PP y Ciudadanos, que se diferenciaron el miércoles en la votación sobre el estado de alarma, concurren en una inédita coalición en Euskadi para aglutinar ... fuerzas y frenar la sangría de votos que los populares han sufrido en los últimos comicios. El papel de salvavidas del partido de Arrimadas al plan de Sánchez, fotografiándose junto al PNV, ha generado algún recelo interno en el PP vasco tras la forzada marcha de Alfonso Alonso. Sin embargo, Iturgaiz, que fue segundo en las elecciones de 1998 con 16 escaños –en plena efervescencia de Lizarra– y superó aquel año en las urnas por dos escaños a la EH de Otegi, considera que la diversidad que ofrece la coalición PP+Cs, con dos siglas diferenciadas del centro derecha constitucionalista, fortalecerá sus opciones. La unión electoral en Euskadi entre Casado y Arrimadas, que el miércoles podían haber apoyado juntos a Sánchez como lo hicieron desde el principio del estado de alarma, quiere recuperar a su votante tradicional que en los últimos tiempos ha preferido mudarse al voto útil del PNV para, principalmente, frenar el empuje de la izquierda abertzale tras el fin del terrorismo. Como señuelo electoral, el PP-Cs puede exhibir ahora que uno de sus partidos ha compartido, por lo menos en una ocasión, papel estelar con el PNV en su apoyo a Sánchez. Otra cuestión es que les rente.
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