Podemos irrumpiría como la segunda fuerza en Euskadi a sólo un escaño del PNV

El PNV sería la fuerza más votada si hubiera ahora elecciones al Parlamento Vasco, con 22-23 escaños, con sólo uno de ventaja respecto a Podemos, la sorpresa que se colocaría como segunda fuerza vasca, según el último Euskobarómetro.

Este sondeo que la Universidad del País Vasco hace semestralmente se ha elaborado sobre la base de 600 entrevistas a domicilio realizadas entre los días 27 de octubre y 14 de noviembre.

El actual Gobierno Vasco está a mitad de legislatura: no se prevén elecciones vascas hasta el otoño del 2016. Las anteriores fueron el 21 de octubre del 2012 y arrojaron un Parlamento con 27 escaños del PNV, que gobierna en solitario y en minoría, 21 de EH Bildu, 16 del PSE, 10 del PP y 1 para UPyD.

Según el Euskobarómetro, el resultado de unas hipotéticas elecciones sería el siguiente: PNV, 22-23 escaños; Podemos, 21-22; EH Bildu, 13-14; PSE, 10; PP, 6; IU-Ezker Anitza, 0-1; UPyD, 0-1.

En intención directa de voto, el PNV se llevaría el 19,8 por ciento; Podemos, el 19,3 %; EH Bildu, el 12,5 %; PSE, 4,3 %; PP, 1,0 %; IU-Eker Anitza, 1,3 %, y UPyD, 0,8 por ciento.

Retroceso del PSE en los tres territorios

Según los autores, como en toda encuesta se le suman a esta intención directa los datos de "simpatía", para realizar las proyecciones de votos y escaños.

Así, el PNV volvería a ser el ganador electoral, con un 30,5 % de los votos válidos y un ligero retroceso; podría obtener entre 22 o 23 escaños, con la primera posición en Bizkaia, la segunda en Álava y la tercera en Gipuzkoa.

Podemos irrumpiría con fuerza para disputarle la hegemonía al PNV. Con un 25,6 % de los votos válidos y entre 21 o 22 escaños se situaría en segunda posición, ganando en Álava, empatando con EH Bildu en Gipuzkoa y ocupando el segundo puesto en Bizkaia.

La coalición EH Bildu retrocedería a la tercera posición. Con un 19,7 % de los votos válidos podría obtener entre 13 y 14 escaños, disputándole a Podemos el primer puesto en Gipuzkoa, pero quedando el tercero en Bizkaia y hasta el cuarto o quinto en Álava.

El PSE-EE retrocedería a la cuarta posición en los tres territorios. Con un 12,8 % de los votos válidos y unos 10 escaños, solo podría aspirar a apuntalar a una de las posibles mayorías de gobierno.

El PP seguiría acusando su desgaste gubernamental, retrocediendo en las tres provincias y cayendo hasta la quinta posición con unos 6 escaños y un 8,1 % de los votos válidos. Solo en Álava podría mejorar su posición.

IU/Ezker Anitza, hoy extraparlamentaria, con un 3,2 % del voto válido, solo podría aspirar a entrar en el Parlamento Vasco con un, muy incierto, escaño alavés.

UPyD, con un 2,2 % de los votos válidos, podría aspirar a conservar su actual parlamentario por Álava.

La participación media estimada se situaría en torno al 67 %, pudiendo superarse esa cota en Bizkaia, en tanto que en Álava no se alcanzaría.

Algo más del 70 % de los entrevistados dicen tener definidas ya sus preferencias y ronda el 25 % la proporción de los que no expresan una intención clara, sea de votar o abstenerse o por cualquiera de las opciones electorales.

El incremento de la volatilidad supone una caída importante de la fidelidad de voto de todos los electorados de las autonómicas de 2012.

Así, la mayor fidelidad de voto sería la del PNV (75 %), seguida de EH Bildu (63 %), el PSE-EE (61 %), el PP (50 %) y UPyD (44 %).

El gran beneficiario es Podemos, que recibiría votos de IU (60 %), los más jóvenes (60 %), EH Bildu (20 %), PSE-EE (20 %), la abstención (16 %), el PNV (12 %) y, en menor medida, de UPyD, "Otros" y el voto blanco.

Pablo Iglesias, el más valorado

Los datos conocidos corroboran el adelanto de este mismo sondeo del viernes pasado sobre la valoración de los líderes, ya que situaron al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, hasta ahora desconocido en las encuestas, como el líder más valorado por los vascos y el único que logra el aprobado, con una nota del 5,6.

El director del Euskobarómetro, el catedrático de sociología Francisco Llera, ha destacado que la principal consecuencia de estos hipotéticos resultados sería que se "complicaría seriamente" la gobernabilidad.

El mantenimiento del PNV en el gobierno dependería del apoyo o la anuencia de Podemos o de, al menos, dos de las otras tres fuerzas parlamentarias principales (EH Bildu, PSE o PP). "No hay ninguna otra alternativa de gobierno viable, salvo que Podemos encabece un gobierno de izquierda con EH Bildu y PSE", ha opinado Llera.

El apoyo socialista al PNV, que se da en esta legislatura para aprobar los presupuestos, no serviría en la siguiente, ya que no llegarían juntos a los 38 escaños que dan la mayoría absoluta.

Llera ha destacado también la ampliación del pluralismo: en el nuevo Parlamento con seis o siete grupos habría una sólida mayoría de izquierda, mientras que los nacionalistas perderían la suya y las fuerzas autonomistas seguirían en retroceso.