Urkullu pone pegas a la cumbre de presidentes pero mantiene abierta la posibilidad de asistir

El lehendakari se debate entre la censura a las formas en las que ha sido convocada esta cumbre de presidentes autonómicos y la responsabilidad institucional que le ha llevado a participar en las 18 conferencias -la mayoría telemáticas- que se han celebrado desde que estalló la pandemia. Dependiendo de cuál de esas voces gane la batalla, Urkullu viajará el viernes a Salamanca o se quedará en Vitoria. También puede resultar determinante algún gesto de última hora por parte de Sánchez.

Lo que está claro es que, si acaba participando en la cumbre, no lo hará por convicción, porque este martes hizo públicos una serie de argumentos críticos de los que era difícil extraer algún elemento positivo. Si hace justo un año Urkullu se terminó decantando por acudir a la conferencia de San Millán de la Cogolla literalmente en el último minuto, por la cercanía con La Rioja, en esta ocasión la incertidumbre no se prolongará tanto, pero sí hasta las vísperas de la reunión. Lo que demuestra una vez la tensión constante que ha rodeado a la relación de Urkullu y Sánchez desde que el líder socialista llegó a la Moncloa.

En los últimos días se han producido algunos gestos desde el Gobierno central que no han logrado ablandar la posición del lehendakari porque tampoco se han materializado en compromisos concretos. Se trata de la carta que Sánchez remitió este lunes a Urkullu para responder a las reivindicaciones del lehendakari sobre la recuperación del uso de las mascarillas en exteriores o la posibilidad de decretar toques de queda nocturnos. En la misiva, el presidente se limitaba a replicar los argumentos que el Gobierno ya hizo valer la semana pasada en el Congreso. Es decir, ni una cosa ni la otra. Zupiria apuntó también que, en esa carta, Sánchez no hace un llamamiento explícito a Urkullu para que acuda a la Conferencia de Presidentes del viernes.

Quien sí contactó telefónicamente con el lehendakari hace unos días fue la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, quien «tanteó» a Urkullu sobre su participación en la cumbre de presidentes, aunque de esa conversación tampoco salió nada en claro para que Urkullu decidiera asistir.

La posible presencia del lehendakari en la cumbre de presidentes no fue tratada este martes en el Consejo de Gobierno, a pesar de que el lunes la vicelehendakari segunda, la socialista Idoia Mendia, emplazó al lehendakari a asistir a la conferencia para defender los «intereses» de Euskadi. El portavoz del Ejecutivo, Bingen Zupiria, recordó que la invitación a estas conferencias es personal e «indelegable», por lo que la decisión final le corresponde al lehendakari.

Eso sí, Urkullu autorizó a Zupiria para hacer públicos los argumentos que está valorando para tomar una decisión definitiva. La mayoría de ellos alimentan las dudas sobre la utilidad real de las conferencias de presidentes. Urkullu se pregunta por «el sentido de estas conferencias, que son un órgano que no existe en el entramado jurídico que establece la Constitución». También duda sobre «su propia naturaleza, ya que es un órgano definido como de cooperación, pero en el que no se cumple con el reglamento de las reuniones preparativas».

Urkullu recuerda además que, en diversas etapas, diferentes lehendakaris declinaron asistir a este tipo de conferencias multilaterales. También está valorando «la evolución posterior que han tenido los acuerdos alcanzados» en dichas cumbres, donde las conclusiones tampoco son muy favorables.

Por último, el lehendakari destaca su compromiso con la «estabilidad» de las instituciones, pero recuerda que está vinculado al mantenimiento de diferentes compromisos entre gobiernos que, a su juicio, no se han cumplido.

A pesar de todo ello, Urkullu no ha cerrado la puerta a la opción de acudir a la conferencia, lo que deja abiertas todas las opciones para este miércoles.