David Pla reconoce que ETA «no acertó» para que su final «llegara antes»
El exdirigente de la organización armada que leyó el comunicado de cese de la violencia hace diez años asegura que «la lucha armada no era algo que hicéramos de forma gustosa»
David Pla es uno de los tres dirigentes de ETA que leyeron el comunicado del cese definitivo de la violencia el 20 de octubre de 2011, un hito del que están a punto de cumplirse diez años. Pla (Pamplona, 1975), que fue detenido en 2015 y ya ha recuperado la libertad tras pasar unos años en prisión, ha ofrecido una entrevista este miércoles en la televisión catalana TV3 en la que explica cómo se gestó aquel cese de violencia por parte de ETA y hace un balance de la historia de la organización terrorista. «Seguramente el final llegó demasiado tarde, ETA hubiera deseado que se hubiera producido antes. No acertamos, aunque todas las partes tuvieron su responsabilidad, pero la posición de ETA fue siempre buscar una solución dialogada y razonable al conflicto político», ha señalado el exdirigente etarra.
«La lucha armada no era algo que ETA hiciera de forma gustosa», ha asegurado Pla, aunque ha argumentado que los diferentes procesos dialogados para dejar la violencia previos a 2011 «no fueron fructíferos, fundamentalmente, por responsabilidad del Gobierno español. Aunque seguramente ETA también tuvo su responsabilidad porque no acertó en la forma de formular los procesos», ha indicado. Sin embargo, ha subrayado que «ETA demostró su voluntad de dejar la lucha armada al abrir el proceso de forma unilateral».
El exdirigente de ETA ha admitido que «Euskadi es mejor ahora que hace diez años, es algo compartido por la mayoría de los agentes, pero eso no quiere decir que no haya asuntos por resolver todavía». Ha advertido que «difícilmente se puede hablar de una situación de paz cuando todavía hay más de 200 personas encarceladas. Todavía hay un camino por recorrer».
Preguntado por aquellos días de octubre de 2011 en los que ETA anunció su decisión de dejar la violencia, Pla ha explicado que «yo le puse voz a esa decisión. Ese día había tensión para asegurar que todo saliera bien. Era un momento importante para nosotros, por la decisión que tomábamos y por todo lo que representaba a nivel histórico. No nos representábamos solo a nosotros a mismos, sino a décadas de lucha y a todas las personas que habían participado en esa lucha».
Ha indicado que en aquel momento «consideramos que teníamos que hacer todo lo que estaba en nuestra mano para entrar en un proceso de resolución del conflicto». Ha recordado la Conferencia de Aiete que precedió al anuncio de la organización armada y ha puntualizado que «no fue tanto una interpelación hacia ETA, aunque también tenía de eso, como una oportunidad. Había una reflexión común en la comunidad internacional para acabar con un conflicto histórico y para que ETA actuase de forma unilateral para facilitar en un primer momento que ese proceso se pudiera abrir».
Pla ha destacado que «ETA asumió sus responsabilidades y el tiempo lo ha demostrado. Intentó crear las condiciones para las vías de solución, aunque la Conferencia de Aiete también interpelaba a los gobiernos de España y Francia para que respondieran de manera positiva para abordar un proceso de diálogo sobre las consecuencias del conflicto».
El exdirigente interno ha admitido que el cese de la violecia, «a nivel interno, es ponerse en cuestión lo que has hecho hasta ese momento, pero es un debate que siempre había existido. No hubo resistencias internas destacables, y esa fue una de las virtudes de nuestro proceso porque se evitaron escisiones y otros problemas».
Hoja de ruta
Pla ha apuntado también que «había una hoja de ruta pactada entre el Gobierno de Zapatero y ETA» que se rompió cuando Zapatero adelantó las elecciones de 2011 y llegó Rajoy a la Moncloa. «Renunció a entablar ese diálogo y afrontar las consecuencias del conflicto. Eso nos llevó a abordar desde la iniciativa política propia el proceso de desarme y disolución de ETA».
Cuestionado sobre el dolor que ha causado la actitividad de ETA durante su medio siglo de existencia, Pla dice ser «consciente» de ello, «y en ETA siempre hubo esa conciencia, nunca se ha tratado sin respeto». Ha señalado también que «ha sido una lucha colectiva y todo lo que ha hecho ETA, sus aciertos y sus errores, es una responsabilidad colectiva y yo asumo mi responsabilidad».
Ha asumido también las más de 800 personas que asesinó ETA durante su trayectoria. «ETA siempre lo ha asumido, ha reivindicado sus acciones, aunque el legado de ETA es mucho más que eso. Hay que afrontar por qué ha existido ETA. Pero es verdad que parte de la historia de ETA son esas más de 800 personas que perdieron su vida en acciones armadas».
Pla ha reconocido también que «ETA se disolvió sin conseguir sus objetivos», pero ha rechazado que se plantee un debate sobre si su existencia sirvió para algo. «No se puede plantear en esos términos. El dato objetivo es qué situación vivía este pueblo cuando surgió ETA y qué situación tenía cuando ETA dejó su actividad y, después, cuando se disolvió».
Sufrimiento multilateral
El exdirigente de ETA ha añadido que «es evidente que la confrontación ha creado sufrimiento multilateral, la diferencia es que ETA ha reconocido sus acciones y hay otras muchas acciones, sobre todo las ocasionadas por los aparatos del Estado, que están todavía sin reconocer y sin que las víctimas sean reparadas».
Cuestionado sobre si tiene algo que decirles a las víctimas provocadas por ETA, Pla ha asegurado que «todavía no hemos abordado esa fase en la que se pueda explicar de forma sincera y honesta el porqué de ETA. A una persona que ha perdido a alguien entiendo que le pueda ser difícil entablar un diálogo en esos términos. Pero también es responsabilidad de todos explicar a la gente las razones de lo que ha pasado, no solo las consecuencias que, lamentablemente, todos las conocemos».
«No sé si son justificables o no, cada uno tendrá su opinión, pero son razones políticas», ha enfatizado. «A la gente que ha sufrido es imposible quitarle ese sufrimiento de encima, lo que le debemos es reconocimiento, verdad y reparación». Y ha valorado que «en el conjunto de la izquierda abertzale se ha hecho un recorrido, se han dado pasos importantes que no han dado otras fuerzas políticas». Ha subrayado también que «la propia ETA, antes de su disolución, hizo un comunicado reconociendo el daño causado y pidiendo disculpas a las personas que se habían visto afectadas por la acción armada de ETA sin tener ninguna responsabilidad en el conflicto».
