Juzgan a sindicalistas policiales acusados de amenazar al parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga
Vitoria acoge este miércoles la vista por el cruce de acusaciones ocurrido durante el pleno del Parlamento Vasco que aprobó la ley de reconocimiento de víctimas policiales
El Juzgado de Instrucción número 4 de Vitoria retoma este miércoles el juicio contra varios miembros de los sindicatos policiales Jusapol, Jucil y Sipe, acusados de presuntos delitos de atentado, injurias y amenazas contra el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga por unos hechos ocurridos el 4 de abril del año pasado en el Parlamento Vasco. En aquella fecha, los acusados y Julen Arzuaga protagonizaron una disputa verbal en la que el político les llamó «nazis» y «franquistas» y estos le reprocharon que «aunque mude de piel, la serpiente sigue siéndolo». El parlamentario independentista denunció a los representantes policiales, detallando en la acusación que también le amenazaron dirigiendo hacia él «sus dedos a modo de pistola» mientras proferían contra él «frases y gestos despectivos». Además, Julen Arzuaga denuncia haber sido objeto de una «campaña de amenazas e insultos» posterior a través de las redes sociales. En aquella sesión en la Cámara vasca se debatía y finalmente se aprobó la ley para reconocer a las víctimas de abusos policiales cometidos en Euskadi entre 1978 y 1999.
La vista oral fue aplazada el pasado mes de enero después de que la abogada de Arzuaga, Jone Goirizelaia, así lo reclamara al comprobar que no todos los acusados habían sido citados al juicio, petición que fue finalmente aceptada por el juzgado. El juicio se retomará a partir de las 9 horas.
Aquella jornada dio lugar a otras denuncias. La asociación Dignidad y Justicia también recurrió a los tribunales, a través de una querella ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJPV), contra Julen Arzuaga por un supuesto delito de injurias graves e incitación al odio que fue desestimada por el Tribunal.
El origen
La polémica se inició al comienzo de la intervención de Julen Arzuaga en el pleno, aunque no está claro si el desencadenante de la trifulca fueron sus propias palabras o si éstas constituyeron una reacción a los supuestos gestos despectivos que le dirigían los policías. El parlamentario de EH Bildu expresó su «desprecio absoluto» a «las organizaciones corporativas de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado», a las que acusó de actuar como «un 'lobby' infecto para que no se reconozca a las víctimas que ellos mismos han generado». «Para mí, ustedes son nazis que protestaban porque hubo un juicio en Núremberg. Para mí, ustedes son los franquistas que luchan para que no haya reconocimiento de sus vulneraciones de derechos humanos. Es indignante, inaceptable y asqueroso», manifestó.
Ante estas afirmaciones, los representantes de los sindicatos policiales que seguían la sesión desde la tribuna se levantaron y dieron la espalda al hemiciclo en señal de protesta, aunque poco después volvieron a sentarse. Parlamentarios de EH Bildu explicaron posteriormente que los estos les habrían dirigido palabras y gestos ofensivos. En concreto, afirmaron que les habían mostrado «peinetas» o gestos que, con los dedos, simulaban una pistola, y que les habían llamado «miserables».