Denis Itxaso: «Mi tarea será fortalecer el vínculo emocional de Euskadi con España»
Denis Itxaso. Delegado del Gobierno en Euskadi ·
Denis Itxaso es desde el pasado martes el nuevo delegado del Gobierno en Euskadi. Socialista donostiarra de 44 años, euskaldun y durante los últimos cinco ... años diputado foral de Cultura asume la nueva responsabilidad con «vocación de cercanía, utilidad y servicio público», y con la aspiración de «fortalecer el vínculo emocional de Euskadi con España». Este viernes tomará posesión en Vitoria con la ministra de Educación, Isabel Celaá, como madrina. En su discurso utilizará el euskera, lengua que considera patrimonio común y en cuya difusión y promoción quiere implicar «más y mejor» al Gobierno de Pedro Sánchez. El Itxaso más personal pretende mantener su estilo político: «Saber estar, pero que nadie me pida dejar de ser quien soy».
-¿Quién le llamó para proponerle como delegado del Gobierno en Euskadi? ¿Le sorprendió?
-Me lo plantea el PSOE, obviamente de común acuerdo con el PSE. Inicialmente, sí es una sorpresa, pero me costó poco interpretar el calado de la operación que se pretendía.
-¿A qué operación se refiere?
-Vivimos tiempos nuevos, históricos. No ha pasado tanto tiempo desde que este país sufría el azote del terrorismo y éste es un puesto que tradicionalmente ha estado muy vinculado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a la lucha antiterrorista. Lamentablemente, mis predecesores han tenido que lidiar con esa cuestión. En este momento político, por fortuna, Euskadi va tejiendo la convivencia y se demanda también del delegado del Gobierno seguir ese trabajo, pero acompañarlo de una mirada al futuro que tenga que ver con la agenda socioeconómica, con la cultura, el euskera, campos en los que no nos hemos podido centrar en exceso.
-¿Qué perfil de delegado le han pedido que ejerza?
-Me dicen que mi perfil encaja a la perfección con la agenda que se quiere desarrollar en Euskadi de cumplimiento íntegro del Estatuto y de diálogo permanente con el Gobierno Vasco y entre las fuerzas políticas. Me trasladan la necesidad de 'recustomizar' el cargo y que es importante que el nuevo delegado del Gobierno en Euskadi sea euskaldun. Asumo entonces la tarea de fortalecer el vínculo emocional de Euskadi con España.
-¿Se había imaginado llegar a este puesto?
-La tarea de contribuir a ese vínculo emocional requiere de energía, de sensibilidad y de ciertas dosis de ilusión. Yo tengo eso. Y me gustaría contagiar de esa ilusión por la pertenencia a un proyecto común que es España, que es diverso, plural y atractivo.
-¿Hablará en euskera en su discurso de toma de posesión el viernes que viene?
-Por supuesto. El euskera es el idioma propio de Euskadi, junto al castellano, y en su difusión y promoción, como patrimonio común, quiero también implicar, más y mejor, al Gobierno de España. Hay instituciones culturales españolas, como el Instituto Cervantes, que pueden perfectamente contribuir a la internacionalización de la creación vasca.
-¿Su antecesor, Jesús Loza, le ha informado ya de las tareas pendientes?
-Hemos tenido un primer encuentro, pero seguiremos hablando porque, para mí, Jesús es un faro en los temas de convivencia, memoria y en el trabajo en favor de las víctimas del terrorismo. Es una tarea que a él le ha reportado respeto por parte de las víctimas porque las ha cuidado, las ha informado y eso es algo que no quisiera, por nada del mundo, descuidar.
-¿Dónde va a poner el foco durante su mandato?
-Además de en estas cuestiones, me gustaría centrar mucho el foco en el desarrollo socioeconómico, cultural y en la defensa del euskera. España hace un enorme esfuerzo todos los días en materia de inversiones para mejorar la competitividad Euskadi, el TAV es quizás el máximo exponente, pero hay otras muchas infraestructuras, ayudas a la internacionalización de empresas, a la I+D+i , ayudas a la industria, son campos en los que debemos ser más capaces de aflorar toda esa presencia. Yo resumiría mi vocación en tres palabras: Cercanía, utilidad y servicio público. Mis puertas van a estar abiertas, de par en par.
-¿Cómo va a engrasar la relación de Ejecutivo PSOE-Unidas Podemos con el Gobierno Vasco en un momento clave para la culminación del Estatuto?
-Voy a contribuir a esa agenda que el presidente Sánchez explicó en la sesión de investidura, de compromiso con el cumplimiento íntegro del Estatuto. La visita esta misma semana de la ministra Darias a Euskadi va a poner sobre la mesa un nuevo calendario.
-¿La transferencia de Presiones va a entrar entre las primeras de la lista? ¿Si se pudiera materializar en los próximos seis meses, la cárcel de Zubieta la construiría el Gobierno Vasco?
-No estoy en condiciones de adelantar nada, pero se establecerán unos plazos que serán razonables, sensatos y realistas.
