Eneko Andueza | Secretario general del PSE

«Pondremos pie en pared si PNV y Bildu reactivan un frente de presión soberanista después de mayo»

-Hace 15 años que ETA asesinó a Isaías Carrasco. ¿Lo recuerda?

-Ha sido el peor día de mi vida por el vínculo personal que tenía con Isaías y porque lo vi en primera persona. Viví aquella escena junto a Paco García, Rafi Romero y Aritz Arrieta. Ver a un amigo, a un compañero cosido a balazos es algo que no se supera del todo. El relato de aquellos días es terrible. Humildemente creo que dimos una lección de firmeza democrática.

-Su hijo Adei ha denunciado que sufrió incluso 'bullying' en el colegio después del asesinato.

-Lo que le sucedió a Adei es a todas luces inaceptable desde cualquier punto de vista. Hay que ponerse en los zapatos de un niño que, después de perder a su padre en un atentado, tiene que sufrir el acoso de sus compañeros y la indiferencia y el desprecio de una andereño. No me entra en la cabeza. Una persona que es incapaz de proteger a un niño en esas circunstancias y se tapa los ojos ante el acoso de otros que exteriorizan el odio que han transmitido sus padres es una persona incapacitada para hacer pedagogía y mucho menos para educar a nadie.

-¿Qué lección debemos sacar?

-Con frecuencia, nuestra memoria o testimonios como el de Adei, que ha demostrado ser muy valiente, nos recuerdan el sufrimiento y las situaciones horrorosas que hemos vivido en este país. Buena parte de esta sociedad tiende a olvidar una realidad que debería provocarles una profunda vergüenza. Quien banaliza como quien justifica como quien lo obvia es, de alguna manera, corresponsable de lo sucedido. Esta sociedad le debe mucho a todas esas víctimas que, como Adei, nos dan a diario una lección vital y democrática. Solo cabe reforzar cualquier instrumento educativo que trabaje en fortalecer la convivencia basada en una memoria justa y real de lo ocurrido, sin maquillajes o interpretaciones sesgadas o edulcoradas. La crudeza de la verdad y el testimonio de víctimas como Adei son los que deben contribuir a desmontar relatos que minimizan lo ocurrido.

-Regresamos a la actualidad. ¿Todo preparado para las elecciones de mayo?

-Claro. Las elecciones de mayo las afrontamos con mucha ilusión y con el firme convencimiento de que nos va a ir muy bien. El objetivo de nuestro último congreso es dar pasos para que el PSE lidere este país y salimos a por todas. No solo vamos crecer sino que vamos a conquistar plazas. Por ejemplo, en Vitoria y en otros municipios de la Margen Izquierda.

-¿Por qué ha cerrado tan pronto la puerta a entendimientos de izquierdas después de mayo?

-Yo no cierro la puerta a ningún acuerdo de izquierdas, cierro la puerta a determinados acuerdos de gobierno con Bildu porque acuerdos de izquierdas los tenemos en todas las instituciones y en todos los ámbitos, desde el Gobierno de España hasta el ayuntamiento más pequeño. Hay algo que siempre me sorprende. Siempre se sitúa esta cuestión encima del Partido Socialista. En este país son muchos los agentes que concurren. Me gustaría que otros también se pronunciaran. Y lo que veo es que, por un lado, Otegi ya directamente plantea acuerdos con el PNV. Y el PNV se ha mostrado abierto a volver a sacar del cajón la ruta soberanista. Ante ese riesgo pondremos el pie en pared si reactivan este frente de presión después de mayo.

-¿De verdad ve ese riesgo?

-Por supuesto que sí, sobre todo en Gipuzkoa. Ese riesgo vuelve a estar latente. Hasta la fecha nunca había oído hablar al líder de la izquierda abertzale de manera tan abierta sobre la posibilidad de llegar acuerdos con el PNV. Y Egibar ha vuelto a sacar la cuestión soberanista de la misma manera en la que Ortuzar ha abierto el melón sobre la necesidad de abordar el debate del nuevo estatus, no sobre la reforma del Estatuto. Frente a eso, la mejor garantía de que el procés a la vasca no se produzca no es solo un PSE fuerte, sino un PSE líder.

-¿Aún piensa que su pacto de gobierno con el PNV es un freno a ese peligro?

-Eso va a seguir siendo así pero no es el único elemento fundamental de ese acuerdo. El otro eje son las políticas sociales y las políticas progresistas públicas. Si hay una garantía para que eso último se produzca es que participemos en los gobiernos.

-¿Está satisfecho de la gestión del Departamento de Salud del PNV?

