«Tenemos bases sólidas para hacer frente a una recesión»

-¿Viene negro el otoño?

-Vienen tormentas, estamos en un periodo de desaceleración, aunque sea suave, con previsiones de crecimiento económico de un 4,3% que hay que ajustar. Ante la persistencia de la agresión unilateral de Rusia a Ucrania y de las consecuencias del encarecimiento de la energía que afecta a las familias y a las empresas, vamos a vivir un período de tormentas, pero también tenemos que seguir alimentando la tranquilidad y la confianza, porque estamos en una situación muy vinculada a la estabilidad institucional y política.

-¿El tejido productivo vasco está mejor preparado a la hora de soportar una recesión?

-Soy consciente de las informaciones que apuntan a una recesión de un trimestre, o de dos. Cabría soportar ese escenario temporal. No estamos en una situación similar al año 2008 con la crisis financiera que luego tuvo un rebote en el año 2012. Tenemos unas bases sólidas, cuando además tenemos un 25% del valor añadido bruto en la industria, con un compromiso de cohesión social con todas las políticas sociales que venimos arbitrando desde hace muchos años, con un riesgo de tasa de pobreza del 13%, cuando la media en Europa es del 22%. Estamos en una comunidad en la que el tercer sector tiene un papel muy relevante. Tenemos bases sólidas para hacer frente a todo eso.

-¿Ha crecido en Euskadi la desigualdad en los últimos tiempos, como denuncian los sindicatos?

-No creo que podamos hablar en esos términos. Los esfuerzos que están haciendo las empresas, por una parte, con las negociaciones colectivas, y los esfuerzos de las instituciones en la política de cohesión social están ahí. Estamos además en una comunidad en la que la fiscalidad es progresiva, hemos adoptado decisiones para las rentas más bajas y hemos concedido más ayudas sociales.

-El consejero Pedro Azpiazu criticó hace poco el «festival de fiscalidad» en España tras las propuestas que se multiplican en torno a los impuestos. ¿Falta seriedad en este asunto?

-Estamos asistiendo a una carrera de medidas fiscales por territorios de régimen común, incluso del mismo partido, en el Estado español, con la que no me identifico porque nosotros tenemos nuestra propia singularidad. Se está dando una disputa ideológica sin pensar en la cohesión social. A la vez, quien plantea la rebaja fiscal al mismo tiempo pide una mayor financiación autonómica. Realmente no es ejemplarizante. Estamos en la certeza de que la política fiscal tiene que estar basada en una política de medio y largo plazo.

-¿Teme que esa carrera fiscal dañe al Concierto vasco?

-Espero que no, en absoluto. De hecho, el propio sistema del Concierto está basado en un régimen de bilateralidad, nadie lo puede modificar unilateralmente. No veo riesgo en ese sentido.

-¿La presión fiscal vasca es la adecuada?

-Sí. Reitero que somos una Comunidad Autónoma con una política fiscal caracterizada por la progresividad, ajustada a lo que es la realidad, con un atractivo de los territorios históricos vascos, muy cerca en cuanto a ese atractivo a la Comunidad de Madrid. Interpretamos que la política fiscal debe ser lo más consensuada posible... De hecho, fue aprobada hace cuatro o cinco años entre el PNV, el PSE y el PP.

-¿Le inquieta el otoño caliente de conflicto social que anuncian los sindicatos?

-Me preocupa y me inquieta sí, aunque no es la primera vez que se anuncie un otoño caliente. Uno no sabe muy bien si estos anuncios responden a las propias disputas de los agentes sociales, pero creo que la realidad social es muy diferente a esos anuncios cuando, por ejemplo, las exportaciones y el turismo han batido récord. No veo razones para ese otoño caliente. No somos una isla, no somos un oasis, y vivimos las consecuencias del contexto global del que formamos parte.

-Arnaldo Otegi presentaba el otro día un gran pacto de bienestar para evitar la ruptura social. ¿Le merece credibilidad esa oferta de EH Bildu?

