Isabel Celaá: «No podrá ser miembro del Gobierno quien sea desleal a la Constitución»
Ministra portavoz del Gobierno en funciones ·
Con la negociación abierta entre PSOE y Podemos, Celaá cree que la renuncia de Iglesias «no garantiza el éxito en el resultado final» de conformar un Gobierno de coaliciónIsabel Celaá muestra orgullosa el retrato de Miguel de Unamuno que preside su despacho. La portavoz del Gobierno de Pedro Sánchez compagina la cultura que ... cuelga de las paredes del Ministerio de Educación con la actualidad más agitada de la política española. Esa misma que mantiene en jaque a todas las formaciones, pendientes de si la renuncia de Pablo Iglesias a formar parte del Ejecutivo central ha despejado ya el camino para conformar un gabinete de coalición. La sesión de investidura que arranca mañana, con escenarios cambiantes de un día para otro, ha exigido actualizar esta entrevista -realizada el jueves pasado- a media mañana de ayer.
-Parece que el último órdago de Pedro Sánchez ha funcionado...
-En política, hasta que no se obtienen los votos necesarios para producir el cambio no se puede dar nada por resuelto. Pero realmente, el principal escollo se ha removido.
-¿Le ha sorprendido la renuncia tan inmediata de Pablo Iglesias?
-Esperábamos que hubiera algún movimiento. Pero todavía queda mucho recorrido por hacer.
-¿No se puede confirmar aún que habrá un Gobierno de coalición?
-Trabajamos para poder configurar un Gobierno, pero es una tarea muy complicada porque queda todo por hacer. Lo único que se ha hecho es remover el escollo principal, pero ahora hay que acordar un programa, configurar un equipo solvente, cohesionado y, desde luego, fuerte bajo la presidencia de Pedro Sánchez.
-Pero, al menos, están más cerca de que se produzca la investidura.
-Es evidente. Pero en política hasta que no se tercien los acuerdos de fondo no se puede dar nada por resuelto. La retirada de un escollo por sí sola no garantiza el éxito en el resultado final. Hay que trabajar más.
-¿Y de qué dependerá ese éxito?
-Hay que hacer un programa acordado, solvente, que nos hable del futuro, de regeneración democrática, de recuperación social, de cumplimiento de acuerdos con Bruselas. Ahora lo importante es hablar de programa porque en el qué es como vamos a reposar todo lo que significa la gobernabilidad. Y en función de ese proyecto, es cuando hay que buscar las personas más idóneas para pilotarlo. Unas personas que gocen de la confianza y sean leales a ese Gobierno.
«Trabajamos para poder configurar un Gobierno, pero es una tarea difícil; queda todo por hacer»
-Iglesias ha dicho que renuncia si tiene potestad para elegir a los suyos. ¿Le darán ese margen?
-Lo tiene que decidir el presidente, porque él es el último responsable. Solo faltaría que no pudiera dar el OK a los miembros que le proponen. Todos los presidentes de Gobierno han de ser capaces y tienen la facultad de elegir a su gabinete. Si no hay imposiciones, se recibirán las propuestas y se acordará.
-¿Y hay tiempo para la negociación? Entramos en los minutos de descuento.
-Si hay voluntad y sin imposiciones, lo hay. En política se hacen muchísimas cosas en las últimas horas y, además, suelen ser las más efectivas. Pero hay que buscar personas de perfil técnico. Tienen que tener capacidad para manejar y administrar la gestión de su competencia. Y, en relación al programa, el PSOE tiene toda la maquinaria preparada. Esperemos que Unidas Podemos pueda disponer de lo mismo.
-¿Y en ese perfil técnico que buscan encajan Irene Montero, Pablo Echenique, Rafael Mayoral...?
-No hablamos de nombres. Sánchez ha dicho que busca perfiles técnicos. Todos los ministros somos políticos también, pero no somos personas anodinas o extrañas a la competencia que nos ha tocado gestionar.
-¿Ahí radica el veto a Iglesias?
