Salió muy fuerte este domingo la Real al césped de Son Moix, donde Imanol decidió dar la alternativa a jugadores como Carlos o Pacheco. Sin ... embargo, me sorprendió más la suplencia de Aihen en detrimento de un Diego Rico que no está en su mejor momento de la temporada. Vi al equipo con mucha hambre durante los primeros minutos de partido, materializado primero con una ocasión de Oyarzabal nada más empezar y a continuación con la jugada de gol de Carlos Fernández. Gran pase de Brais para un Silva que atacó muy bien el espacio a la espalda del central y remate del sevillano que seguro se ha quitado un gran peso de encima.
El plan del Mallorca estaba muy claro. Encerrarse atrás, conceder lo mínimo y aprovechar las pocas ocasiones que tuviera en ataque. La Real, no obstante, continuó buscando con ahínco la portería contraria a pesar de adelantarse en el marcador, como hacía a comienzos de temporada, manteniendo la posesión del balón. El conjunto de Aguirre solo intimidó la meta de Remiro en los minutos finales del primer acto, aunque tampoco gozó de ocasiones claras que alarmaran al guardameta txuri-urdin.
La segunda parte, sin embargo, fue completamente diferente y vino marcada, además, con el temprano gol del Mallorca. Mala suerte la de Pacheco que cae al suelo tras resbalarse y deja a Kang in Lee solo ante Remiro. A partir de ahí la Real no volvió a tener el dominio del partido y al equipo se le vio bastante precipitado, sin la frescura que le vimos en el primer tramo del curso. Los cambios tampoco ayudaron en exceso. Sorloth no está en su mejor momento, aunque Carlos Fernández tenía amarilla, y futbolistas como Merino no son los del comienzo.
Cuestión aparte es el gol que le anularon a Le Normand, mal señalado a mi entender. El jugador del Mallorca no hace ni amago de saltar para cabecear ese balón y el defensa blanquiazul le gana limpiamente el esférico por arriba.
A partir de ahí volvió a reinar la precipitación y la contundencia en las dos áreas, tanto la propia como la contraria. A todo ello, además, hay que sumarle la importancia que tenía el encuentro de este domingo, no solo por los tres puntos en juego, sino como revulsivo de cara a la Roma. Creo que mentalmente el equipo no está fuerte, pero hasta que el árbitro pite el final, cualquier cosa puede pasar.
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