Mismas caras pero diferente plan

Que prácticamente vaya a alinear al equipo de la pasada temporada no significa que la Real vaya a ser la misma, porque en esta pretemporada el técnico ha introducido distintas variantes en el juego que le confieren un plan diferente para actuar. Contra el Girona, al que hace tres meses no ganó en Anoeta (2-2), intentará ponerlo en marcha para, esta vez sí, sumar los tres puntos en juego.

Pocas dudas hay respecto al once, ya que Remiro, Traoré, Zubeldia, Le Normand, Aihen, Zubimendi, Merino, Brais y Kubo son prácticamente fijos. Oyarzabal parte con ventaja sobre Barrenetxea y Cho en la banda restante, lo mismo que Carlos Fernández respecto a Sadiq en la delantera al estar más rodado.

Hay un dato que es curioso y es que Imanol puede repetir hasta cinco futbolistas con respecto a la alineación que presentó hace cinco temporadas cuando arrancó el curso 19/20 en Mestalla, lo que es mucho para el tiempo que ha pasado. Serían Zubeldia, Le Normand y Aihen en defensa, Merino como interior zurdo y Oyarzabal en ataque. El 50% de los jugadores de campo. Entonces completó el equipo con Moyá, Zaldua, Illarramendi, Odegaard, Januzaj y Willian José, a los que ahora reemplazarían Remiro, Traoré, Zubimendi, Brais, Kubo y Sadiq o Carlos.

Con todo, las novedades residen más en lo táctico, ya que determinados jugadores desempeñan roles diferentes a los que habían estado acostumbrados hasta ahora. Vamos a ver cuáles.

Traoré de mediocentro. Ésta es una variante que empleó Guardiola en el Bayern con Philipp Lahm y Xabi Alonso hace tres temporadas en el Sanse con Petxarroman. Se trata en la fase ofensiva de meter por dentro como segundo mediocentro al lateral derecho de forma que libere la banda para los compañeros. Esta pretemporada ha hecho esa maniobra con Gorosabel, primero, y con el francés después.

El movimiento se produce fundamentalmente en dos situaciones: cuando tiene el balón Remiro y busca al hombre libre, y cuando Zubeldia asume la responsabilidad en iniciación. Ahí se cierra el lateral para colocarse junto al pivote.

Hay varias razones para ello. Por un lado, dejar un espacio vacío en la derecha para que lo exploten los compañeros y facilitar más líneas de pase al poseedor, ya que a veces un lateral alto, además de atraer adversarios, limita las opciones de entrega. Con ese movimiento Kubo se abre a banda, Brais tiene espacio para recibir e incluso el delantero puede explorar una ruptura tras control de alguno de estos dos o bajar a descargar.

La posición de Traoré como segundo mediocentro se complementa con una salida de tres atrás al ejercer Aihen como tercer central, por lo que en realidad la Real en esas situaciones se planta en ataque en 1-3-2-2-3. Defensivamente, el equipo puede estar más preparado para hacer una primera presión tras pérdida al tener una ocupación más racional del campo.

No obstante, ello no significa que el lateral derecho no suba al ataque sino que lo hará con balón dominado en zona de creación para tener tan expuesta la espalda en salida de balón.

Respiran Brais y Kubo. La primera consecuencia de que el lateral derecho se meta por dentro es que Kubo puede tener facilidad para recibir en banda y encarar al disponer de más espacio. Si el lateral contrario le sigue, su defensa se estirará demasiado y tanto mediapunta (Brais) como delantero (Sadiq o Carlos) podrán atacarle la espalda. Y si se queda en la línea el japonés podrá orientarse hacia portería y encarar para buscar el uno contra uno. Es lo que sucedió ante el Betis, partido en el que no paró de penetrar por el flanco derecho con acciones de mucho mérito. Por las características de Cho, el francés también podría desempeñar esta misma función.

A su vez, Brais tiene más hueco para jugar. Es lo que ha buscado Imanol: liberar a sus dos principales peloteros y juntarlos en la misma zona del campo. Eso le permite acciones de uno contra uno y disponer de campo para asistir a los compañeros o buscar el disparo desde media distancia, su gran especialidad. El domingo en San Francisco estrelló un balón en la madera, dio el pase de gol a Aihen, probó a Rui Silva con un libre directo y proyectó una y otra vez a Kubo hacia línea de fondo.

Delantero para descargar. El dibujo se completa con un delantero que arrastre centrales para abrir huecos y juegue de espaldas para descargar. Tanto Carlos como Sadiq tienen presencia en área, pero primero deben abrir vías de penetración para sus compañeros y luego llegar a situaciones de remate. Sadiq ante el Bayer Leverkusen realizó bien esta función y Carlos también trabajó mucho frente a Atlético y Betis. Si quiere explorar espacios en profundidad fuera de casa lo hará mejor con André Silva.