Rafaela Romero: «A las feministas del PSOE nos ha hecho polvo convivir con las grabaciones de Koldo»
«Tanto el PNV como los socialistas sabemos que el PP dirigido por Núñez Feijóo es un peligro para los derechos de los vascos»
Se muestra vehemente cuando hace autocrítica de la corrupción que vive su partido. Sobre todo está afectada por los audios de Koldo y, «que sea ... un mal que perjudica a toda la política, a nosotros, que somos gente decente, no nos consuela», confiesa. También le apena el ambiente de crispación que se respira en el Congreso. Una situación que Rafaela Romero achaca al actual PP de Alberto Núñez Feijóo, «el peor que he conocido en mi vida», afirma sin pelos en la lengua.
–El caso Cerdán ha complicado la legislatura. ¿Le sorprendió lo ocurrido?
–Mucho y me produjo una desolación tremenda y muchísima vergüenza. Porque tenemos un proyecto maravilloso y todo lo sucedido supone una ruptura de confianza muy importante hacia el Partido Socialista. Es que son dos secretarios de Organización imputados...
–¿Cree que el gobierno de Sánchez tiene gasolina para acabar la legislatura?
–Pese a la ruptura de confianza y a una crisis tan grave como ésta, somos gente muy seria y solvente. Hemos sufrido también esta crisis de confianza con la mayoría parlamentaria que sostiene al gobierno, que además es una mayoría difícil, sobre todo con los partidos más de derechas, como Junts y el PNV. Pero es cierto también que vamos a aprovechar la oportunidad reabierta en el último pleno. Saben que podemos resistir.
–¿Pero se trata de resistir?
–No, no es eso. El Partido Socialista no nació para resistir, nació para trabajar y para avanzar. Resistir no es una opción. La mayoría de los militantes y cargos públicos socialistas no resistimos sino que avanzamos en derechos.
«El fascismo ahora nos insulta en la calle como antes nos acosaba ETA y nos llamaba traidores»
–Los socios mantendrán el apoyo al Gobierno siempre y cuando la corrupción no escale un peldaño más. ¿Cuál sería la línea roja que lo podría dinamitar todo?
–La corrupción no es más grave o menos grave, depende de cuánto afecte. Lo más grave que he vivido en España es la organización criminal condenada, que es la de la Gürtel y el PP con Mariano Rajoy y sus amigos. Pero ahora, los partidos de la legislatura tienen que confiar en que actuamos con contundencia, y que esa contundencia se mantenga.
–En los audios de Koldo se habla de prostitutas. ¿Se ha abierto una brecha en el electorado feminista, una de las bazas del Ejecutivo progresista de Sánchez?
–El feminismo es un movimiento muy consolidado, que traspasa ideologías, que va más allá del PSOE, de Podemos, del Partido Comunista o de los distintos grupos de Sumar. Es un movimiento transformador y ganador de derechos incuestionable. A las feministas del PSOE nos ha hecho polvo convivir con semejantes grabaciones. Por desgracia, el machismo es el enemigo más poderoso que tienen las democracias en España y en Europa. Ningún partido esté exento de comportamientos machistas.
–Pero eso no justifica los casos de corrupción de su partido.
–No, y estamos afectados profundamente por las investigaciones abiertas. Y desolados. La corrupción ha afectado a todos los partidos en un momento u otro, desde Junts (con el pujolismo ) hasta el PNV (caso De Miguel). Luego está el campeón de las organizaciones criminales, el PP, que parece que con el caso Montoro rompe sus récords y llega a la corrupción institucional. Pero que sea mal de todos, a los socialistas no nos consuela. La corrupción nos ha destrozado porque somos una organización de gente decente y limpia, que toma medidas preventivas y sancionadoras más duras. Los más exigentes con la gestión pública. Pero queremos ser mejores aún en la lucha contra la corrupción. Limpiamos el PSOE tras la 'Filesa' de González. Y lo dejaremos impoluto ahora. Los partidos que nos han dado su respaldo para seguir lo saben. Somos gente decente.
–¿Cómo está viviendo el ambiente de crispación que se respira en el Congreso?
–Como una nueva batalla por la democracia. No creo que esto sea un momento puntual de crispación. Viene de atrás, de cuando Pedro Sánchez fue investido presidente y la derecha española inició una estrategia de acoso comedido, que ahora se ha convertido en acoso violento. Quieren que el PSOE desocupe, como si fuéramos ilegítimos, el gobierno de España. Cuanto más tiempo estemos gobernando, más agresiva será la campaña de caza contra el socialismo.
«Tenemos un proyecto maravilloso pero el caso Cerdán supone una ruptura de confianza con el Partido Socialista»
–La mala educación ha alcanzado una cotas increíbles en el Congreso.
–Sí. Y lo peor es que el fascismo utiliza una estrategia violenta contra lo que la derecha de hoy llama el 'enemigo', es decir, el contrincante político. Lo vivimos en Euskadi con ETA y en la época del franquismo. Porque es más fácil golpear y excluir de la política a una persona a la que la sociedad considera mala, corrupta y sucia. Esa derecha ha construido un concepto del 'sanchismo' para verter lodo y veneno, y poder acabar con Sánchez y con el PSOE. Pero no van a poder.
–Habla usted de la deshumanización del político...
–Así es. Lo que está ocurriendo no es casualidad. Es algo buscado por el jefe de la banda antidemocrática, Alberto Núñez Feijóo. Porque alguien que se comporta así no tiene los mismos principios democráticos que yo.
