El PSE recordará este sábado a Isaías Carrasco, asesinado por ETA en Arrasate hace 17 años

Mañana, a primera hora, coincidiendo con el día del asesinato, Marian Romero realizará su particular ofrenda floral en la acera donde Isaías cayó herido de muerte. Casi a pie de calle, en una pequeña ventana del edificio ubicado frente al número 6 donde vivía la familia Carrasco Romero, depositará una vela encendida, una fotografía de su marido y tres flores blancas y una roja en su recuerdo -tres por los hijos y otra por ella-, iguales a las que le regaló el último 14 de febrero que celebraron juntos. Marian Romero permanecerá allí en silencio unos minutos y se las ingeniará para que la vela permanezca encendida todo el día.

Isaías Carrasco, tenía 42 años, estaba casado con Marian Romero y era padre de tres hijos, Sandra, Ainara y Adei, de 20, 14 y 4 años de edad, respectivamente. El exedil socialista trabajaba como cobrador en el peaje de la autopista en Bergara, lugar al que se dirigía cuando fue abordado por el etarra Beñat Aginagalde que le descerrajó cinco tiros que acabaron con su vida. Era viernes y último día de campaña para las elecciones generales de aquel 2008.

Al día siguiente, en uno de los discursos más desgarradores de la negra historia de este país, su hija mayor, Sandra, clamó en la plaza de Arrasate que su padre, «un hombre valiente», había muerto «por defender la libertad, la democracia y las ideas socialistas».