-La tomo en consideración pero en principio su fundamento supone un cambio de modelo institucional y social. Eso es hablar de cara a la galería. ¿Pacto de bienestar? En el debate de política general yo he planteado cinco grandes pactos de país: el presupuestario de 2023, el de la estrategia de atención primaria en Osakidetza, el de la Ley de Educación, el que tiene que ver con la transición energética y contra el cambio climático. Y también lo que ha sido la reforma de la RGI y de Lanbide.

-¿Le parece un modelo muy intervencionista el de EH Bildu?

-Así es, y el modelo que tenemos en Euskadi tiene que ver mucho más con la colaboración público-privada.

-EH Bildu asegura que usted hace la política que le dictan las grandes élites económicas...

-No sé cuáles son esas élites económicas. Hay un tejido empresarial vasco, muy comprometido, que es el que siempre ha existido. El 90% de ese tejido son pymes.

-¿Quizá se refiere a Petronor e Iberdrola?

-Pero son las grandes empresas que aportan fiscalidad a la economía vasca.

-¿Le decepciona el silencio de Pedro Sánchez y que no le responda a sus quejas sobre el incumplimiento del Estatuto?

-Bueno, (pausa). Soporto este silencio nuevamente, no es la primera vez. Lo que vengo a reivindicar es lo que planteé en el debate de política general. Es la triple reivindicación del cumplimiento de los compromisos acordados por parte del propio Gobierno español y tiene que ver, por una parte, con la transferencia de transporte ferroviario de cercanías, con la respuesta a la constitución de las comisiones bilaterales en las cinco materias que como Gobierno Vasco hemos puesto para que sean transferidas, y tiene que ver también con la petición que hice atendiendo a la Disposición Transitoria Segunda del Estatuto de la constitución de una Comisión Permanente entre el Gobierno español y el vasco para definir las transferencias pendientes y su hoja de ruta. El Estatuto cumple el día 25 43 años. Hoy (por el viernes 7) es el 86 aniversario de la elección del primer Gobierno Vasco presidido por el lehendakari Agirre. Es un día muy importante que me retrotrae a lo que es el autogobierno, un autogobierno reconocido en 1979, que se entendió como un pacto, que no puede ser desarrollado de manera unilateral, pero que todavía está pendiente de ser cumplido.

-¿Espera algún gesto político desde Moncloa de cara al 25 de octubre?

-Bueno, estamos todavía a tiempo.

-¿Le da algún plazo?

-No soy de poner plazos pero es muy importante para mí la constatación de que al planteamiento que hice el día del pleno de política general el 22 de septiembre, y antes ya había hecho llegar por correo electrónico y oficial al presidente del Gobierno, todavía no he obtenido respuesta.

-Antes de que acabe la legislatura vasca, ¿cuántas transferencias quedan por traspasar?

-En este momento están sobre la mesa seis materias. Hay otro listado -desde aeropuertos y puertos, la gestión del régimen económico de la Seguridad Social o la ley electoral- que está en el cronograma aprobado por el Gobierno español, que es un compromiso que por primera vez adopta, pero no se está cumpliendo.

-¿Cómo está el depósito de confianza con Sánchez?

-No hago mediciones del depósito de confianza, es algo que planteo con honestidad por mi compromiso con la sociedad vasca.

-¿Cree que su socio de coalición, el PSE, está siendo leal en la defensa del Estatuto?

-En la medida en la que somos miembros de una coalición, los propios representantes socialistas se han visto afectados por este asunto de las transferencias. Lo hemos vivido con el Ingreso Mínimo Vital, o con los ferrocarriles de cercanías o lo que pudiera ser en el futuro la gestión unificada del sistema ferroviario en Euskadi. Los representantes del PSE en el Gobierno Vasco sí están absolutamente comprometidos.