–¿Quién le iba a decir que tras el acoso sufrido por parte de ETA, fuera a vivir esta situación?
–Me recuerda a esa época en la que en Euskadi me llamaban fascista, española y traidora al País Vasco... Pues resulta que ahora soy comunista, traidora a la patria española, y en las redes me llaman puta y gorda. Pero los ataques van más allá, contra mi hija.
–¿Contra su hija?
–Van contra todo. Las campañas de redes de la ola reaccionaria buscan hacer daño al Partido Socialista, a Podemos, a Sumar y a todos los que consideran que no entramos en su España. Y es importante decir que detrás de eso hay mucho dinero. Y así puedes hacer una gran campaña. Saben quién es el enemigo, quién es su hija, su madre... por lo que insultan a todo el que pueden.
–Insultos que se escuchan en el Congreso...
–Todo lo que dicen en las redes, luego lo gritan desde el escaño. Es algo, insisto, que yo ya había vivido en Euskadi. Al frente de todo está Núñez Feijóo, el político más sucio y más ultra que he conocido yo al frente del PP. Y más peligroso para los derechos de los ciudadanos de este país y, en concreto, de los vascos...
«Bildu es un partido que cumple los acuerdos y es evidente que en política social nos entendemos mejor que con la derecha»
–¿Tanto como para que a los políticos vascos les dé miedo andar por Madrid?
–Yo no tengo miedo porque estoy curada de espanto. Pero sé que compañeros de partido, como Patxi López, sufren una falta de libertad evidente. No pueden pasear por una calle de Madrid o de Valencia porque siempre habrá quien los señale. Y me da una profunda pena que alguien como Patxi, que ha sido crucial para la libertad y los derechos en España, tenga que sufrir esto. Es indecente lo que alienta el actual PP.
–¿La relación de Jesús Eguiguren con Arnaldo Otegi, ha influido también en los ataques a su persona?
–La relación con mi marido, Jesús Eguiguren, por parte de la extrema derecha, siempre es garantía de agresión. A Jesús le odian los mediocres por ser tan buen español, porque lo que le importa es el bienestar de la ciudadanía. Es mejor español que cualquier ultra de Vox. Nunca nadie de la ultraderecha le llegará a la suela del zapato por todo lo que ha hecho por Euskadi y por España.
–¿Cómo ve al PNV, un socio clave del gobierno de Sánchez, y al que el PP intenta atraer?
–Tanto el Partido Nacionalista Vasco como nosotros nos estamos dando cuenta de que el PP dirigido por Feijóo es un peligro para Euskadi y para los derechos de los vascos. Hemos visto que alguien que sigue la estrategia ultra no es un amigo del autogobierno vasco, ni de nuestro bienestar, ni nuestra tranquilidad. En Euskadi, el PP no va a tener aliados; cada vez que ha habido que votar a favor de alguna iniciativa vasca, han votado en contra.
–¿Qué le parece que EH Bildu se haya convertido en el aliado más fiel de Sánchez?
–EH Bildu es un partido que cumple los acuerdos alcanzados, igual que los cumple el PSOE con los distintos socios. Con Bildu a veces ha sido más fácil llegar a acuerdos. No gobernaremos juntos, pero en cuestiones de políticas de izquierdas, es evidente que nos vamos a entender mejor con ellos que con otras formaciones de derechas y nacionalistas; como en temas de vivienda, de protección de empleo, de inmigración, de cuidados a los mayores o a las personas más desfavorecidas.
«En los disturbios de Torre Pacheco, el PP echó la gasolina y Vox prendió el fuego»
–¿Qué opina de la bronca sobre la inmigración y de los disturbios de estos días en Torre Pacheco?
–Quienes tenemos memoria en el Congreso de los Diputados, sabemos que desde hace tiempo el PP ha ido calentando el terreno con sus mensajes xenófobos, y ahora ha ocurrido lo de Torre Pacheco. ¿Cómo se pueden defender desde una tribuna discursos tan beligerantes contra niñas y niños desprotegidos que llegan a nuestro país porque sus madres han muerto en el mar por buscar una vida mejor? Alberto Núñez Feijóo no quiso firmar el acuerdo que se planteó en su día entre el Gobierno central y el canario para atender y acoger a estos niños... Pues de aquellos barros, estos lodos. Para el PP, los violentos son los de Vox. Lo dijo Miguel Tellado hace tan solo unos días. Y creo que mi obligación es denunciar esta situación, como en su día lo fue enfrentarme a ETA.
–¿El PP debería distanciarse más de Vox en sus políticas de inmigración?
–No puede porque son lo mismo, ya lo he dicho. Insisto, el PP echó la gasolina y Vox prendió el fuego. Es más, Vox es el aprendiz del actual PP. Y lo digo con un tremendo dolor de corazón porque yo he conocido al mejor PP que hay, que es el vasco. Sin este partido y otros más, nuestro país no hubiera logrado ser un Estado de libertades. Por eso, me gustaría que se recuperase el espíritu del PP vasco. El espíritu de Arantxa Quiroga, que siempre estuvo donde había que estar. Sin salir corriendo y sin esta deriva.... Y me da muchísima pena porque han dado mucho por Euskadi, pero ahora no van a contar con el aplauso de los vascos por la irresponsabilidad de una política ultra.
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