Euskadi busca abstraerse de cara al 21-A de la feroz batalla que libra la política en Madrid

La Ley de Amnistía, el caso Koldo y el pulso interno entre José Luis Ábalos y el PSOE, el adelanto electoral en Cataluña, la renuncia del Gobierno a presentar los Presupuestos de 2024, la pareja de Isabel Díaz Ayuso monopolizando el último caso de corrupción mediático... ¿Hasta qué punto este clima crispado puede dejar a Euskadi fuera de foco en vísperas de las elecciones autonómicas del 21 de abril? ¿La campaña acabará por contaminarse o los partidos vascos lograrán impermeabilizarse? ¿Euskadi ha quedado en una posición relegada en cuanto a interés e influencia en Madrid? ¿Los partidos catalanes están arrebatándole todo el protagonismo a las formaciones vascas en el Congreso? DV ha pulsado la opinión de tres expertos para arrojar algo de luz al escenario en el que se encuentra hoy Euskadi.

Para María Silvestre, el hecho de que Pedro Sánchez haya renunciado a los Presupuestos de 2024 tras el anuncio del adelanto electoral en Cataluña, y no provocase en él esa misma reacción la convocatoria de los comicios vascos, demuestra la «significación e incidencia» que ERC y Junts tienen en la política estatal. «La política vasca y, sobre todo, el peso del PNV y EH Bildu en las negociaciones y los acuerdos en Madrid parece situarse en un segundo plano» y, ante la opinión pública, «parecen mucho más decisivos los acuerdos con los partidos catalanes que con los vascos, cuando en realidad la posición de los partidos vascos es igual de importante que la de los catalanes», reflexiona la directora del Deustobarómetro. No obstante, esta percepción se circunscribe, según señala Silvestre, al hecho de que «la confrontación es menor y eso deriva en menos ruido político». Y ese es, precisamente, el escenario ideal «para avanzar en los acuerdos» a juicio de Silvestre, y no tanto la «confrontación constante en un ambiente sumamente polarizado», apunta. Un clima que, según desliza Silvestre, no afectará a Euskadi de cara a las elecciones autonómicas del 21-A. «La campaña electoral en Cataluña y el retraso de los Presupuestos no va a afectar demasiado a las elecciones ni a la campaña», asegura Silvestre, que apunta a que la campaña en Euskadi se va a plantear en clave vasca y, sobre todo, enfocada «a la polarización entre los dos partidos abertzales», en alusión a PNV y EH Bildu, y cuáles son sus ofertas.

Silvestre, además, asegura que al PSOE «le inquietan más las elecciones catalanas que las vascas porque en Cataluña el PSC va a competir cara a cara con las fuerzas nacionalistas para hacerse con el poder de la Generalitat, cuestión muy distinta a la del PSE en Euskadi, que se percibe como claro socio del PNV, lo que no altera los acuerdos ni en Vitoria ni en Madrid».

Juanjo Álvarez es consciente de que en Euskadi será «difícil aislarse de todo el ruido externo», que la agenda vasca «ha ido quedando un poco retranqueada y con menos protagonismo» en Madrid, y que la dimensión estatal «probablemente va a poder entrar en campaña, pero con cierta sordina». Y se explica: «Creo que el PP, porque veo a Javier de Andrés siguiendo más el discurso de Feijóo, es el único partido que veo a rebufo de la política española, pero el resto creo que convergen en el interés de poner el foco en nuestra dimensión».

El catedrático de Derecho Internacional opina, además, que esa posición 'relegada' de los partidos vascos en Madrid es muy positiva para Euskadi. «Esa pérdida de significación política o protagonismo es una buena noticia y a mí me encanta», apunta Álvarez. ¿Por qué? Porque eso demuestra, a su juicio, «que aquí la política está todavía siendo razonablemente civilizada y menos trivial, algunos dirán incluso aburrido». Por ello, apunta, dejar a un lado la crispación que hoy se vive en el Congreso ayudará a que la campaña electoral vasca se centre en las cuestiones más «terrenales». «Es un buen momento para hablar de los cuidados, de salud, de la organización institucional del país, de qué modelo de ciudadanía queremos, de la política lingüística...», enumera. «Y no hay que confundir la notoriedad con el mérito», destaca. E insiste: «Yo prefiero que la política vasca no sea protagonista porque no hagamos ruido».

En este sentido, Álvarez también destaca que no es trascendental el hecho de que ni PNV ni EH Bildu -«quienes se van a disputar la hegemonía probablemente», señala- puedan sacar rédito político al hecho de traer a Euskadi mejoras a través de los Presupuestos estatales a los que Sánchez ha renunciado. «A estas alturas -dice- ese no será un elemento de tirón de votos».

«El interés mediático se centra mucho en Madrid y la agenda vasca no marca tanto la 'agenda setting'», manifiesta Estitxu Garai. Cree incluso que «todo lo que ocurre en Madrid tiene mucha relevancia política e incluso las fuerzas vascas también utilizan ese foco para proyectar su posicionamiento político y sus mensajes». Y que, en general, todo lo que ocurre en el Congreso, «puede tener cierta influencia». Pero puntualiza: «No creo que el ambiente bronco de Madrid, el 'y tú más', afecte a la campaña vasca; se va a intentar generar un escudo de toda esa injerencia que pueda venir porque ni al PNV ni a EH Bildu, ni a los partidos que pueden tener un marco más estatal, les interesa».

Garai no cree, en todo caso, que Euskadi pueda quedar fuera de foco por los comicios catalanes «porque cada proceso electoral va a tener su 'tempus', su campaña muy diferenciada». «Además, estamos ante unas elecciones en las que se ve que están en juego la hegemonía del PNV y eso también genera un interés añadido por los resultados», explica.

Garai, asimismo, señala que «los Presupuestos son un hito y una oportunidad para tener una incidencia». «Es una oportunidad transaccional muy importante por la relevancia que tienen los Presupuestos», prosigue. Por tanto, dice, el hecho de que no haya Cuentas actualizadas «sí limita la capacidad de acción de EH Bildu y del PNV» ya que «podían tener la tentación de cara a la campaña vasca de utilizar esos logros para reforzar esa marca de partido útil o un partido que consigue cosas». Por ello, explica, «van a vivir más de las rentas del trabajo que se han hecho». Pero aun así, la profesora de la UPV no cree que la campaña vasca «vaya de los logros en Madrid». «Va a ir más de proyectos, de qué propuestas tienen y qué modelo proponen para hacer frente a esos retos, como puede ser la modernización y gestión de Osakidetza, la transición energética, el modelo de cuidados, el modelo de Policía… Todo eso va a centrar el debate», concluye.