-¿Pero intuye que esa transferencia pueda llegar pronto?
-Lo más importante es tener en cuenta que hay un compromiso de cooperación entre gobiernos y una voluntad política inequívoca de completar el Estatuto. La voluntad política es total, pero no suficiente. Las transferencias tienen muchas implicaciones de carácter legal, técnico y económico, y la letra pequeña suele llevar tiempo pactarla. No va ser fácil. Es verdad también que el antecedente de Cataluña puede servir.
-¿Y el traspaso del régimen económico de la Seguridad Social?
-En ese caso no existe ningún antecedentes y es una cuestión compleja y muy técnica. Es evidente que lo que hemos pactado es mantener la condición y la naturaleza unitaria de la caja de la Seguridad Social.
-¿Remará usted para que no se dilate otra vez en el tiempo?
-Nada más lejos de un afán de dilatar plazos. Lo que sí hay es, por parte del Gobierno de España, la asunción de la complejidad que tiene. Me gustaría insistir en que tenemos absoluta convicción de que el Estatuto de Gernika representa el instrumento más poderoso de cuantos cuenta la sociedad vasca para el ejercicio de sus derechos. No es una cuestión de mercadeo ni de cesión sino de convicción de que el autogobierno ha sido sinónimo de convivencia y de desarrollo humano, económico y social.
-¿En qué se va traducir para el ciudadano esa gestión de la Seguridad Social?
-Me gustaría poner de relieve algunos datos. En estos momentos, según los datos de 2018, Euskadi presenta un déficit de pensiones de 4.000 millones de euros. Hay 1,88 trabajadores en activo por cada pensionista. Hay un descuadre entre lo que son los ingresos por las contribuciones sociales con lo que son las prestaciones contributivas. Euskadi en otros tiempos era 'superavitario' y contribuía a través de esa caja única a las prestaciones de otras regiones. Quiero decir que para los socialistas y para el Gobierno de España la caja única representa el núcleo de la solidaridad interterritorial e intergeneracional y, por tanto, es un elemento fundamental a la hora de comprender que la caja única es la mayor garantía que tienen los pensionistas vascos de que a futuro van a seguir contando con una prestación. La integridad de la caja única no se discute.
-¿Le incomoda que la figura del delegado del Gobierno haya sido tradicionalmente vista con desdén por parte del PNV?
-Mi tarea tiene que ser de la de tratar de revertir esa visión y en todo caso aspiro a que el respeto institucional presida nuestras relaciones. Lo hecho así toda la vida en cualquier lugar en el que he estado y pondré todo de mi parte ahora también. Hay muchas materias en juego, muchos objetivos comunes y compartidos por alcanzar como para que no sea una relación de colaboración estrecha y de mutua lealtad. Aquí hay una palabra clave que es la confianza.
-¿Se ve pasando revista en los acuartelamientos de la Guardia Civil, acudiendo a la Fiesta de la Policía Nacional...?
-Lo haré con absoluta naturalidad. Visitaré los acuartelamientos, las comisarías... Ya he iniciado contacto con mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a quienes nunca estaremos lo suficientemente agradecidos por el servicio prestado en la lucha contra el terrorismo.
-¿Qué puede decir del denominado eje vasco de izquierdas, PSE-EH Bildu-Podemos? ¿Sería partidario de apoyar un gobierno con ellos tras el 5 de abril?
-Para hablar de gobiernos de coalición, yo establezco tres premisas: una lectura crítica del pasado reciente y del papel que jugó ese mundo en el sostén de la actividad terrorista, una mayor asunción y aceptación de la pluralidad de este país, y un cierto pragmatismo de la izquierda abertzale que sigue en planteamientos políticos esencialistas y radicales.
-Zaldibar se ha colado en la precampaña. ¿Qué valoración hace de la actuación del lehendakari y los consejeros desde que ocurrió el derrumbe y la desaparición de dos trabajadores?
-El Gobierno Vasco se está empleando a fondo. Saben además que pueden contar con los servicios y recursos del Gobierno de España para todo aquello que estimen oportuno. Están tomando medidas de medición e información constante de la calidad del aire, adoptando medidas de alerta sanitaria como mejor manera de prevención, y están tratando de extinguir el foco del incendio. El desafío es importante, pero las instituciones trabajan honestamente y coordinadas, y hay que insistir en pedir confianza y tranquilidad a la ciudadanía.
-¿Con qué grado de optimismo contempla que el diálogo en Cataluña pueda dar frutos?
-Los políticos tenemos que hacer un ejercicio obligado de proyectar un cierto optimismo porque eso también ayuda. Hay voluntad de depositar en la política lo que pertenece a la política. Si miramos a Euskadi por ejemplo, la sociedad vasca ha logrado desplegar un gran 'seny' que permite el encuentro y la colaboración institucional, a diferencia de la deriva independentista catalana que ha ido muy lejos. Tenemos que ser conscientes de lo difícil que vas a ser regresar a posiciones de encuentro.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión