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Iñigo Fernández de Lucio
Sábado, 25 de noviembre 2023, 17:47
«Kaixo, un sincero saludo. No es fácil hacerlo por escrito, pero nos gustaría dar un paso más en un camino que emprendimos hace ya tiempo». Con estas palabras encabezaba Carmen Guisasola, exdirigente de ETA y asesina del sargento mayor de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea, una carta dirigida a su viuda, Rosa Rodero, en 2011. Habían transcurrido 18 años desde el asesinato. Poco después de enviar la misiva, en 2013, ambas mujeres protagonizaron el primer encuentro restaurativo entre una víctima y un miembro de la banda en un espacio público, la plaza de la Convivencia de Bilbao, junto a las torres de Isozaki. Apenas habían pasado dos años del fin de la violencia y aún faltaban cinco para que ETA se disolviese. Diez años después, Rodero y Guisasola han vuelto a fundirse en un abrazo en el mismo escenario con motivo de un acto por el 30 aniversario del asesinato de Goikoetxea.
Guisasola fue una de las integrantes de la 'vía Nanclares', la corriente de presos de la banda que se rebeló contra las directrices de la dirección y abrió un camino para tratar de mitigar el indescriptible dolor causado en los familiares de las víctimas. Esos esfuerzos por reunirse con la viuda de la persona a la que asesinó llegaron poco después de que Rodero y otra víctima, Cristina Sagarzazu, viuda del también ertzaina Montxo Doral, acudieran a un homenaje por Santiago Brouard, político y militante de HB asesinado por los GAL.
Ese gesto fue lo que motivó a Guisasola a escribir su carta desde prisión. En la misiva, reconocía la importancia del paso dado por las dos valientes mujeres. «Nos pareció muy importante vuestra actitud. Nos emocionó y a la vez nos reafirmó en la necesidad de dar pasos concretos. Tenemos que aportar algo para cerrar una etapa que ha sido muy dolorosa» y que ha dejado «unas mentalidades tan sectarias que son un problema para poder recuperar una convivencia normalizada». La valentía de Rodero y Sagarzazu marcó el acercamiento de Carmen Guisasola y los integrantes de la 'vía Nanclares' hacia el dolor de las víctimas del terrorismo.
Víctima y victimaria se reunieron en público dos años después, en 2013, en la plaza de la Convivencia de Bilbao. El encuentro tuvo un enorme valor simbólico. «Hace diez años en este mismo lugar se produjo un encuentro histórico», ha recordado la responsable de Memoria del Gobierno vasco, Nerea Melgosa, en el homenaje de este sábado. «Por primera vez en un espacio público, una víctima -Rosa Rodero- y un victimario -Carmen Guisasola-, se fundieron en un abrazo como símbolo de reconciliación de un futuro cimentado sobre la convivencia y el respeto. «Nos congratula que ese encuentro haya sido renovado en este 30 aniversario del asesinato de Joseba Goikoetxea», ha señalado la dirigente.
El acto ha sido organizado por familiares de Goikoetxea. Además de Guisasola, también ha acudido Joseba Urrusolo Sistiaga, expreso de ETA y miembro reconocido, también, de la 'vía nanclares'. El evento ha contado, además, con la participación del viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, José Antonio Rodríguez Ranz; del asesor para la atención a las víctimas, Enrike Ullibarriarana; y de la consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno de Gobierno vasco, Olatz Garamendi. También ha acudido, entre otros, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar.
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