PNV y PP encauzan su primer gran acuerdo en Madrid en dos décadas
La «implicación» de Rajoy desatasca la negociación presupuestaria y frena la enmienda jeltzale a la totalidad
MIGUEL VILLAMERIEL
Sábado, 29 de abril 2017, 08:49
«La fotografía es incómoda para el PNV, pero merece la pena». Esta frase de una fuente del EBB puede resumir la reflexión que ha llevado al partido de Andoni Ortuzar a dejar atrás dos décadas de desencuentros con el PP en Madrid para encauzar el respaldo del PNV a los Presupuestos Generales del Estado. El acuerdo definitivo aún no está cerrado y, en los próximos días, los cinco diputados jeltzales tratarán de exprimir al máximo la «posición de fuerza» que les da ser imprescindibles para que las cuentas superen el pleno de totalidad del próximo jueves. Pero el «optimismo» con el que acogieron ayer ambas partes la decisión del PNV de no presentar la enmienda a la totalidad que tenía preparada invita a pensar en un acuerdo próximo.
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Se trataría de un pacto «muy beneficioso para Euskadi», según avanzó el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban. Un acuerdo en varios frentes que los jeltzales consideran que la sociedad vasca «podrá entender» por la importancia de algunas de las materias incluidas, sobre todo las económicas. Aunque los jeltzales no concretan por ahora los detalles del acuerdo, adelantan que será «importante» en muchas materias «beneficiosas para Euskadi». Tendrá que serlo para que el PNV se haya lanzado a explorar un acuerdo de calado con el PP en Madrid que no se producía desde que en 1996 Xabier Arzalluz acordó con José María Aznar el respaldo jeltzale a la investidura del futuro presidente del Gobierno.
Esteban compareció ante los medios minutos después de que venciese el plazo para la presentación de enmiendas (a las 14.00 horas) y confirmó que los jeltzales habían guardado la suya en un cajón. Esteban destacó que «la implicación y el impulso» de Mariano Rajoy en las negociaciones había sido clave para el cambio de posición de su grupo, aunque advirtió también que aún queda la posibilidad de que el PNV «vote a favor de las enmiendas de otros grupos si las expectativas se ven incumplidas», lo que provocaría la devolución de las cuentas al Gobierno.
Un escenario que ahora mismo parece improbable, porque Rajoy ofreció garantías «razonables» al PNV de que su impulso irá acompañado de acuerdos concretos. El presidente del Gobierno tomó las riendas de las conversaciones el jueves por la noche, tras volver de un viaje oficial por varios países de Suramérica. Descolgó el teléfono y llamó a Andoni Ortuzar para tratar de desencallar las negociaciones al máximo nivel. El líder popular y el presidente del EBB se entendieron rápido, porque la postura de Rajoy fue proclive a un acuerdo que ya acuciaba: apenas quedaban unas horas para que acabara el plazo de las enmiendas a la totalidad. El «preacuerdo», como lo definen algunas fuentes jeltzales, se cerró ayer al mediodía con otra llamada entre los mismos protagonistas. Rajoy reclamó un «gesto» de buena voluntad al PNV y le pidió que no registrara su enmienda. A cambio, el presidente cedió en algunas cuestiones que aún distanciaban a ambos partidos en la negociación y se comprometió a mantener la misma línea de cara a un pacto final. «Algunos temas se desbloquearon en cascada», explican desde el EBB. Ortuzar confió en su palabra y dio la orden de frenar la enmienda.
«El resultado se acerca bastante a las posiciones que mantenía el PNV en la negociación, por lo que puede ser un muy buen acuerdo para Euskadi», destacaban ayer fuentes del EBB. La obsesión de los dirigentes jeltzales en las últimas semanas ha sido que el hipotético pacto con el PP «se pueda explicar a la ciudadanía vasca, y que lo entienda». La sensación que reinaba ayer en Sabin Etxea es que ese objetivo se logrará. «Somos conscientes de que una fotografía con el PP no es bonita en Euskadi, porque se trata del partido menos valorado por la sociedad vasca según las encuestas y tiene la menor representación en el Parlamento», a lo que se unen los últimos casos de corrupción que han salpicado al partido de Rajoy, pero «el criterio que hemos seguido ha sido el beneficio que podemos obtener para Euskadi, no tanto lo que sería mejor para el PNV», explican.
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El Cupo, la tarifa eléctrica...
El partido de Ortuzar no quiso concretar demasiado los avances que se han producido en las negociaciones hasta que el acuerdo sea un hecho, pero adelantó que el Gobierno ha cedido en unas cuantas materias que el PNV consideraba fundamentales. «En el Cupo, se ha avanzado mucho en la liquidación pendiente de los diez últimos años y aún hay que limar algunos aspectos de la próxima ley quinquenal», señalan. El Gobierno Vasco, que está negociando la cuestión del Cupo de forma paralela con el Ejecutivo central en una comisión bilateral, reclama alrededor de 1.600 millones de euros de liquidación de los últimos años, una cifra a la que el PNV cree que podrá acercarse bastante gracias a la necesidad que tiene el PP de sus votos para aprobar los Presupuestos.
Hay otras reivindicaciones jeltzales en esta negociación que quedaron prácticamente zanjadas en las dos conversaciones telefónicas que mantuvieron Rajoy y Ortuzar. Algunas de ellas son el establecimiento de tarifas eléctricas competitivas para las empresas vascas, la concreción de inversiones para el Tren de Alta Velocidad o «avances en materia de autogobierno», que no concretaron a la espera de que se pueda firmar el acuerdo definitivo.
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