«El 'sorpasso' de EH Bildu sobre el PNV va a llegar de forma natural»
Cree que la ciudadanía ha premiado la estrategia del 'independentismo pragmático' y advierte de un riesgo: «No hay que caer en la ansiedad»
Hasier Arraiz, presidente de Sortu entre 2013 y 2016, mira desde la distancia de su actividad como docente los resultados del 23-J, convencido de ... que son un paso más en afianzar a EH Bidu como «una alternativa política integral». Piensa que «no hay que caer en la ansiedad» y está seguro de que «el 'sorpasso' sobre el PNV llegará de forma natural».
–¿Qué radiografía deja el 23-J?
–Un resultado satisfactorio aunque insuficiente. Ha habido una movilización de un voto no solo de izquierda, sino básicamente antifascista, de miedo ante la amenaza de que Vox pudiera llegar a las instituciones y de una derecha bastante ambigua que parece no tener demasiados escrúpulos no solo a la hora de gobernar con Vox, sino a la hora de ejecutar políticas más propias de la ultraderecha. El puzzle que queda es difícil de componer para que haya una gobernabilidad mínimamente estable en el Estado. Va a ser complicado y el PSOE va a tener que exhibir auténticas dotes negociadoras no solo para poder componer una mayoría de investidura, sino luego para poder gobernar y legislar.
«EH Bildu ha hecho un relato coherente con el que sintonizo perfectamente y la figura de Arnaldo Otegi ha sido clave»
–¿Ha habido voto útil de la izquierda abertzale al PSOE?
–A tanto seguramente no, aunque en las que ganó Podemos en 2015 sí hubo voto útil del espacio de la izquierda abertzale. De hecho, EH Bildu ha seguido subiendo. Pero otros sectores más eclécticos sí han podido ir más hacia el PSE.
–EH Bildu sigue subiendo. ¿Un paso más hacia convertirse en alternativa de poder en las próximas autonómicas?
–La gente le reconoce a EH Bildu una lectura correcta de la coyuntura actual y le reconoce los esfuerzos realizados en Madrid, por lo que ellos mismos han denominado 'pragmatismo con principios' o yo llamo pragmatismo utópico o utopismo pragmático. Una cosa son nuestros objetivos políticos finales y otra las condiciones reales que tenemos hoy. La gente lo ha reconocido y lo ha vuelto a premiar. Pero cada elección es un mundo diferente. EH Bildu crece día a día, se va consolidando como alternativa política integral que recoge votos de cada vez más espacios distintos, de una forma casi insospechada hace poco tiempo. Pero sería un error que cayera en la ansiedad. Pensar que el declive del PNV es un hecho no me atrevería a decirlo. Hace falta paciencia. Lo que no puede haber es arrogancia porque es el peor enemigo de una formación política, que es lo que le está sobrando al PNV.
«En Euskal Herria arraiga un nuevo sentido común más progresista y más abierto que el PNV no ha sabido interpretar»
–¿Ve factible el 'sorpasso'?
–No tiene que haber ansiedad por ese 'sorpasso'. Tiene que seguir como hasta ahora, trabajando las cosas con rigor, sin ansiedad, sin demasiado ruido, sin estruendo, con sensatez, con pragmatismo, y si se sigue trabajando vendrá de por sí, de forma natural. No hay que ambicionarlo con ansiedad. La ansiedad en política se acaba convirtiendo en un enemigo contra sus propios intereses.
–En ese objetivo de ampliar espacio en unas autonómicas, ¿el mejor referente electoral sería Arnaldo Otegi?
–Eso se me escapa. En los últimos tiempos EH Bildu ha hecho un relato y una política bastante coherentes, con los que sintonizo perfectamente y creo que la figura de Arnaldo Otegi ha sido clave para poder hacer esa evolución sin traumas. ¿Eso tiene que llevar como culminación si Arnaldo debe ser el candidato o no? Sería otro capítulo, pero tampoco creo que sea lo más importante en este momento. EH Bildu en este momento tiene una serie de figuras políticas, un equipo bastante completo e interesante, que se manifiesta heterogéneo.
–Dice que el relato le parece el acertado, pero sabe que sus rivales critican a Bildu por no dar suficientes pasos para condenar la violencia del pasado.
–En primera persona yo hice una lectura considerablemente autocrítica con nuestro propio pasado. Luego se ha seguido haciendo y profundizando esa autocrítica. De forma involuntaria, los demás adversarios políticos están reconociendo que si bien EH Bildu no ha hecho todo el camino que a ellos les gustaría, ha hecho una parte del mismo. En la sociedad vasca en este momento hay un reconocimiento social de que ese camino está en parte recorrido.
«Nuevo sentido común»
–¿Qué le pasa al PNV?
–El PNV ha sido un partido político con un gran olfato social. Siempre han presumido de ello. En este momento les falta ese olfato. En este país se está extendiendo y arraigando un nuevo sentido común que es más progresista, más abierto y más diverso que el que había hasta ahora. Y esa clave el PNV no la sabe interpretar bien. Se está quedando un poco viejo a la horar de interpretarlo.
–¿Cómo explica que el pragmatismo de la izquierda independentista vasca salga premiado en las urnas y en Cataluña salga castigado?
–La sociedad vasca es una sociedad con sueños, con ideales, que tiene su propia visión, tiene un horizonte al que se quiere caminar, pero también es muy sensata y premia la sensatez. Por eso se está premiando un independentismo pragmático. En Cataluña hay un choque de relatos, el independentismo ha hecho durante los últimos años un relato que choca frontalmente con el que se está intentando construir ahora, es mucho menos épico en el sentido literario, por eso el choque crea contradicciones y desafecciones.
«Sánchez ha sido valiente al adelantar las elecciones, pero ahora tiene que exhibir verdaderas dotes negociadoras»
–Sánchez dependería de Puigdemont para ser presidente. ¿Ve viable la legislatura?
–La veo complicada. Junts representa el relato reciente del independentismo catalán. Para quien sigue ese relato es diferente gestionar la gobernabilidad del Estado, por eso se van a los máximos ante un Estado que es tu enemigo. Esto va a exigir mucha discreción y mucha voluntad política porque los acuerdos solo llegan si eso existe, si no, todo descarrila a la primera de cambio.
–La alternativa de repetición electoral está sobre la mesa.
–Tanto el PSOE como Sumar asumen que sería un suicidio esa repetición. Una cosa es que Pedro Sánchez haya sido valiente adelantando los comicios, que algunos pensaban que era suicida, pero ha cortado el paso a la derecha y la ultraderecha. Tiene que existir mucha voluntad política para la negociación y mucha discreción, aun a sabiendas de que Junts va a pedir unos máximos que seguramente el Gobierno no puede asumir. Sánchez no se va a poder levantar de la silla. Si se levanta, pierde la partida.
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