-De ninguna de las maneras ha sido un veto. El tema es generar un Gobierno cohesionado y fuerte, y para ello uno necesita tener una determinada afinidad entre los miembros del Ejecutivo. Y hay cuestiones en las que no nos identificamos con Iglesias, como el modelo de país o la mirada de solucionar determinadas cuestiones. Hay razones fundadas para que no encaje en el gabinete.
-¿La visión antagónica sobre Cataluña ha sido el principal escollo?
-Es uno de los importantes, sí.
-Pero la postura de Iglesias en esta cuestión no es ninguna novedad.
-Y no nos ha sorprendido. El tema es que antes no teníamos un Gobierno de coalición, teníamos una identificación de objetivos y de programa. Sánchez conoce muy bien a Iglesias y sabe lo que representa. Y es por eso por lo que considera que a ese Ejecutivo le restaría cohesión una mirada tan diferente -legítima, por supuesto- como la que representa Iglesias. Hay una coincidencia explícita en los temas de política social, pero no la hay en determinadas políticas de Estado.
-En un Ejecutivo bicolor, las representantes de Unidas Podemos defenderán las mismas políticas que Iglesias. ¿Cuál es la diferencia?
-En la posición. Es decir, si una de esas personas tiene un área de gestión, supongo que se circunscribirá a ella más allá de que dé la opinión dentro del Consejo de Ministros. No es la misma frontalidad o enfrentamiento que pudiera suscitarse el hecho de que estén dos líderes y que cada uno al defender sus propias esencias pudiera romper un Gobierno. La mirada de Iglesias en razones de Estado es muy distinta y Sánchez no puede arriesgar al país a una crisis de Gobierno.
«Es rotundamente falso que hayamos recibido presiones para que Iglesias se quede fuera»
-Pero cualquier miembro de la cúpula de Podemos mantiene la misma mirada que su líder en cuanto al modelo territorial, Cataluña...
-Lo que yo sí le digo es que no podrá ser miembro del Gobierno de España quien no mantenga una lealtad a la Constitución.
-Unidas Podemos defiende el referéndum en Cataluña. Y eso desborda la Carta Magna.
-Eso no cabe. Todos sabemos que la Constitución no acepta ningún referéndum de autodeterminación. Por eso decíamos que había diferencias políticas en cuestiones de Estado.
-¿Y a usted le hubiera gustado que el lehendakari, por ejemplo, acotara el terreno de juego y eligiera a los consejeros del PSE-EE?
-Claro que había fórmulas a través de las cuales el lehendakari optaba de entre las candidaturas posibles que les pudiera ofrecer el propio socio de Gobierno. Y había veces que, efectivamente, señalaba o identificaba cuáles eran sus preferencias.
-¿Han recibido presiones para no incorporar a Iglesias al Gobierno?
-Eso es rotundamente falso.
-En cualquier caso, ¿qué cuota de protagonismo les darán en el Consejo de Ministros? Unidas Podemos ya reclama varios ministerios.
-Eso es terreno abonado para una negociación honesta en la que no haya imposiciones.
-Una vez abonado el terreno para coaligarse, necesitan el respaldo de otras fuerzas políticas. ¿Tiene esperanza de conseguirlo?
-Las distintas fuerzas están ya anunciando lo que quieren hacer. Pero, lógicamente, quieren oír cuál es el proyecto que va a poner en marcha el presidente y escuchar su discurso.
-ERC y EH Bildu ya han manifestado que no van a entorpecer. ¿Esta posición les beneficia o cree que es un caramelo envenenado?
-Lo que les hemos dicho a todas las fuerzas es que lo importante es no bloquear la investidura. Una abstención no prejuzga ninguna política, pueden seguir ejerciendo de oposición. Y eso es lo que le pedimos también a PP y Ciudadanos.
-¿En algún momento Ciudadanos ha sido la primera opción del PSOE como socio preferente?
-Nosotros no hemos negociado con Ciudadanos. No han querido hablar con nosotros.
-¿Y ha habido cierto exceso de confianza por parte del PSOE, que vio desde el principio el partido ganado y se le ha ido complicando la situación más de lo que esperaba?
