Apagar un nuevo incendio
El foco ·
El ministro Grande-Marlaska tuvo ayer que apagar un nuevo incendio en el Gobierno. Lo intentó como pudo, pero las llamas tras el fulminante cese ... del coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos cogieron tal magnitud que ni el incremento salarial a los agentes del instituto armado pudo aplacar la polémica. La dimisión del número dos de este cuerpo policial, el general Laurentino Ceña, que formaba parte de las extintas ruedas de prensa de Moncloa con uniformados por el Covid-19, generó más tensión. El informe judicial elaborado por la Guardia Civil que asegura que el Gobierno conocía el riesgo de contagio antes de autorizar las manifestaciones del 8-M ha provocado todo un terremoto político, que se produce días después de otro movimiento telúrico que generó el pacto que los partidos que sustentan el Gobierno suscribieron con EH Bildu. Grande-Marlaska sudó la gota gorda para despejar los balones que le lanzaron ayer por esta cuestión. El ministro niega cualquier vinculación del informe con el cese del coronel, pero lo cierto es que resulta casi imposible no relacionarlo, sobre todo cuando la jueza del caso había advertido de que las diligencias debían ser secretas y al final se han aireado. Todo un problema judicializado.
El Gobierno Sánchez, que no cuenta con mayoría absoluta en el Congreso, tendrá que atemperar su quehacer para evitar estar en permanente agitación. Una alteración que también afecta a sus socios, que de vez en cuando encajan sorprendentes reveses. El PNV, que ha mantenido la templanza tras el polémico acuerdo con EH Bildu, ha tenido que escuchar cómo Sánchez le endosaba la culpa por no haber decidido su voto hasta última hora. ¿Dónde está la autocrítica? El Gobierno anuncia su última prórroga. De nuevo, volver a empezar.
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