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Qué poco juegan los equipos de Bordalás y qué daño hacen. Con una Real sin movimientos en ataque y escaso ritmo en el centro del ... campo, ayer pudimos apreciar un recital por parte del Getafe. Incluso sin su repliegue tan característico, el conjunto madrileño supo dominar la mayor parte del juego. Y es que solamente había que ver el compromiso de una plantilla dispuesta a dejarse la piel por lograr los tres puntos.
Seis goles en contra ha recibido la Real en los últimos dos partidos, una estadística para reflexionar. Es cierto que el partido de la Europa League el conjunto txuri-urdin lo disputó con un jugador menos, pero para el encuentro de ayer no hay excusa. Poca solidez defensiva en los centros laterales y poca chispa es la que hemos podido ver en los jugadores de la zaga defensiva de la Real en estos últimos dos encuentros. A mi parecer, Jon Pacheco desaprovechó una oportunidad de oro para demostrarle a Imanol que puede ser un jugador clave cuando Aguerd no esté disponible.
Sin sorpresas, seguimos con la tónica habitual, con muchas oportunidades pero con poca efectividad, nada nuevo para los socios realistas. Oyarzabal es cierto que en ocasiones puede marcar la diferencia, pero quizás haya que darle a Oskarsson la continuidad que un delantero necesita para hacerse grande dentro de un equipo. Y es que el islandés que costó 20 millones todavía no ha tenido la oportunidad de deslumbrar.
A una tarde para olvidar en Anoeta hay que añadirle a un Take Kubo muy fallón. Quizás, porque tuvo delante a un Diego Rico con la filosofía de Bordalás perfectamente interiorizada. Que pase balón o jugador, los dos no.
Ni Imanol sabía qué decir al acabar el partido, lo de ayer fue un encuentro en el que no había nada para rescatar. Ya no vale quién juega o quién no, esto va de dejarse todo por la camiseta. El equipo estuvo muy parado desde el pitido inicial y donde más pudimos apreciar el cansancio de esta última racha de partidos fue en el centro del campo. Con un Olasagasti que parecía cansado y un Turrientes poco fluido. Dos canteranos de los que se espera algo más en este tipo de partidos en los que las rotaciones juegan un papel muy importante y más si se quiere pelear por completar una buena temporada en las tres competiciones.
Bordalás nos pintó ayer la cara y a él se unió un Borja Mayoral que enloqueció el partido. El delantero que tanto ha sonado para la plantilla txuri-urdin llevaba el peligro en sus botas. Si teníamos dudas del delantero madrileño, ayer las respondió.
Los cambios tampoco sirvieron para cambiar el partido. Ni Barrenetxea ni Brais lograron meterle velocidad al balón. El Getafe supo ganar la mayoría de los duelos y con el partido muy parado, la Real no consiguió imprimirle una marcha más al encuentro.
Ahora nos espera un partido de Europa en el que no nos podemos confiar. Como se suele decir, no es momento de marcarse una realada. Tras una semana dura toca olvidarse de las derrotas y poner la mirada en un partido igualado en Anoeta, ya que por mucho que pueda parecer un rival sencillo, el PAOK está por delante de nosotros en la Europa League. Es momento de cambiar el chip y volver a ser ese equipo sólido en defensa. Empezando porque Remiro vuelva con confianza y Aguerd esté listo para seguir destacando como txuri-urdin.
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