El PNV afronta desde este lunes la fase que desvelará si Ortuzar y Esteban se baten por el liderazgo

De momento, lo único cierto es que la Comisión de Garantías y Control del PNV deberá cotejar antes del próximo día 10, los respaldos recabados por cada una de las personas propuestas por los afiliados en los batzokis desde el pasado 20 de enero, analizar la compatibilidad de cargos y testar su voluntad de concurrir o no a la segunda vuelta, en la que ya las bases se limitarán a votar al candidato que deseen entre los que se postulen.

Por el momento y hasta la confirmación oficial de los datos, que podrían conocerse la próxima semana, Ortuzar va en cabeza, con un importante apoyo en Álava, Navarra e Iparralde, y mantiene el primer puesto en Bizkaia, aunque con una exigua diferencia con Esteban, con el que casi empata. Al inicio del proceso la distancia era mayor, pero ha ido acortándose hasta producirse casi un empate técnico entre ellos.

Además de Ortuzar y Esteban, un tercer jeltzale, el exdiputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ocupa también el podio de los dirigentes que han cosechado los apoyos necesarios para optar al liderazgo del partido. El beasaindarra, que ha vencido en la primera vuelta en Gipuzkoa y capitaliza la contestación al presidente del PNV en este territorio, no ha desvelado si pasará a la segunda vuelta, lo que en todo caso sería una sorpresa mayúscula. Sí parece, sin embargo, dispuesto a jugar la baza del abultado apoyo para presionar al todavía presidente del EBB de cara a la negociación para conformar la futura dirección del partido y ocupar uno de sus sillones como ya hizo durante ocho años como responsable de Euskera y Educación, antes de ser elegido diputado general de Gipuzkoa.

Con el plazo final del calendario jeltzale que marca la novena Asamblea General, fijada para los días 29 y 30 de marzo en San Sebastián, los afiliados han estado desde el 20 de enero hasta ayer planteando en diferentes batzokis sus propuestas a la presidencia del PNV y a la Ejecutiva.

Si finalmente hay duelo en Sabin Etxea, la militancia tendría que elegir entre dos pesos pesados. El posible duelo Ortuzar-Esteban no supondría optar o no por un relevo generacional, ya que ambos tienen 62 años, pero devolvería al escenario político una batalla que resucitaría algunos fantasmas de la liza que protagonizaron Josu Jon Imaz y Joseba Egibar en 2003 cuando se disputaron la presidencia del EBB.

La importante renovación que sí se ha ido produciendo en los últimos tiempos en los cargos institucionales del partido, alcanzará también a la ejecutiva donde se prevé un importante cambio de caras. El PNV de Gipuzkoa aspira a ganar peso en esa dirección, primero con la entrada del propio Olano y luego con el deseo de ganar representación y poder pasar de los tres burukides que ha tenido hasta ahora a incluso cuatro.