Máxima tensión
La imagen del furgón de la Guardia Civil atravesando las puertas de la cárcel de Soto del Real con Santos Cerdán en su interior ha ... removido las entrañas del PSOE y sitúa al Gobierno en una situación de máxima debilidad. El ingreso en prisión del que fuera hasta hace pocas semanas el número tres de los socialistas deja en fibrilación auricular a todo el partido, a la espera de que el mismísimo Sánchez tome decisiones reanimadoras más rotundas y convincentes que sus reiterados perdones verbalizados en una rueda de prensa antes del encarcelamiento. El presidente debería actualizar su discurso y posición tras la «desgarradora» imagen del encarcelamiento de Cerdán –como así la calificaba ayer la propia portavoz del Gobierno, Pilar Alegría– y anunciar si tiene garantizados los apoyos del bloque de investidura y si va a presentar una cuestión de confianza que proyecte en el Congreso la fotografía de sus aliados. Las lacónicas palabras del presidente aludiendo a la justicia al conocerse el encarcelamiento de Cerdán no resultan suficientemente reparadoras para una ciudadanía que observa con indignación estos vergonzantes episodios de corrupción.
Mientras, el PNV, que no oculta su malestar por verse implicado en la declaración judicial de Cerdán junto a EH Bildu, empleará el mismo baremo que en 2018 aplicó para tumbar a Rajoy en la moción de censura. Es decir, si se prueba que el PSOE y/o el Gobierno está implicado en esa sonrojante trama de corrupción los jeltzales romperán la cuerda. Entonces, ¿esperará el PNV a una resolución judicial para tomar una decisión definitiva como ocurrió en el caso Gürtel?
Faltan aún muchas incógnitas que despejar. ¿Qué hará Sánchez ante el Comité Federal? ¿Habrá cuestión de confianza? ¿Feijóo pulsará el botón de la moción de censura aunque la pierda? ¿Y cuántos días seguirá el silencio de EH Bildu?
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