Carlos Fernández, que ya ha marcado 8 goles en Los Cármenes, afila el cuchillo
El andaluz cumple el domingo 50 días en la Real Sociedad y lo quiere celebrar con un tanto contra el equipo en el que explotó la pasada temporada
Dice Imanol Alguacil que es un chico difícil de parar. Que las ganas le pueden. ¡Cómo debe de estar esta semana! Carlos Fernández vuelve ... pasado mañana a la que fue su casa la temporada pasada. En Granada, donde jugó cedido por el Sevilla, explotó su potencial de delantero. Él, mejor que nadie en la Real, sabe cómo se marcan los goles en el estadio de Los Cármenes. Anotó ocho en aquellas porterías, aunque su cuenta anotadora se elevó hasta los trece tantos con el club nazarí por los que marcó fuera de casa. La motivación le sale por las orejas esta semana. El domingo cumplirá cincuenta días en la Real y los quiere celebrar con un gol. Es previsible que Isak parta en el once inicial –aunque lleve tres partidos sin ver puerta–, pero también se espera que el andaluz pueda tener sus minutos.
Hasta ahora ha sumado 87 minutos en seis partidos, si bien cuando empezaba a coger ritmo, a mediados de febrero y en vísperas de la eliminatoria contra el Manchester United, tuvo una lesión muscular en el muslo. Desde su recuperación ha disputado ocho minutos contra el Real Madrid y diez contra el Levante.
Donde marcó su último gol
Carlos Fernández marcó en el estadio en el que la Real juega pasado mañana su último gol en competición. Fue el 19 de julio del año pasado. Marcó el 3-0 al Athletic tras una jugada de Antonio Puertas que acompañó a la perfección para acabar recibiendo el centro de éste y rematar a placer en el área pequeña. Es la última vez que ha celebrado un tanto. Allí, en ese mismo escenario, desea retomar en dos días su idilio con el gol. No tuvo muchas oportunidades en la primera fase de la presente temporada con Julen Lopetegui en el Sevilla y, ya en su nueva etapa en la Real, aún no ha despegado, entre sus circunstancias físicas y la extraordinaria racha de su competencia directa, Alexander Isak.
De no haber sido por sus buenas tardes en Los Cármenes, el sevillano probablemente no estaría hoy en la Real. Los alicientes se le multiplican en esta semana tan especial. Afila el cuchillo en Zubieta.
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