La crisis sanitaria obliga al PNV a suspender sin fecha el proceso de renovación del EBB

El EBB comunicó este miércoles a los integrantes de la Asamblea General del partido la suspensión del proceso interno para la renovación de la ejecutiva nacional, así como de las ejecutivas territoriales, que tenía previsto iniciar el 18 de mayo. La intención del EBB que preside Andoni Ortuzar es que el proceso interno se retome «a la mayor brevedad posible, en cuanto la situación lo permita». Es decir, cuando se levante la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus.

Esta decisión -que fue adoptada en la reunión del EBB del martes, aunque se comunicó este miércoles a los integrantes de la Asamblea General- está motivada «por las incertidumbres existentes y las restricciones vigentes a causa de la crisis causada por el Covid-19», según anunció el PNV en un comunicado. En la actual situación, el EBB «ve complicado mantener las fechas previstas en el calendario remitido a las Organizaciones Municipales en enero junto con la convocatoria del proceso de reflexión y del proceso electoral interno que había de culminar en la VIII Asamblea General del 11 y 12 de julio». Sin embargo, esta asamblea, de momento, sí se mantiene en las fechas previstas.

El primer hito del proceso de la Asamblea General iba a tener lugar este mismo viernes, con la remisión por parte del EBB del proyecto de reforma de estatutos nacionales a las Asambleas Municipales para su discusión. Pero, este trámite, en pleno estado de alarma, no se puede cumplir. Aunque aún no existe una fecha alternativa para retomar el proceso, la ejecutiva jeltzale aseguró ayer que se reiniciará «a la mayor brevedad, en cuanto la situación lo permita y con todas las garantías». Para ello, se convocará una Asamblea Nacional en la que se dará cuenta de los nuevos plazos y procedimientos de cara a retomar el proceso interno.

Fuentes del EBB reconocen que, en la actual situación de emergencia sanitaria, el proceso interno para renovar la ejecutiva del PNV había pasado a «un segundo plano». Añaden que, al igual que ha pasado con otras convocatorias, como la de las elecciones autonómicas del 5 de abril, «tampoco pasa nada por afrontar una redefinición del proceso» para que pueda desarrollarse con «plenas garantías» una vez que se supere la emergencia sanitaria. Al fin y al cabo, la crisis del coronavirus ha obligado a cambiar sus prioridades a prácticamente todas las instituciones, partidos y organismos, por lo que el PNV tampoco será una excepción.

Hay que tener en cuenta que, en estos momentos, aún no está claro cuándo se podrán celebrar las elecciones vascas que tuvieron que ser pospuestas el 5 de abril. Lo lógico es que el PNV prefiera distanciar su proceso interno de la contienda electoral para las autonómicas. Ese objetivo se había cumplido con las fechas previstas hasta que estalló la pandemia del Covid-19 -los comicios iban a ser a primeros de abril y para junio probablemente ya habría un nuevo Gobierno Vasco, por lo que el final del proceso interno del PNV en junio y julio no sufriría interferencias-, pero la actual alarma sanitaria ha roto todos los planes.

El acuerdo que el lehendakari, Iñigo Urkullu, alcanzó con todos los partidos vascos es que se volverán a reunir cuando el Gobierno Vasco levante la emergencia sanitaria para consensuar una nueva fecha para las elecciones. Aún está por ver si para la nueva convocatoria electoral será necesario respetar el plazo de 54 días que establece la ley para una convocatoria convencional.

Pero, si hay que respetar ese plazo, en el mejor de los casos (suponiendo que Sánchez prorrogue el estado de alarma al proximo 10 de mayo), las elecciones vascas se irían como mínimo a finales de junio o julio. Lo que podría haber provocado una coincidencia total con el proceso interno del PNV. Con la suspensión 'sine die' anunciada ayer por el EBB, se podría evitar que ambos procesos coincidan en el tiempo.

El proceso de renovación que quiere afrontar el PNV en estos momentos no es un mero trámite, ya que el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, avanzó hace meses que su idea es introducir savia nueva en la ejecutiva y renovar el mensaje del partido para alinearlo con nuevos retos sociales como el cambio climático o las políticas de igualdad entre hombres y mujeres. Ortuzar, que ni siquiera ha decidido aún si optará a su tercer mandato como líder del EBB, deberá plantear ahora también la respuesta del partido a retos inesperados como la salida a la crisis económica que provocará el parón por la pandemia, que se prevé dura. Además, en este proceso la militancia jeltzale también abordará una renovación de los estatutos del partido para adaptarlos al siglo XXI.