Aritz se disfraza de nueve en Osaka

Volvió a repetir Imanol la misma fórmula que ante el Alavés con un equipo más que reconocible en la primera parte y el clan de potrillos del Sanse en la segunda mitad. Alineó a seis teóricos titulares como Traoré, Zubeldia, Javi López, Brais, Barrenetxea y Kubo, que acompañaron a Marrero, Aritz, Urko, Marín y Sadiq. Se activó pronto la Real Sociedad, que tuvo el primero en la jugada inicial del partido. Un pase de Brais filtrado dejó al africano delante de Ishikawa, pero en vez de disparar de primeras al dejar correr el balón generándose ventaja recortó para que le salieran al paso dos defensores. Como mínimo hay que hacer portería.

Se nota que el Gamba Osaka es un equipo mejor que el Tokyo Verdy, anterior rival en Japón. También que están inmersos en la Liga y están más rodados que la Real, que con el paso de los minutos fue haciéndose dueña de la posesión, aunque con un ritmo bajo de circulación apenas hizo daño en la primera mitad. Tan solo una buena arrancada de Marín, previo pase de Urko entre dos rivales que pudo evitar, generó peligro. El riojano condujo como acostumbra, recortó y probó fortuna desde lejos. El balón se le marchó alto mientras Brais le reclamaba el pase.

Todo lo contrario el Gamba Osaka, que sí que hizo sudar a Marrero, obligado a hacer tres buenas intervenciones. La primera con una falta directa de Jebali. Metió puños para despejar hacia un costado, como manda la teoría. También lo intentó Meshino con la zurda, pero el azpeitiarra blocó y Zubeldia despejó sin problemas. La más clara, en todo caso, vino en el minuto 40 tras una buena jugada colectiva del Gamba Osaka. Jebali giró sobre sí mismo dentro del área para plantarse en una magnífica posición de disparo. Lo hizo de interior buscando el palo largo, pero Marrero volvió a intervenir con una buena parada para mandar el balón a córner. El primer tiempo terminó con un gol anulado al Gamba Osaka por un claro fuera de juego.

La segunda mitad cambió por completo con la entrada de Becker. El delantero de Surinam se colocó de nueve en sustitución de Sadiq y metió una marcha más al equipo, sobre todo gracias a los desmarques a la espalda de la defensa. Fue indetectable gracias a su rapidez. Es una opción muy a tener en cuenta de cara al futuro. No obstante, no estuvo acertado en el remate puesto que pudo materializar hasta tres tantos.

La primera acción de peligro llegó gracias a una buena jugada de Marín y Becker. El cuero le cayó suelto a Brais que con el interior esta vez no encontró la red. El riojano fue otra vez uno de los más activos. Un buen robo suyo conectó a Brais por dentro, éste activó a Becker que en el mano a mano no hizo ni portería cuando estaba en una posición ideal. Más claro fue aún el segundo encuentro con Ishikawa. El japonés, en otra acción brillante, mandó el balón a córner. Debió marcar el surinamés.

A falta de efectividad de los nueves, el 0-1 fue obra de Aritz gracias a un córner bien defendido. El contragolpe fue letal pese a que la defensa del Gamba Osaka estuvo muy mal colocada. Fue el propio central quien saltó al rechace, el cuero le cayó a Dadie, que condujo y puso en ventaja a Aritz, disfrazado de nueve. Con un hábil recorté buscó su pierna izquierda para con una vaselina que golpeó en la defensa encontrara la red. Gol de fe.

Imanol continuó haciendo cambios dando entrada a canteranos del filial, que si ante el Alavés sí que se notó el cambio de futbolistas ante el conjunto japonés plantaron cara. El Gamba Osaka apenas se sumó al ataque en un par de ocasiones, en las que sí que tuvo que intervenir Fraga. Los realistas pudieron hacer el 0-2 gracias a un buen robo de Goti, que terminó fusilando a Ishikawa. El larguero evitó el segundo. Marín volvió a ser uno de los mejores, Dadie dejó detalles de calidad al igual que ante el Alavés mientras que Goti puso de pie al público japonés con varios recortes marca de la casa.