-El 28-A tuvimos unos resultados inequívocos. Y nadie pensó que pudiéramos llegar a sacrificar el interés general por mor del interés de una persona. Me hubiera parecido desproporcionado y muy disfuncional que se paralizase todo.
«Si no hay imposiciones de Unidas Podemos, se recibirán las propuestas y se acordará»
-¿Y es o julio o nada? ¿O también se abren a dilatar la negociación hasta septiembre?
-Julio es el mes que importa, porque es el mes de disponibilidad de Sánchez. El jefe del Estado le hizo un encargo para julio y será quien determine si reitera el encargo. Lo que sí puedo decir es que Sánchez es un hombre muy resistente y trabajador. Él va a trabajar hasta el último empeño en que los españoles tengan un Gobierno sin necesidad de volver a las urnas.
-¿Estamos condenados a una repetición electoral si no alcanzan el acuerdo con Unidas Podemos?
-Se transitarán todas las posibilidades. Pero creo que hay que resistirse con todas las fuerzas y hay que recorrer todos los caminos para evitar que haya elecciones generales.
-¿Teme que la izquierda acabe aún más dividida y que PP y Cs aúnen fuerzas y conformen una 'España Suma' a la navarra?
-Todos esos riesgos están encima de la mesa. Yo veo a mi partido con fuerza para abordarlos y superarlos si se llega a esa eventualidad. Pero esos riesgos existen y nos gustaría no tener que afrontarlos.
«El calendario de transferencias está vivo y vamos a cumplirlo»
-¿Qué papel ha jugado el PNV en este escenario? Los jeltzales observan con preocupación que no se pueda materializar el calendario de las transferencias pendientes, que haya quedado arrinconado.
-No ha vuelto al rincón. El PNV es un socio leal, trabajamos con ellos desde tiempo inmemorial y a lo largo de la historia nos conocemos perfectamente bien. Desde luego, el calendario de transferencias para nosotros está vivo y tenemos una determinación de cumplirlo, pero necesitamos resetear el Gobierno.
-El PNV no suele dar nada gratis. ¿En qué están dispuestos a ceder?
-Teníamos un calendario propuesto de transferencias y una política trazada que seguía un itinerario. Yo creo que los acuerdos van sobre esa vía y luego hay otros que también están en desarrollo, como el TAV. Vamos trabajando a medida que avanzamos. Creemos en la lealtad absoluta del PNV, que siempre está con afán de ayudar y de que haya investidura.
-En el partido de Andoni Ortuzar temen, en cualquier caso, que un eventual Gobierno de coalición recentralice algunas competencias.
-El temor del PNV me gustaría disiparlo, porque nosotros somos leales a lo que firmamos en su momento, el calendario de transferencias, y vamos a trabajar para que prospere.
-Además del PNV, son necesarias las fuerzas catalanas. Sánchez parece no estar muy cómodo con el apoyo de los soberanistas, sin embargo, es inevitable que opere al menos la abstención.
-Lo que hemos dicho es que no queremos que el Gobierno dependa de los independentistas. Eso no quiere decir que no vayamos a hablar con ellos para entrar de lleno en lo que significan soluciones racionales, que están dentro de la Constitución.
-Una cosa es la investidura y otra la gobernabilidad. ¿Dónde cree que podrían encontrar apoyo?
-La gobernabilidad es cosa de muchos. Nosotros pretendemos que el Gobierno de España, aun siendo un Ejecutivo de coalición, se abra a acuerdos con el resto de fuerzas.
-Si hay Gobierno, los Presupuestos son fundamentales. ¿Ve factible aprobarlos con ERC?
-Depende cuándo se produzcan. Estamos aquí porque las fuerzas independentistas los rechazaron. ERC no quiso ni entrar en las cifras, a sabiendas de que eran muy interesantes también para Cataluña. Si el país avanza hacia la racionalidad y hacia una disminución de la gran cantidad de emociones que se concentran por mor del procés... Vamos a ver qué pasa. Estamos en un momento de asomarnos al final del procés con la sentencia y espero que todos seamos capaces de digerirla racionalmente.
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