Un duelo más equilibrado
EL FOCO ·
Núñez Feijóo tenía ganas de revancha después de que en su primer cara a cara con Sánchez de hace más de un mes en el ... Senado saliera trasquilado por un presidente que salió en tromba para llevar al rincón al líder de la oposición. Núñez Feijóo, que en esta ocasión dispuso de más tiempo y se lo administró mejor, ordenó su intervención para intentar desmontar con datos el discurso complaciente con el que el presidente abrió su intervención para enjundiar la gestión de su gobierno en momentos de zozobra y el quehacer de sus tres vicepresidentas. Es de suponer que ninguna de las citadas entraría en el bombo de una hipotética crisis ministerial que algunos dan por hecho antes de final de año. El líder popular, escarmentado del anterior debate por el chaparrón dialéctico que soportó por parte de Sánchez con aquel martilleante «insolvencia o mala fe», salió a la tribuna bien pertrechado por un variado argumentario para poner en evidencia a un Sánchez que, en esta ocasión, evitó dar una imagen excesivamente bronca contra el líder de la oposición. El presidente, que repitió el habitual corolario de medidas aplicadas en época de pandemia y de crisis económica, evitó que el debate dejara a nadie malherido porque ambos ultiman un necesario acuerdo sobre el Poder Judicial. Y así fue. Tanto Sánchez como Núñez Feijóo cerraron un debate en tablas, en el que se visualizó sin ambages que defienden un modelo social diferente, por lo menos en los métodos para conseguir un estado de bienestar de amplio espectro.
Núñez Feijóo con más debates ganará en frescura para salir de esa férrea prudencia con la que a veces prefiere mantenerse para evitar patinar en los desafíos que le planteó este martes Sánchez. Algunas preguntas se quedaron en el aire y el líder del PP tendrá que empezar a pisar «algún cristal», como le espetó el presidente del Gobierno.
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