«El objetivo de la deslegitimación del terror se ha abandonado por completo»
Consuelo Ordóñez critica que «se dé por bueno el final de ETA cuando perviven los objetivos políticos por los que mataron a Gregorio»
. El 25 aniversario del asesinato, a manos de ETA, de Gregorio Ordóñez volvió a reunir ayer en el cementerio de Polloe, junto a la ... tumba del teniente de alcalde del PP de Donostia, a familiares, amigos, compañeros del partido y cargos institucionales. Encabezados por la viuda de Ordóñez, Ana Iríbar; el hijo del político, Javier Ordóñez; la hermana del asesinado, el alcalde de San Sebastián, el jeltzale Eneko Goia, y la expresidenta del PP vasco, María San Gil, los asistentes rindieron, un año más, un emotivo homenaje al político donostiarra y reivindicaron «su legado y su memoria». «Son más necesarios que nunca en estos tiempos tan convulsos y faltos de certezas», reparó Consuelo Ordóñez. También asistieron al acto religioso la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria; la secretaria general del PP vasco, Amaya Fernández, la diputada del PP vasco Beatriz Fanjul, el presidente de Vox, Santiago Abascal, y familiares de otras víctimas como Rubén Múgica.
En su ya tradicional discurso ante la tumba de su hermano, Consuelo Ordóñez confesó que le «indigna» que se dé «por bueno» el final del terrorismo «cuando perviven, en presente, los objetivos políticos por los cuales le mataron», o que se diga que «las cinco décadas de terror sistemático y selectivo, no han servido para nada». En palabras de Ordóñez, si no hubieran servido para nada, «los que diseñaron esas estrategias de terror no podrían ejercer hoy ninguna influencia en la política de nuestro país para lograr los mismos objetivos por los que creyeron que era necesario asesinar y perseguir a miles de personas».
La hermana del político popular denunció «con dolor» que desde que ETA dejó «las pistolas y las bombas», lo que calificó de «teatro» de su disolución, se ha abandonado por completo, «desde Madrid hasta en Navarra, desde gobiernos de izquierdas hasta de derechas, la deslegitimación del terror».
Ordóñez reprochó al Estado «los atajos y las negociaciones indecentes» que, a su juicio, se dieron para llegar al final del terrorismo etarra, «precisamente, la vía que mi hermano siempre defendió que no era la que una democracia debía seguir». Lamentó que ahora se estén viviendo las «consecuencias de ese final de ETA negociado». «Estamos viendo cómo los mismos que durante décadas sometieron a los ciudadanos y la democracia, hoy hacen política con alfombra roja en las instituciones que siempre habían atacado. Qué fácil es cambiar el rumbo de la Historia con un tiro en la nuca y cuánto rédito político está dando ese tiro en la nuca», denunció.
La también presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, que el pasado jueves asistió a la inauguración de la exposición sobre su hermano que permanecerá abierta en el Palacio Miramar hasta el próximo 30 de abril, quiso recordar también quién era Goyo, convencida de que cada año es «más importante» contar no solo cómo murió y por qué, sino también cómo vivió.
El ejemplo de Gregorio
Ordóñez rememoró el ejemplo y el compromiso de su hermano e invitó a empaparse de lo que decía y hacía, y a reivindicar los valores que le costaron la vida. En este aniversario de su asesinato, el vigesimoquinto, eligió hacerlo además con sus propias palabras. «Os confieso que hasta a mí me impresiona que todo lo que decía siga estando de plena actualidad. Eso demuestra que ETA no consiguió, ni conseguirá, acabar con su espíritu», incidió.
Si algo caracterizó a Gregorio Ordóñez, explicó, fue que hablaba «alto y claro». Se refirió así a su argumentación sobre su llegada a la política. Entre los motivos, el edil popular aseguró en su día que «llegó un día en el que no pude más, no pude más de ver tanto atentado, tanta sangre en nuestras calles, tanto fanatismo. Fanatismo de quienes disparan, de quienes apuntan, fanatismo de partidos que se dicen democráticos, pero que han estado amparando a ETA y se han aprovechado de ETA»
El concejal del PP asesinado fue de los primeros que empezó a decir, rememoró su hermana, «la gran verdad de que HB era lo mismo que ETA». «No hay diferencia entre ETA y HB, no hay diferencia entre quien ordena matar y quien ejecuta, estamos ante la misma porquería. Elegir HB es elegir la muerte, la basura y el tiro en la nuca», citó Consuelo Ordóñez, al tiempo que aseguró «estar convencida» de que su hermano diría que «mientras los que le mataron sigan teniendo soporte político y apoyo social, no están derrotados». «Gregorio se sacrificó, de manera consciente, no por la sociedad en la que vivía, sino por la sociedad en la que aspiraba a vivir», finalizó.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión