Incógnitas por despejar
Mientras los incendios incontrolados en diferentes territorios españoles han vuelto a generar un lamentable choque dialéctico entre Gobierno y PP –la reacción de los gobernantes ... pudo ser más rápida–, la política vasca se despereza y prepara para el inicio de un curso político con objetivos ambiciosos por parte del gabinete Pradales, pero con la habitual incertidumbre de lo que pueda pasar en Madrid. El zarpazo que recibió el Gobierno Sánchez antes del verano tras el encarcelamiento del que fue el número tres del PSOE, el navarro Santos Cerdán, ha dejado heridas que aún supuran en los pasillos monclovitas. ¿Habrá más informes de la UCO que engorden la instrucción de la 'trama Koldo-Ábalos-Cerdán'? ¿Los socios de Sánchez mantendrán ese gélido respaldo que trasladaron al presidente antes del verano? Son muchas las incógnitas que planean sobre el espacio del presidente, que tendrá que hacer realidad los compromisos firmados con sus socios si pretende llegar hasta el final de la legislatura, en 2027.
El próximo jueves 28, en el palacio Miramar, el lehendakari Pradales abrirá su segundo curso político al frente de Ajuria Enea, y lo hará centrado en mantener el control de calidad a su propia gestión, con 'las cosas del comer' como principal eje, y en exigir a Sánchez que traspase cuanto antes las transferencias pendientes –sobre todo la gestión económica de la Seguridad Social– ante las fundadas dudas de que su legislatura no pueda llegar a su final.
Mientras, Covite vuelve a denunciar la colocación de pancartas en recintos festivos de Euskadi este verano en favor de presos de ETA. EH Bildu, que hace cuatro años escenificó en Aiete su solidaridad con el dolor de las víctimas, debería condenar alto y claro esta hiriente exhibición, como ya lo está haciendo su alcaldesa en Ondarroa con la expulsión de un policía local en una txosna.
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