El Gobierno marca distancias con EH Bildu tras la bronca y le exige que condene a ETA
Denuncia las palabras de Arzuaga contra la Policía, después de recibir su apoyo a los decretos | La polémica del Parlamento Vasco empaña el giro de la coalición hacia el PSOEy sirve al PP para atacar al Ejecutivo de Sánchez
La resaca del bronco pleno del jueves en el Parlamento Vasco llegó hasta Madrid. El Gobierno central y el PSOE marcaron ayer distancias ... con EH Bildu, partido que había iniciado un acercamiento hacia los socialistas, tras la dura intervención del parlamentario abertzale Julen Arzuaga, llamando «nazis» y «genocidas» a un sindicato de la Policía Nacional que cuestiona la Ley de víctimas policiales. Las presiones de PP, Ciudadanos y Vox a una semana de la campaña a las elecciones generales del día 28 no dejaron mucho más margen al Ejecutivo socialista. La portavoz del Ejecutivo de Pedro Sánchez, la vasca Isabel Celaá, fue la encargada de escenificar el distanciamiento de la coalición abertzale al calificar de «inaceptables» las palabras de Julen Arzuaga y pedir a la entente soberanista que «condene los crímenes de ETA».
La fuerte polémica durante el debate en Vitoria de la Ley de Abusos Policiales, con el enfrentamiento de Arzuaga, el sindicato Jusapol y el PP, ha acabado empañando el acercamiento iniciado esta semana por EH Bildu hacia el Gobierno Sánchez, con su apoyo para aprobar seis decretos sociales en la Diputación Permanente del Congresodel miércoles. Una cita que estuvo precedida, según han desvelado dirigentes de la formación abertzale, de contactos telefónicos entre el PSOE y la coalición independentista, y que forzó al PNV a presionar al Gobierno para apremiarle a cerrar algunas de las transferencias pendientes a Euskadi.
La jugada de EH Bildu le permitió discutir por primera vez al PNV la iniciativa en el debate estatal, con lo que sus estrategas quedaron satisfechos, en su intento de ser decisivos en la gobernabilidad tras las elecciones, de la mano de su renovada alianza con los catalanes de ERC. El reflejo fue, por ejemplo, la salida en tromba de la derecha, con el presidente del PP, Pablo Casado, a la cabeza, elevando el tono de sus andanadas y acusando a Pedro Sánchez de depender de Arnaldo Otegi y ETA.
Cuña de Ortuzar
De forma inesperada, en el pleno del jueves en el Parlamento Vasco sobre la ley de abusos policiales, la situación dio un giro. Julen Arzuaga desencadenó una tormenta política al arremeter contra varios policías del sindicato Jusapol que protestaban por la aprobación de dicha norma en la Cámara autonómica. «Para mí ustedes son los nazis que protestan porque hubo un juicio en Núremberg, los franquistas que luchan para que no haya un reconocimiento de sus vulneraciones de derechos humanos. Esto es indignante, inaceptable y asqueroso», señaló Julen Arzuaga a voz en grito, además de enzarzarse con los parlamentarios del PP que desaprobaron su actuación.
En su comparecencia tras el consejo de ministros, Isabel Celaá calificó como «lamentabilísimas e inaceptables en cualquier democracia» las manifestaciones de Julen Arzuaga. En opinión de la ministra portavoz, debería haber iniciado su alocución con la petición de «perdón por los crímenes de ETA» para después pronunciar «una comunicación discreta, razonable y prudente del objeto del debate». El PP siguió hurgando en la herida. Alfonso Alonso concluyó que EH Bildu «ridiculizó» a Pedro Sánchez, tras apoyar sus decretos el día anterior.
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar , también criticó a la coalición y trató de abrir en ella contradicciones internas. «Bildu se mueve continuamente en el funambulismo», interpretó, y no descartó que la actuación de Julen Arzuaga «fuese una compensación al sector duro» de la izquierda abertzale tras el gesto de acercamiento al Gobierno español la víspera. Mientras, el senador de EH Bildu y número dos al Congreso por Gipuzkoa, Jon Iñarritu, reconoció en Radio Euskadi que «cayeron en una trampa tendida por el PP y el sindicato ultra» de la Policía, presente en la tribuna de invitados. Y asumió que la expresión «nazis» empleada por Julen Arzuaga no fue «la más afortunada», aunque criticó la actitud de la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria (PNV).
Por último, asociaciones de víctimas de ETA como Covite, AVT, fundaciones Ordóñez y Blanco, o Fundación Víctimas del Terrorismo criticaron la Ley de víctimas policiales.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión