El último estudio sociológico, dirigido por el controvertido José Félix Tezanos, ha puesto el dedo en la llaga del Gobierno Sánchez en su gestión frente a la pandemia del Covid-19. ¿Actuó con reflejos el Ejecutivo de la coalición PSOE-Podemos? La encuesta, realizada fechas antes de declararse el estado de alarma y de activarse el confinamiento de los ciudadanos, no deja bien parado al cuadro de mandos de Moncloa porque la mayoría de sus consultados creen que el Gobierno debió anticiparse a lo que venía. Y, claro, los ojos se centran con mirada reprochadora en las manifestaciones del 8M y de otros muchos actos que se celebraron esas fechas. El virus multiplicó sus efectos en esas grandes aglomeraciones. También habrá tiempo para conocer en próximos estudios sociológicos cómo los ciudadanos encajan que, pese al descomunal esfuerzo del personal sanitario en esta crisis, haya habido una inquietante falta de medios –mascarillas, respiradores, tests...– en los momentos críticos en los que las cifras del virus, de enfermos y fallecidos no se aminoran.
El Gobierno Sánchez, que al final del túnel deberá hacer autocrítica y extraer conclusiones, recibió ayer en un desangelado Congreso el respaldo mayoritario de los partidos en la prórroga del estado de alarma y de sus decretos, aunque se comenzaron a verbalizar críticas –sobre todo desde la derecha– por las recetas para salir del profundo socavón financiero que provocará el patógeno. El PNV, que por todos los medios quiere evitar el 'coma económico', mantuvo su apoyo al Gobierno. Los soberanistas catalanes y EH Bildu, que abogan por endurecer las actuales medidas, tomaron distancia con su abstención. Lástima que esta tesis no se aplicara en Estella donde, a pesar de las recomendaciones sanitarias, se celebró un pleno para echar al anterior alcalde de Navarra Suma y poner a uno de EH Bildu. ¿Tanta prisa había?