Rocío de Meer ha defendido una expulsión masiva de migrantes, incluidos los de la segunda generación, si no se adaptan a nuestras costumbres. La frase ... es llamativa, pero me ha dejado algo suspensa porque, actualmente, cuesta identificar esas costumbres. No sé si se referirá a la celebración de Halloween, o a la reciente moda de las graduaciones académicas, o tal vez hable del aumento de las compras a través de una empresa que no paga impuestos en España, o puede que se refiera a la querencia por la ropa de una célebre marca china, o a la de defender mucho a la ganadería y a la agricultura sin incentivar el consumo de los productos de cercanía. Tal vez se refiera a nuestra filia por ir a los tablaos –ah, no, que vamos hacia el precio dinámico, y el flamenco, además, es minoritario, como siempre ha sido–. Quizá sea por lo de sentarse a la fresca, lo que pasa es que ya no queda casi nadie en los pueblos. O por la herencia del Siglo de Oro, bro.
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