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Ekainberri, el primitivo refugio

Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.

Sábado, 17 de marzo 2018, 13:48

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Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.

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Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.
Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.

Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.

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Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.
Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.

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Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.

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Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.
Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.

Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.

MICHELENA
Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.
Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.

Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.

MICHELENA
Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.
Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.

Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.

MICHELENA
Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.
Junto a la regata del riachuelo Goltzibar, en un precioso rincón del valle de Sastarrain, los antiguos habitantes del Urola disfrutaban de uno de los hermosos rincones de Gipuzkoa. Al parecer, la cueva de Ekain enZestoa era uno de los destinos de los grupos nómadas que se acercaban desde el Pirineo en los meses de primavera-verano a la costa en busca de los animales que les suministrarían carne, pieles, cornamentas... Carne que les alimentaría y pieles que les darían calor durante los duros meses del invierno.

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