-No es de ahora pero llevo tiempo reclamando transparencia, no sólo en saber cuánto se invierte por ciudadano en estas cuestiones sino también cómo se invierte. El Partido Socialista está ya trabajando en un nuevo modelo sociosanitario que nos lleve a tener unos servicios públicos que respondan a los retos de futuro y a los nuevos retos demográficos.

-Dice que no hay condiciones para acuerdos de gobierno de coalición con EH Bildu, ¿pero eso no les condena a ustedes a ser siempre aliados del PNV?

-El tiempo dirá y los ciudadanos tendrán que hablar primero y decir cuál es la mejor fórmula de gobierno. Aquí todos estamos dando pasos para que la convivencia sea sólida, todos tenemos muy claro que para llegar a determinadas metas hay que hacer un camino, y para eso hay que dar pasos contundentes a la hora de decir determinadas cosas que otros hemos dicho de todas las violencias, incluidas la de los GAL evidentemente.

-Insisto, ¿eso les perpetúa a ustedes como los socios del PNV?

-No tiene por qué. Nuestro objetivo no es ser compañeros de viaje de nadie, sino liderar este país, y para ello tenemos que conseguir que la fortaleza del PSE sea cada vez mayor. A este país le vendría muy bien un gobierno liderado por el PSE que marque el ritmo de las políticas de marcado carácter social.

-¿Qué alcance tiene el acuerdo fiscal alcanzado con el PNV?

-Nosotros nos hemos sentado para dialogar y para llegar a una reflexión sobre la política fiscal. Lo primero que se tiene que hacer es un diagnóstico de la política fiscal de los últimos años, hemos incorporado nuevos tipos y políticas fiscales y eso requiere de una reformulación para incorporar cuestiones: fiscalidad verde, de vivienda o empleo.

-¿Cómo valora el papel de Bildu y del PNV con el Gobierno de Sánchez?

-Yo valoro positivamente cualquier acción y cualquier decisión que contribuya no solo a dar estabilidad sino a posibilitar avances sociales. Todo el mundo tiene muy claro que la única alternativa posible a un gobierno del PSOE es un gobierno del PP de la mano de Vox. En esa reflexión nos une que el Gobierno de España tenga que buscar la estabilidad no solo para culminar la legislatura sino para afrontar la siguiente.

-Pero los nacionalistas les advierten de que sin abrir el debate territorial quizá no apoyen a Sánchez en un futuro Gobierno...

-Si hacen eso cometerían otro grave error, porque ni la sociedad española, ni la vasca, ni la catalana están en esa clave, todos los estudios sociológicos nos dicen que la sociedad ha aprendido muy mucho de lo que ha supuesto el procés y se ha dado cuenta de que ni Euskadi ni Cataluña son una isla dentro de España ni de Europa. Y es más necesario que estemos dentro de España y de Europa. Desde hace más de 20 años se ha triplicado ese sentimiento contrario a la independencia.

-¿Por qué ha crecido ese rechazo cuando la posibilidad de una consulta sobre el derecho a decidir tiene un respaldo mayoritario?

-Porque se hace una lectura muy buenista sobre lo que persigue el derecho a decidir, que busca la independencia y la ruptura. No podemos ser ingenuos y pensar que detrás no va a pasar absolutamente nada. Detrás viene todo lo demás.

-El final de la violencia, ¿trae más nacionalismo o menos?

-El final de la violencia no solo ha traído menos nacionalismo y un rotundo fracaso de la vía independentista. La gestión de la pandemia y la guerra de Ucrania muestran que es un callejón sin salida.

-El caso Mediador ha sacudido al PSOE. ¿Le preocupa?

-Siento mucho asco con este tema. El ejercicio de lo público debe hacerse desde la máxima responsabilidad y debe excluir determinadas prácticas por completo. El PSOE ha sido contundente al reaccionar a las pocas horas y poner a los implicados fuera del partido. Me gustaría que todos los partidos tuvieran la misma actitud y no mantuvieran ni un minuto más en sus filas a gente que está imputada o a gente que se le puede condenar hasta con 1 5 años de cárcel, como el exministro del Interior, Fernández Díaz

-¿Pero no cree que le puede hacer mucho daño al Partido Socialista en este contexto electoral?

-Evidentemente desde el punto de vista mediático por supuesto, porque la derecha y la ultraderecha lo van a utilizar pero sí me gustaría que esa contundencia la utilizaran con los mismos imputados que tienen entre sus filas. La derecha que ha tapado tantos escándalos no nos puede dar ninguna lección de ética y de moral cuando llevan en su ADN estructural la corrupción por sistema.

-¿Usted también lamenta que se haya españolizado la política vasca como apunta Joseba Egibar?

-Prefiero mil veces abrir los teleberris con los Premio Goya que gana el cine vasco que hacerlo, como se hacía en el pasado, con titulares dramáticos y negativos ligados al terrorismo. Eso lo tengo clarísimo.