«Soy un hombre de partido, no voy a acabar mal con el PNV», asegura Urkullu
El lehendakari deja en el aire la incógnita de si quería continuar en el cargo y enfría un adelanto de las autonómicas
Xabier Garmendia
Lunes, 4 de diciembre 2023, 11:39
Cuando ya ha pasado más de una semana desde que la ejecutiva del PNV le comunicó que no repetiría como candidato a lehendakari de cara a las autonómicas de 2024, Iñigo Urkullu sigue sin aclarar públicamente si él quería aspirar a una cuarta legislatura: «No me gusta la política del yo, soy más partidario del nosotros y nosotras». El todavía jefe del Ejecutivo autonómico deja la incógnita sobre la mesa, pero descarta en cualquier caso un pulso interno con su formación: «Soy un hombre de partido que atiende sus decisiones, las respeta y las cumple. Yo no voy a acabar mal con el PNV ni el PNV va a acabar mal conmigo».
El mandatario nacionalista ha protagonizado este lunes el Foro Expectativas Económicas, organizado por El Correo y el Banco Santander en el Palacio Euskalduna de Bilbao. Ante una nutrida representación de la esfera política y económica de Euskadi, en su intervención inicial ha realizado un largo alegato de su labor en el cargo desde que llegó al Palacio de Ajuria Enea a finales de 2012. Once años en los que el País Vasco, «lejos de retroceder, ha crecido en plena adversidad» hasta contar con «unas cuentas públicas saneadas, con solvencia financiera y con capacidad para dar respuesta a las necesidades».
En un coloquio, el lehendakari ha abordado el proceso de relevo en la candidatura del PNV, acelerado después de que este medio revelara en exclusiva la decisión del Euzkadi buru batzar (EBB) de prescindir del propio Urkullu. Preguntado por ello, ha asegurado que la formación jeltzale se debía sentir «libre para hacer la reflexión pertinente y tomar las decisiones que creyera más convenientes». Una vez que la ejecutiva nacionalista ha propuesto al diputado foral vizcaíno Imanol Pradales como aspirante, el jefe del Ejecutivo autonómico dice que tendrá su «ayuda y apoyo». Le ha aconsejado que sea «él mismo».
Urkullu ha eludido aclarar si él personalmente estaba dispuesto a liderar la candidatura electoral por cuarta vez consecutiva, pero ha negado que su intensa agenda pública en los últimos meses supusiera una reivindicación de su deseo de continuar en el cargo. «En modo alguno. Si se ha dicho que se me comunicó en septiembre, y en este tiempo se me ha acusado de estar en campaña, pues habría una incongruencia en mi proceder», ha explicado. En este sentido, ha defendido que su trabajo continuará hasta las elecciones: «La legislatura no termina hasta el último día. Tenemos trabajo por delante, todavía debemos finalizar lo comprometido».
«No he pensado en mi futuro»
En clave interna, el lehendakari se ha autodenominado como «hombre de partido» que «respeta y cumple» las decisiones internas de una formación de marcada bicefalia entre lo orgánico y lo institucional. Urkullu rechaza sentirse «señalado» por sus compañeros o haber pagado los platos rotos del evidente desgaste electoral que han sufrido los jeltzales en las últimas convocatorias electorales. De hecho, se ha escudado en la proyección del Sociómetro del Gobierno Vasco de cara a las autonómicas de 2024, que prevé una nueva victoria del PNV e incluso el mantenimiento de la mayoría absoluta con el PSE-EE a pesar del auge de EH Bildu.
Acerca de esas elecciones, Urkullu ha enfriado un adelanto de la convocatoria. Ha hecho hincapié en que el Gobierno vasco no ha cubierto su mandato de cuatro años desde la última llamada a las urnas, que se produjo el 12 de julio de 2020 tras haber sido retrasadas desde el 5 de abril por culpa de la pandemia. Las especulaciones sobre un anticipo a marzo, alentadas por el propio PNV, no son «un ejercicio serio» por mucho que los partidos ya estén eligiendo candidatos, según el lehendakari, quien reivindica que su Gabinete aún tiene «tarea por delante», como la aprobación de los Presupuestos de 2024 y la Ley de Educación.
De cara a futuro, después de esas autonómicas que se celebrarán o en marzo o en junio, el mandatario nacionalista asegura no saber aún a qué se dedicará una vez deje el cargo. «No he pensado nada. Estoy centrado en mi responsabilidad como lehendakari. Una vez entregue la makila al siguiente lehendakari en la Casa de Juntas de Gernika, será cuando piense en mi futuro», ha afirmado. Preguntado sobre cómo querría ser recordado, ha explicado que no busca el «reconocimiento», sino «dejar Euskadi en las mejores manos posibles».
Urkullu califica de «triste honor» que Euskadi «sufra» el 50% de las huelgas del Estado
El lehendakari Iñigo Urkullu ha cargado hoy con dureza contra los sindicatos que han hecho de la huelga no una estrategia para presionar en negociaciones difíciles, sino un fin en sí mismo. Así, ha lamentado que a la concatenación de las crisis económicas le haya seguido un reguero de huelgas, y no ha dudado en lamentar la imagen que transmite Euskadi con una elevada conflictividad laboral. «Tenemos el triste honor de sufrir el 50% de las huelgas de todo el Estado. Pero es más desolador, si cabe, que determinados agentes sindicales se enorgullezcan de ello». Las centrales «han convertido una medida que debería ser excepcional en su práctica habitual», ha apuntado Urkullu en una apelación directa al sindicato ELA.