En plena negociación final para que Yolanda Díaz cierre un acuerdo para que Sumar acoja a Podemos en coalición electoral para el 23-J el ... Tribunal Supremo echó ayer un jarro de agua fría -casi helada- sobre la ministra de Igualdad, Irene Montero, mentora contra viento y marea de la polémica ley del 'sólo sí es sí'. El Alto tribunal ha rechazado los recursos planteados por la Fiscalía contra las rebajas de penas acordadas por tribunales inferiores en aplicación de la ley. Es decir, la ofuscación con la que la ministra podemita se empeñaba en cargar contra las decisiones de los jueces para defender lo indefendible ha quedado en sonrojante evidencia, sobre todo tras desplegar la ministra un discurso impropio de una alta representante del Gobierno.# Montero en ningún momento siguió los pasos del presidente Pedro Sánchez, que en una entrevista a este periódico pidió perdón a las víctimas por las nefastas consecuencias de esta ley que ha rebajado las penas a más de un millar de agresores sexuales y excarcelado a más de un centenar. Bien al contrario, Montero se empleó a fondo para acusar a los jueces por «malinterpretar» su ley y de paso acusarles de «machistas» porque la aplicación de la ley vigente ponía en evidencia las alarmantes fallas que tenía su ley. El problema es que el presidente del Gobierno no intervino en momento y forma y dejó sin que nadie asumiera las responsabilidades de semejante dislate político.
La resolución del Supremo llega en el peor momento y deja en una posición más incómoda a la propia Montero, y por ende a Belarra, que comprueban cómo algunos barones territoriales de Podemos presionan para que Sumar, o sea Yolanda Díaz, coja la manija de esta apuesta electoral porque un nuevo desencuentro en la izquierda dejaría a los pies de los caballos a la izquierda y al mismísimo Pedro Sánchez.
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