-A pesar de que el secretario general del PSE, Eneko Andueza, dijese el otro día que la Comisión Permanente que usted propone para el desbloqueo de las transferencias no es necesaria, que ya existe una Comisión Mixta de Transferencias...

-No es lo mismo una Comisión Mixta de Transferencias que se reúne para dar cumplimiento formal a una negociación a una Comisión Permanente que tiene que analizar lo que está pendiente y marcar la hoja de ruta. Y no es desde luego baladí para mí que el secretario general del PSE dijera que las transferencias que están pendientes no son tan importantes para la sociedad. Yo creo que son muy importantes.

-¿Le molestó esa declaración?

-Creo que honestamente no se ajusta a la importancia de una ley orgánica que es de obligado cumplimiento, que vela por un autogobierno que incide en el bienestar de la ciudadanía en todos sus ámbitos.

-Quizá se quiera fiar el debate de fondo sobre el modelo territorial a la próxima legislatura. ¿Ve madurez en el Estado español para abordar, por ejemplo, el debate de la plurinacionalidad?

-Debiera haber madurez, cuando menos en la clase política y la representación institucional después de 44 años de existencia de la Constitución Española y de un Estatuto de Gernika desde 1979. Ya en tiempos de la crisis financiera en 2008 estábamos hablando de lo que podría ser un modelo de Estado fallido, llevamos hablando sobre eso hace muchos años. Creo que todos y todas deberíamos estar absolutamente preparados para ese debate en orden a la propia Constitución Española, que reconoce la plurinacionalidad.

-¿Tiene recorrido la vía para que las selecciones vascas puedan jugar competiciones internacionales de forma oficial?

-Se ha abierto esa vía desde hace años. Es un debate que mezcla lo que es el ámbito privado con el ámbito institucional. En teoría lo que es la oficialidad de las selecciones, en cada una de las modalidades deportivas, corresponde a las federaciones correspondientes. Es curioso que, aludiendo por lo tanto al ámbito privado, sean los partidos o el Gobierno de un Estado los que condicionen la oficialidad o no de las selecciones. Es una reivindicación de las disciplinas deportivas que puedan ser autóctonas y propias, pero también de las generales.

-¿El ejemplo escocés?

-El ejemplo escocés y no solo en lo que pudiera ser el fútbol. Podemos hablar del Torneo de las cinco naciones, de las seis naciones o de las siete naciones de rugby, por ejemplo, porque participan Francia, Italia y las selecciones nacionales del Reino Unido e Irlanda.

-¿Le ve a Feijóo en la onda de un pacto con Vox?

-Por lo que ha sido mi relación con él como presidente de la Xunta no le veo en una onda que implique un ataque al autogobierno, pero como presidente del PP español no puedo decir nada, tiene una situación interna que primero ha de definir.

-De lo que conoce del proyecto de Presupuestos del Estado, ¿Euskadi sale bien parada?

-De momento hay una menor inversión de lo que nos corresponde por el PIB o por el número de habitantes, y hay una amenaza con respecto al Cupo que hemos de pagar al Estado. Lo hemos tomado como un planteamiento de orientación provisional, vamos a esperar a marzo o abril. Pero lo tomo con preocupación.

-¿Se plantea remodelar el Gobierno para que el PNV tome decisiones de cara a las elecciones municipales?

-No tengo ningún planteamiento de remodelación.

-¿Está dispuesto a repetir como candidato?

-Es una pregunta-trampa (risas) Siempre he sido disciplinado conmigo mismo. Uno no sabe qué va a ser de su vida dentro de una hora o un día. Como responsable político institucional estoy centrado en mi compromiso con un programa de gobierno, pero no he hecho esa reflexión.

-A la hora de pasar la página del terrorismo, ¿estamos haciendo bien las cosas?

-Estamos faltos aún de un reconocimiento claro del daño causado por quienes lo provocaron y lo justificaron tanto tiempo.

-¿Es una asignatura pendiente de EH Bildu?

-Sí, ese reconocimiento del daño causado es una cuestión que considero clave.