Francia cierra la primera fase de traslados y la izquierda abertzale le pide que acerque ya a todos
Sortu entiende que debe acabar la «diferenciación entre presos» y esgrime que en Mont-de-Marsan y Lannemezan habría espacio para los 50
J. S.
SAN SEBASTIÁN.
Lunes, 25 de junio 2018, 06:21
La izquierda abertzale entiende que Francia debe abrir una nueva fase y «generalizar los acercamientos» de presos de ETA a las cárceles próximas a Iparralde, para culminar así el final de la dispersión en ese Estado. El mundo de Sortu hace un balance positivo de la primera fase llevada a cabo por París, saldada con el traslado a Mont-de-Marsan y Lannemezan de quince internos, una cuarta parte del total, en un periodo de casi medio año. Se trata de miembros de la banda sin delitos de sangre o a punto de cumplir la condena. En un documento de la formación independentista, entiende que «se ha concluido una primera etapa» pero se añade que «puede y debe tener continuidad».
El Gobierno de Emmanuel Macron se comprometió en enero, en virtud de la interlocución abierta con los cargos electos de todos los partidos del País Vasco francés, a iniciar los acercamientos con ese grupo de presos. El pasado día 14, con el traslado desde Tarascon (750 kilómetros) del hernaniarra Asier Ezeiza se cerraba el primero de los compromisos adquiridos por el Ejecutivo galo con la delegación vascofrancesa.
La izquierda abertzale reconoce que esos «primeros movimientos respondían a un inicial perfil determinado por el Ministerio de Justicia francés apuntando a presos con condenas determinadas y en avanzada fase de cumplimiento». Sin embargo, el mundo independentista sostiene que ya es «momento de generalizar los acercamientos y hacerlos extensibles a todos ellos y ellas». «Si, en realidad, las víctimas del alejamiento no son los presos y presas sino sus familias, allegados y amigos; ¿por qué establecer esa diferenciación? Y, si el criterio seguido es la aplicación de la ley, lo lógico y adecua n beneficiarias del acercamiento», argumenta en el escrito para demandar el traslado al sur del Hexágono de la treintena de encarcelados dispersados en once centros penitenciarios, muchos de ellos en París y la zona norte.
Reclama reagrupar en una prisión a las mujeres, que no tienen módulo en las dos cárceles más próximas
La izquierda abertzale argumenta, asimismo, que «las excusas relativas a la seguridad han desaparecido del todo tras la disolución de ETA». En todo caso, en un primer balance, el mundo de Sortu valora positivamente el arranque del proceso y concluye que «le señala el camino al nuevo Gobierno del Estado español y le obliga a mirarse en el espejo francés». Entre los encarcelados en Francia pendientes de acercar figuran varios de los últimos líderes de la organización ya disuelta, como David Pla, Iratxe Sorzabal, 'Mikel Antza', 'Anboto', Mikel Karrera o Garikoitz Azpiazu, 'Txeroki'.
Retirada de la peligrosidad
La izquierda abertzale agrega que «tampoco sirven las excusas relativas a la capacidad de los centros penitenciarios» porque Mont-de-Marsan, en las Landas, tiene 38 plazas disponibles más otras cincuenta adicionales en el área de preventivos. Y en Lannemezan, situada a poco más de 200 kilómetros de la frontera, existen un 21% de plazas libres, para un total de 33 personas, según sus datos. Uno de los principales problemas es la inexistencia de un módulo específico para mujeres en estos dos penales, lo que no ha permitido acercar a ninguna de las once presas vascas. El documento llama a reagrupar a las mujeres «en una única cárcel lo más cerca posible de Euskal Herria» hasta «habilitar una solución de acercamiento definitivo».
Respecto a la retirada reciente a otros cinco presos del estatus DPS (Detenido Particularmente Señalado) sumándose a las siete anuladas a finales de 2017, la formación independentista entiende que «tiene su valor porque afecta a otro tipo de protocolos y, sobre todo, porque muestra una voluntad de ir desactivando decisiones administrativas ligadas al ciclo político pasado». Quedan 21 reos a los que aún no se les ha retirado este estatus similar a la catalogación FIES española. En el fiel negativo de la balanza, se cita la situación de tres presos condenados a «perpetuidad» y que acumulan 29 años de privación de libertad.