Llenos de rabia
El vestuario entiende que está mejor de lo que dice la clasificación y confía en que una victoria ante el Sevilla sea un punto de inflexión
Llena de rabia porque cree que debería estar mucho más arriba. Así desliza sentirse la plantilla de la Real tras el empate en Vigo que ... no le permite terminar de despegar. Gorrotxategi tenía ese sentimiento en la zona mixta de Balaídos. La línea que separa el fracaso de tener una vida extra en el deporte de élite es demasiado fina. Jones El-Abdellaoui solo ha disputado tres partidos con la camiseta del Celta y todavía no se ha estrenado como goleador. Su hipotético tanto hubiese sido mágico para sus intereses, pero probablemente su hubiese llevado por delante a la cabeza visible del nuevo proyecto txuri-urdin. Un 2-0 tras competir durante más de 45 minutos con uno más hubiese sido una losa difícilmente soportable.
Pero no, el noruego mandó el balón fuera sin que Remiro tuviera tan siquiera que intervenir. Poco después la Real, por fin, derribó el muro celeste tras una gran jugada colectiva culminada con un perfecto remate de Soler. El punto es corto visto los méritos de unos y otros, pero el fútbol es caprichoso y es mejor pensar que el punto de inflexión pudo comenzar ya en Vigo con ese fallo de El-Abdellaoui y el posterior estreno goleador del valenciano.
Si se repasan los últimos partidos nos encontramos que la Real ha mejorado bastante a nivel colectivo. Ya hay mucha diferencia de ese equipo absolutamente partido en el centro del campo y desnortado de La Cartuja, al de los últimos encuentros. Los de Sergio ganaron por la mínima al Mallorca, pero mostraron un gran nivel de fútbol a nivel colectivo. De Barcelona estuvo cerca de traerse algo positivo y pese a que el golpetazo ante el Rayo dolió de lo lindo, lo cierto es que el encuentro era de 0-0. Es ahí donde tiene que terminar de mejorar la plantilla porque no puede ser que en las dos únicas jugadas de peligro que generan Rayo y Celta el balón termine en el fondo de las mallas de Remiro. Echa por la borda el gran trabajo colectivo realizado en el resto de los minutos.
El equipo sigue transmitiendo que está con el entrenador y si hasta el domingo nos agarrábamos al posible estreno de Yangel, que lo cierto es que en una hora ya demostró que es un futbolista que va a aportar muchísimo, ahora hay que confiar en esas llamadas de rabia que verbalizan los futbolistas dentro y fuera del vestuario. Están absolutamente convencidos de que le van a dar la vuelta a la situación en cuanto se consiga un triunfo tranquilo que les llene de confianza. ¿Hace cuánto que no vemos a la Real ganar 2-0 sin sufrir?
Tampoco es normal que la Real solo haga un gol con 17 remates. En algún momento también tendrá que sonreír la suerte de que la primera vaya para dentro porque, salvo el tanto ante el Mallorca y el sorprendente gol de Odriozola en Montjuic que queda fuera de la ecuación por el contexto del rival, la Real no se ha puesto por delante contra los rivales que más se asemejan a su nivel. Quiero ver al equipo con un escenario favorable, con una hinchada que aprieta con mala leche porque ve a su equipo ganar dejándose la piel en el campo. Del mismo modo los futbolistas, por muy egoístas que sean, tal y como está el equipo tienen que pensar primero en lo colectivo, dejando de lado su situación personal. Ahora mismo da igual que juegues más o menos. Estás obligado a hacer todo lo posible para revertir la situación porque lo importante siempre es el colectivo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión