dispuso de seis buenas ocasiones, tres desviadas por Kepa, quedan en un segundo plano porque al Real Madrid le bastó con trenzar una buena jugada culminada por Arda Güler para llevarse los tres puntos. Un conjunto blanco que alineó a sus suplentes pero que le bastó.
En el cuadro blanquiazul sigue habiendo motivos para la reflexión. El experimento de jugar con Oyarzabal de 'nueve' y dos extremos no está funcionando. Porque se pierde al capitán donde hace realmente daño, arrancando desde la izquierda para moverse por donde quiera, y las bandas no desbordan, más allá de amargar el regate para centrar a pierna cambiada y facilitar los despejes de la defensa rival. Tener a un delantero como André Silva para salir en el minuto 88 es un lujo que puede costarnos bastante caro. Aún no es tarde para volver a lo que siempre ha funcionado: un extremo con desborde, Oyarzabal abriendo el campo y un delantero centro en el área. La receta de toda la vida.
Cuatro cambios en el once. Imanol presentó el equipo que se esperaba, aunque apostó en el centro del campo por Turrientes en lugar de Zakharyan. Y el de Beasain estuvo muy bien. En el lateral derecho empleó la lógica para sustituir al lesionado Traoré por Odriozola, el otro jugador específico de esa posición, mientras que regresaron al once después de cumplir sanción tanto Zubeldia, que sigue bajito, como Zubimendi, con Kubo como principal novedad arriba por Becker. Completaron la alineación Remiro, Le Normand, Galán, Merino, Barrenetxea y Oyarzabal.
En el Real Madrid, Ancelotti reservó de inicio hasta siete de sus indiscutibles, que fueron Lunin, Rüdiger, Kroos, Camavinga, Valverde, Vinicius y Bellingham, dando la alternativa de salida a jugadores como Ceballos y Arda Güler, que han sido de los menos utilizados durante la temporada. No necesitó más para ganar.
Sin un 'nueve' de verdad a la Real le falta alguien que estire en ataque y los extremos no andan finos en el desbordedébiles
Iniciativa sin convicción. La Real trató de empujar en el arranque del choque pero más por exigencia del guion, ante un Real Madrid plagado de suplentes y conservador, que por verdadera convicción. Y es que no se vio confianza en la presión ni en la posterior recuperación. Sí que la tuvo Kubo al cuarto de hora después de una diagonal de Barrenetxea, pero Kepa no se dejó sorprender por su palo para desviar a córner. Oyarzabal caía bien entre líneas pero le falta velocidad para la posterior ruptura como referente más adelantado. Fran llegó al corte tras un buen balón al espacio de Zubimendi después de una descarga de Barrenetxea en la banda izquierda.
La más clara la tuvo Turrientes antes de la media hora tras un caño previo de Oyarzabal a Militao. El eibartarra se mueve a las mil maravillas en zonas intermedias y escorado a la izquierda, pero le cuesta desbordar arriba. El caso es que Turrientes recibió una buena pelota pero su potente disparo se marchó lamiendo el larguero.
Una ocasión le basta al Madrid. El conjunto blanco ni siquiera necesitó pisar el acelerador para marcar. Jugaba cómodo a ritmos bajos pensando en el partido del martes en Munich y un cambio de juego de Tchouaméni a Carvajal bastó para destrozar el entramado defensivo txuri-urdin. Una vez girada la zaga tocó correr hacia atrás, Galán no tapó el centro del lateral blanco y Zubeldia, sin postura alguna, falló en el intento de despeje para que Arda Güler la alojara al fondo de las mallas. El azkoitiarra no está bien y, por lo visto, Pacheco solo es alternativa en caso de lesión o sanción de alguno de los otros dos compañeros.
De nuevo un grave error atrás, en esta ocasión de Zubeldia al fallar en el despeje, facilitó el gol rival marcado por Güler
La Real llegó a empatar tras una presión de Barrenetxea a Tchouaméni en falta que Kubo supo aprovechar. Todo el mundo vio la acción menos Munuera Montero, más chulo que un ocho para dirigirse a los jugadores pero más ciego que un topo porque señaló el centro del campo. El VAR le corrigió su enorme error y, no contento con ello, en la siguiente acción le enseñó la amarilla a Le Normand por protestar un fuera de banda de Güler que dio al Real Madrid. Así es este andaluz que se le da fatal a la Real, exigente con el resto y autocomplaciente consigo mismo.
Pocos argumentos arriba. Tras el descanso tocó poner cerco sobre la portería de Kepa pero con más corazón que organización. Turrientes probó fortuna en un balón caído tras una disputa aérea de Merino, pero se encontró con Kepa. Después hubo un tramo sin demasiados acercamientos hasta que en el cuarto de hora final, ya con Zakharyan y Becker sobre el terreno, la Real quemó sus últimos cartuchos.
Oyarzabal marcó tras recoger un rechace en un disparo de Merino, pero estaba en fuera de juego. No es la primera vez que le pasa, ya que en Vitoria le ocurrió lo mismo. Posteriormente, tras un pase interior de Kubo se coló entre los dos centrales blancos y su remate, tras tocar en Rüdiger, salió rozando el poste. Un fuerte disparo de Becker desde el perfil izquierdo por encima del larguero fue la última ocasión cuando restaban trece minutos para la conclusión. Al final, la derrota fue inevitable. Un castigo excesivo que cuando juegas ante el Real Madrid es lo más probable que suceda.
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